EL CHICO DE LA CONSUELO
"En esta tierra (en este blog) mentimos para ser felices.Pero ninguno de nosotros confunde la mentira con el engaño"
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viernes, 16 de mayo de 2025
sábado, 29 de marzo de 2025
Adolescence Tenemos que hablar de Jamie
Creo que los padres nos damos demasiada importancia en cuanto a nuestra influencia en lo que nuestros hijos son, y quizá alguna importancia tenemos, excepto cuando las cosas nos salen mal y los niños nos salen unos bandarras que entonces, está claro, que la culpa la tiene el sistema y la escuela y sobre todo los malvados maestros que solo piensan en sus reivindicaciones laborales en lugar de desarrollar una educación en valores con nuestros polluelos (modo irónico off).
Y todo esto viene a cuento de la serie “que nadie puede dejar de ver” Adolescencia en el Netflix y que a mi me ha gustado tirando a poco. En estas cosas Kevin siempre está en nuestros recuerdos (Tenemos que hablar de Kevin Shriver, 2009 y la peli del 2011) y ese empeño en la narración materna que se hace allí para culpar (azotar) al padre en el descarrilamiento del churumbel.
Y como decía Serrat en la coplilla de niño deja ya de joder con la pelota, a menudo nuestros hijos se nos parecen (Serrat, 1984)… pero no siempre. Y quienes tenemos dos hijos que entre si se parecen como un güebo a una castaña nos hacemos la pregunta de qué he hecho con el uno que no haya hecho con el otro. Y es que nuestros locos bajitos tienen que cargar con nuestros dioses y nuestro idioma nuestros rencores y nuestro porvenir, les trasmitimos nuestras frustraciones y sobre todo nos empeñamos en dirigir sus vidas sin darnos cuenta de que con ello estamos limitando el desarrollo de su responsabilidad.
Y como en el nuevo credo social nadie es responsable de nada sino solo la sociedad que nos dirige y el papa estado que nos mima pues nuestros niños, que se aprenden la lección, se hacen especialistas en coleccionar excusas lejos de asumir alguna autoría sobre sus hechos y omisiones.
No seré yo quien diga que nada he tenido que ver, además de mi presunta aportación seminal, a la personalidad de mis herederos, pero desde luego me parece un poco excesivo el afectado interrogatorio de la psicóloga remontándose a la cuarta generación para buscar la causa de las cosas. ¿Tu sabes lo que es la muerte? Ahí si que da en la diana, ¿sabes las consecuencias que esto tiene para ti y tu familia y sobre todo para la niña fiambre tocapelotas que ya no tendrá la oportunidad de convertir su hijoputez en prometedora carrera política (si es que fuera preciso renunciar a lo uno para lo otro)?.
La serie de cuatro capítulos despelleja a profes y padres; despelleja a la poli que no se entera de la misa la media y pasa de puntillas “sobre las (des)ventajas de ser un marginado” (por cierto excelente peli Chbosky, 2012 y libro Lerman, 1999) para centrarse en el drama del zagal y sus papis. Se pasa de puntillas por las “adorables victimas” en las que según la poli pelirroja “nadie repara” y no confundo la explicación con la justificación (excusatio non petita...) pero algo habría que decir de ellas y siguiendo la teoría de la psicóloga de sus familias, digo yo.
Los "sabios del babelia" y las "tertulias del mireusted" están subrayando la genialidad formal de hacer un plano secuencia de cada capítulo. Pero a mi entender de comepipas, esto poco aporta a la narración más que hacerte espóiler porque si ya sabes que va a ser plano secuencia intuyes mucho de lo que puede pasar o al menos mostrarte. Que no digo que no te meta más en las sensaciones eso de verte con la cámara al hombro como los reporteros de tarde en antena3, pero tampoco es para tanto. Por cierto si os gusta lo de las secuencias únicas ved el capitulo de la cena de navidad en familia de “los años nuevos” excelente serie de Sorogoyen.
Es una cosica mia, pero cuando veo estas pelis sociales británicas siempre me viene Ken Loach a la cabeza y su inapelable militancia en imágenes. Al bueno de Loach, ya lo conocemos y sabemos de sus posicionamientos y le queremos (a mi me gusta mucho) en lo que vale, sabemos que ser de barrio es así (San José askatuta), pero tampoco conviene cebarse en la cosa como si esto solo pasara en los coles suburbanos y no pasara en los coles pijipogres de zona residencial.
Desgraciadamente, o inevitablemente, los adolescentes están sin hornear, esto es y será así, va en el concepto, pero a diferencia de nuestra adolescencia ochentera en donde las influencias y relaciones estaban más identificadas (no digo controladas) ahora, creo, que vivimos en una complejidad social inabarcable. Incluso (o más) “en nuestro cuarto propio conectado” del que hablaba Remedios Zafra (2010).
La autoestima tiene que bregar en microbatallas de poder y relación con los demás en lindes difíciles de discernir; grupos (guasaperos y unopuntoceros) en los que participamos y en los que muchas veces jugamos doble rol de agresores y agredidos a un tiempo, micromachistas y ofendiditos según toca, la vida escolar, la vida laboral en sí.
Y es en donde los padres tenemos que luchar para ayudar a que nuestros hijos se vean responsables de sus actos (y omisiones), se construyan su identidad, tomen compromiso con aquello en lo que creen (si es personal y socialmente ético, mucho mejor, claro) y que, como en el boxeo aprendan que saber encajar es muchas veces mejor que el croché a la mandíbula del adversario y la violencia.
No sé qué pensareis, pero ser adolescente hoy día me parece dificilísimo, estoy en contra del “vosotros que lo tenéis todo” y en esta serie, en mi opinión, igual se simplifica demasiado. Pero vedla y opináis.
PD-. El doblaje y la traducción terroríficos de malos, hasta intenté verla en original pero se me antojo imposible. No entendía un pijo.
martes, 4 de febrero de 2025
Así pasan los dias esperando marzo. Libros y pelis de hibernación.
Todavía tenemos el frio guardado en los bolsillos para unas cuantas semanas y eso es cosa importante en esta tierra en la que nos escondemos entre las bufandas la mitad del año para desnudarnos en pelota viva la otra media. Son tiempos, los de febrero, de poco paseo y viento gélido del noroeste; tiempos en los que se aprecia más un rincón tibio de carajillo que mil mañanas de escarcha.
Leer, como vicio particular para
procastinar suspensos y ausencias. Libros que van hilvanando las tardes de
siesta de un viernes con los insomnios de sábado. Empecé casi sin querer Panza
de burro que recomendó pseudo en su blog enjuto y hambriento de letras. Es un
libro especial, casi desde antes de empezar, cuando la editora regala el making
of tan bonito como el propio libro. Raro, muy raro, escrito en una voz
personal, sin pulir, no sé si de manera consciente o inconsciente, insular,
poligonera, rural, hablando de esa edad iniciática que los british llaman teens
y aquí de manera más bonita llamamos adolescencia de tanto como duele.
De repente y a sobresalto me vi un Garci You´re the One una película que se cae de lenta, en blanco y negro, con una foto de mujer guapa como solo sabe sacar Garci. (Victoira Vera en asignatura aprobada; Paula Echeverria en Luz de Domingo ; la Pataki de Ninette y por supuesto Faltoyano de asignatura pendiente o Santana en La herida Luminosa) La cámara se encandila con una Lidia Bosh guapísima, pero mejorable en lo artístico (no es una gran actriz) y es que nunca ha estado más guapa ni ha actuado mejor que en Mi hermano del alma. Considerar You are the one como una película solo para adictos.
En el cine me he visto Cónclave (que quiere ser Sorrentino, pero no le llega a la suela del zapato, perdón de la sandalia del pescador) y a Sorrentino en Parthenope que quiere ser él mismo en La gran belleza, pero eso es complicado. Es un poco más el Ripley de la preciosa y gaseosa serie del Netflix que te engatusa en su bonitismo etereo sin nada debajo pero muy agradable de ver.
Y si queréis ver un peliculón. La casa en llamas por supuesto vedla en catalán; no me conozco los actores, pero es imperdonable no ver la actuación de la madre en original. Hasta mi mujer tan reacia a los lenguajes orientales sucumbió a la evidencia de verla con letrericos. Divertida lindando con lo dramático; realista del verbo constumbrista, o sea familiar; estéticamente impecable y perfectamente ordenada en lo argumental. Muy bien.
Y así pasan los días esperando marzo.
PD-. Por cierto la estupenda actriz de casa en llamas es Emma Vilarasau de la que podría mentiros pero no tenía ni idea de su existencia hasta esta peli.
sábado, 11 de enero de 2025
¿Por qué leo y escribo reseñas? Listas, listos y listados de libros.
Para escribir una reseña de libros se tienen que dar dos cosas: la causa y la circunstancia. Disculpen la intensidad. El mejor libro no siempre es causa para el mejor post si no acompaña la circunstancia para el que lo escribe. La inspiración, el reflujo placentero y doloroso del burbon sin rebajes, del libro recién bebido, digo leído. Recordar, recordar como si lo que hubieras leído se convirtiera en vivido. Lo que lees te instruye y te construye, te hace distinto siendo el mismo o igual te consolida como el mismo aunque aparentes ser otro en ese barco de Teseo al que nos enfrenta la edad.
Los libros tienen vocación de regreso como la mujer que te dejo hace treinta años y de repente la reencuentras en la parada del bus trayéndote al presente con nostalgia todos los polvos que dejasteis por echar. Los libros son intemporales, sueños distintos que al final se hacen uno y se mezclan como sombras en la neblina de una tarde de febrero. Para eso sirven las listas para ubicar en el trasiego, para identificar en la mezcolanza como los montoncitos de piedras en el camino de regreso.
Los libros se convierten en hitos y referentes que deslindan el pasado. Quien era entonces cuando me encontré con Gabo, cuando leí de tirón de una tarde y una noche entera El amor en los tiempos de colera mientras los apuntes de jueces esperaban en su magnitud indigesta un preludio de fracaso. ¿Qué parte de aquel día con Juvenal y su puto loro me han hecho lo que soy? ¿cuántas palabras me regaló Garcia Marquez para traducir lo que me pasaba y me pasa por dentro?
Muchas veces, cuando te haces cotidiano de algún autor recuerdas con añoranza el primer encuentro, aquel momento en el que virgen e inexperto te enfrentaste por vez primera a su manera de contar y de decir. Cuando te adentraste temeroso en el bosque oscuro de sus palabras que ahora reconoces como la palma de tu mano. La tia Julia en el primer Vargas Llosa, el primer Montero Glez Cuando la noche obliga o el primer Sepúlveda de La sombra de lo que fuimos. Y ahora tan cotidianos, tan normales en las palabras que usas prestadas de sus libros en el día a día escritor.
Y es que los personajes se convierten en compañeros cuando aparecen y reaparecen libro tras libro en las sagas policíacas. Cómo echo de menos a Chamorro y sus dudas, a Bevilacqua y sus homilías dominicales, a los secundarios que Silva tiene secuestrados para novelas pendientes. Dónde esconderá Muñoz Molina el cadáver de Lorencito Quesada el de los misterios de Madrid. Los viste novicios, a medio hacer y ahora son tipos hechos y derechos que te miran desde el final de su historia como Bascombe en la tarde de san Valentín, como la hija de tu mejor amigo que tuviste en brazos y ahora te hace un like desnuda y aparente en las fotos de Instagram.
Por el contrario, hay libros como islas en la corriente que cantaba Dolly y el barbitas, libros que aparentan únicos en la inmensidad de las hojas impresas, libros que piden a gritos la relectura antes de acometer nuevos retos como el Camino de Sirga de Moncada, como La habana para un infante difunto del infante cabrera como El cuaderno gris.
Y ahora que recopilo tantas causas, tantos libros, me topo con las circunstancia del hoy y el ahora en este cuaderno de reseñas a mitad de camino como obra inconclusa que se ve en el polígono desde la autovía, como ese café pendiente entre tu y yo que nos permita el examen de reválida como Fiorella y Sacristán.
Antes del blog solo está la infancia lectora, la adolescencia, los locos veinte, los idealizados treintaytantos los años nuevos de Sorogoyen que saltan a la memoria con la elipsis del tiempo intermedio, como el sexo confuso de entonces sin personalizar. Aunque solo fuera por darme excusa para ir recopilando por escrito lo que leo ya tendría sentido este vicio infantil y solipista, de autofelación sin costilla flotante que son los blogs.
Por todo esto me he embarcado este principio de año en actualizar mis listas de lecturas que estaban ancladas en tiempos prepandemia como el casco del barco herroso que muere en la costa y no se puede desencallar.
De momento os pongo dos:
Las de las reseñas (94 nada menos) que he escrito en el blog, me parece increíble
y los 542 libros desde 2010 puntuados del 1 al 5
Después ya subiré
los autores más leídos, los libros mejor puntuados, las más de 100 policíacas
que ya tengo casi terminadas. En fin, este arte de procastinar sin utilidad o con la utilidad que solo veo yo.
Feliz año y feliz lectura
jueves, 9 de enero de 2025
Mis 94 reseñas de libros escritas desde que tengo el blog
A |
H. Abad Faciolince |
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Pedro Andreu |
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Fernando Aramburu |
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B |
Andres Barba |
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Roberto Bolaño |
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|
C |
Andrea Camilleri |
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Albert Camús |
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Carrere Emmanuel |
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Carlos Castán |
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Cela Camilo José |
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Chandler |
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Coetzee |
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|
Conde Jose Antonio |
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|
Boris Cyrulnik |
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|
|
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D |
Patricia de Blas |
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|
Sergio del Molino |
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|
|
|
|
Juan M. de Prada |
|
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Elifio Feliz de Vargas |
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F |
Marta Fernandez |
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Richard Ford |
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|
Espiro freire |
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G |
Garcia Pavón |
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|
García Montero |
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|
Gimenez Bartlett |
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|
Gonzalez Ledesma |
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Belen Gopegui |
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|
H |
Eduardo Halfon |
|
|
Helene Hanff |
|
|
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|
J |
David Jimenez |
|
|
|
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L |
Miguel Labordeta |
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Elena Laseca |
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|
|
|
|
Donna Leon |
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|
|
|
M |
Sandor Marai |
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|
Jesús Marchamalo |
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|
Javier Marias |
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Luis Mateo Diez |
LA
FUENTE DE LA EDAD. Mateo Diez |
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Mishima |
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Melville |
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Eduardo Mendoza |
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Jesus Moncada |
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Montero Glez |
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|
JR Moehringer |
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Jorge Moruno |
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A. Muñoz Molina |
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|
|
|
|
Murakami Haruki |
|
|
|
|
|
|
|
|
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|
N |
Justo Navarro |
|
|
|
|
O |
Amos Oz |
|
|
Antonio Orejudo |
|
|
|
|
P |
Sergi Pamiés |
|
|
Ramiro Pinilla |
|
|
|
|
R |
D. Ray Pollock |
|
|
Ana Ribera (Molinos) |
|
|
Mario Rodriguez (Rorschach) |
|
|
Philip Roth |
|
|
Isaac Rosa |
|
|
|
|
S |
Luis Sepulveda |
|
|
|
|
|
John Steinbeck |
|
|
Lorenzo Silva |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Silva y Trujillo |
|
|
|
|
T |
Mara Torres |
|
|
|
|
V |
Fernando Vallejo |
|
|
Domingo Villar |
|
|
Vargas llosa |
|
|
|
|
Z |
Pedro Zarraluqui |
|
|
Zweig |