viernes, 1 de diciembre de 2023

Volver al lapiz con mi caligrafía redonda

Volver al lápiz, a la frase que se desliza por el folio en blanco. Las palabras que una tras otra se asoman al alfeizar de la ventana, que hacen funambulismo entre la memoria y el abismo. Volver a escribir en directo, sin esquema, sin listado de puntos, sin borrador en cuarentena. 

Qué añoranza de la palabra sin sentido, del verbo sin reverso, del adjetivo sin calificativo, como ese amor de cincuentena sin más pretensión que el ahora mismo. ¿Para qué revestir a la palabra de recuentos, para que requerir al ripio de método exacto, para qué hacer de la coherencia criterio de belleza? 

Hoy, tras cuatro años de reclusión voluntaria por delitos comunes; tras cuatro años de sombras y fantasmas asomo a la calle en un descuido de los guardianes de los justo para en un alarde de anarquía regresar al verso libre escrito en prosa como aliento que borra la niebla de diciembre.




Mirad que cuaderno más requetechulo me acaba de regalar mi hermana así por que sí.