domingo, 6 de febrero de 2022

Hacedme un hueco al sur

Hacedme un hueco al sur, al sur del sur donde la vida corre más lenta. Ya han pasado los tiempos de premuras donde conseguimos euros para esa educación que nuestros hijos han menospreciado; ya han pasado luchas por galones que hoy se venden a granel en las mantas del rastro, ya ignoramos los saludos impostados de actores de política que curiosamente hoy se matan por saludarnos. Hacedme un hueco al sur que ahora llego, porque todos los sures exhalan olor a salitre y quietud, desayuno templado, olor a barrio y carencia. 

Quiero ver el mar, un mar tibio porque los mares del norte son frios y saben a cobre. Quiero un mar entre pinos, de los de ir andando mar adentro sin miedo a ahogarte. Sentarse en los remansos de las olas todavia avergonzadas de junio. Tiritar de frio sin congelarte, aprovechar que el tiempo todavía te da cuartel para hacer horizontes de varios colores: lilas y azules, anaranjados y grises con nubes bien apaisadas, bien de algodón.

Ya sé que idealizo el sur y que el sur no es sino el norte pero más abajo, pero a mi me hace ilusión, me gusta imaginar en mis sueños las playas desiertas de Cadiz en primavera, el otoño de Trelew, el Mediterraneo dulce de marzo que es preludio de ingravidez y las mañanas grises de lluvia arrebujados bajo las palmeras. Para mi eso es ser siendo, ser un poco sin ser mucho, sin ser tanto. Simplificarse en esta complejidad que nos tensa en una interpretación idiota de ir viviendo.

Para mi el sur es escribir en un cuaderno a las doce de la mañana con una cerveza fría y unas gambas saladas, el sur es mirarte recien despierta y sin pintarte, el sur es el abuelo con la bolsa de cruasanes recien horneados, la señora de la limpieza del bar de la esquina barriendo la terraza, el tractor que tamiza la arena junto al mar. El sur es el puerto de Cambrils, que está un poco más al norte pero da igual, no el puerto con olor a gasoil y tarjeta de crédito sino el que recuerdo en mi adolescencia con viejas remendando redes, con marineros  calafatenado barcas, con subastas a la baja en la lonja.

El sur es callejear de mañana para ir a la panadería donde venden las cocas de recapte con cebolla pochada, pebrot y sardina, con butifarra me sirve igual (si alguno sabe sitios de la costa dorada donde las hagan buenas que me lo diga por favor) y leer en el periodico las noticias como si todas estuvieran de más, este es el sur que añoro entre tanto ruido.

También me gusta escuchar habaneras de noche a la bora del mar, oir cantar en andaluz a marineros viejos en el Santi Petri antiguo, un cordero patagónico al medio dia escuchando a un cuentista de acento meloso imaginando aventuras como las que contaba Sepulveda en el mundo del fin del mundo. (Qué soledad literaria nos has dejado). Pero también me gusta el turisteo de Chiclana y Cunil de la Frontera, el viento asilvestrado de Tarifa, el terraceo de media tarde en Calafell, el anochecer de Sitges a medio camino entre la tentación y el pecado.

Hacedme un hueco al sur que ahora llego, mientras cierro todas las tonterías que me aferran todavía a este norte sin sentido.

miércoles, 2 de febrero de 2022

Musicas minoritarias: Los covers de grupos familiares. Foxes&Fossils, Choro das 3 y Los Petersen.

Los jovenes y novicios blogueros no os lo vais a creer, pero hubo un tiempo en el que uno se sentaba al teclado y escribia y escribia lo que le daba la gana, colgaba lo que le apetecia en el momento que le apetecía y ni siquiera pensaba si estaba bien maquetado o alineado a derecha. Pegaba un yutuf, una foto de una jamonilla o jamomillo sin preocuparse de la cosificación que siempre acarrea el babeo y se largaba tres versos que no rimaban ni pa tras. 

Lo más divertido de la cosa es que entonces había un mogollón de gente que se iba enganchando a lo improvisado y no le daba más importancia a si estaba bien o mal escrito,si le faltaban comas al parrafo o le habías pegado varias patadas al diccionario en salva sea la parte con palabros de indeterminada procedencia. Lo más divertido era pegar canciones raras que provocaban improperios irreproducibles, pero que a ti te daba igual, habías escuchado algo que te gustaba y lo compartías sin más.

Pues esto me viene a la cabeza porque en esta noche de entresueño me he vuelto a enganchar a uno de mis vicios inconfesables que es escuchar covers de familias cantando pol yutuf musica country o folk en sus más variadas versiones. He de decir que hago trampa, porque tengo una carpeta donde guardo a los que más me gustan y así voy sobre seguro. No cualquier familia me hace tilín, tienen que  guardar un orden, ser monos y sobre todo algo importante, tocar de puta madre.

Os pongo algunos de mis favoritos que seguramente ya habré puesto en algun otro post pero así os lo memorizais pa otra vez: Son los Foxes &Fossils, los Petersen y las chicas del Choro das tres con su papi a la pandereta y el sr del tambor que no sé la vinculación que tendrá con ellas y como os habeis portao muy bien os pongo también una versión de carinhoso de Costa que no es familiar pero me encanta con el publico cantando a viva voz.

Hala pues ya me direis si os gusta. De jamonilla pongo a Belucci que también la he puesto en la página del libros del 2022 que ya he abierto junto a Nieves Alvarez. Bueno ya que está aquí la quito de allí y pongo mejor a Nieves con Cindy, he buscado a heidi con un libro pero paice que la moza no lee.