Palabras, sed de palabras que pinten cómo me siento. Las sensaciones, si no se escriben, se difuminan para poco a poco hacerse nada y todo queda en un amasijo de recuerdos deshilachados, en manchas de acuarela demasiado aguadas. Las películas se entrelazan con los libros; las alegrías con las frustraciones y un mes con el siguiente sin solución de continuidad.
Palabras, sed de palabras de camino al curro de mañana, hablando solo por la calle a medio camino entre una oración matutina de acción de gracias, un chalado desvarío y un autoreproche por tanta intensidad.
Palabras no pronunciadas que se esconden tras las miradas esquivas. Ahora que a la gente se le ve la cara da pena ver como miran al suelo evitando al de enfrente.
Cansado de pensar sin método, comencé a querer poner orden a mis reflexiones desbocadas en una apariencia de cientificidad de la que ahora casi me arrepiento. El método se ha zampado mi verbo y casi mis adjetivos. Escribir, escribir todo el rato es lo que quiero sin cita ni referencia. Recitar sin rima, ver las cosas que pasan y hacerlas mías sin más compromiso que ir contando en un diario como este lo que pienso, digo lo que siento.
Qué curioso que lo científico nos quiera enseñar procedimientos auditables, explicables y replicables de cómo observar, leer y escuchar. Hoy que tan poco se lee, que se mira la realidad a través de la pantalla y que se no se tiene más noticia de lo que dice el otro que el mensaje de guasap. Qué curioso deseo el de la ciencia de sacar sobre la arena muertos los
peces del mar para ver cómo viven. Qué curiosa pretencsión querer intervenir para cambiar lo que discurre libre y complejo.
Saco diez minutos antes de subir
al monte para escribir estas líneas y que no quede marzo vacío. Ya sé que no es
mucho, pero al menos regreso, me recuentro con las palabras sin constructo. Qué otra cosa me divierte desde siempre sino palabrear, llenar la
realidad de letras, hacer claroscuros con lo intuido, escorzos con los
conceptos, mentir en frases sin sentido rellenando la realidad de palabras hermosas pero huecas.
Pues nada, aquí os dejo con algunas de las canciones minoritarias que ahora me gustan.