Quizá
parecida a Seda de Baricco, un poco a La perla de Steinbeck, todo tan normal, tan
sencillo y tan rural a un tiempo. Tan tierno, como envuelto en la bruma que envuelve el
puerto, como si oliéramos a mar en cada página, como si viéramos los cuerpos
fuertes y moldeados de las buceadoras.
¿Lo
normal como sinónimo de vulgar o como sinónimo de sencillo? Me ha gustado
mucho. Es un libro de lectura rápida. No sé por qué lo contraponen las reseñas
que he leído con Murakami, no tiene nada que ver. Es un libro distinto este es un libro de amor.
También
puede ser una novela de postguerra: Nada de Laforet, Rabos de lagartija de Marsé. A veces una novela
adolescente: El otro árbol de Guernica.
La
leyenda del autor se come a sus libros. Andad con un libro de Mishima entre bibliófilos y os irán poniendo apellidos (a veces no muy gratos) al autor de lo que estáis
leyendo. Para mi una pequeña delicia inesperada. Realismo mágico, pequeño Macondo, puede ser. Es
fácil imaginarse en el entorno de la novela. Tan fácil como difícil escribirlo.
No es perfecto, deja a personajes colgados, quizá se le queda corto. Es un libro de moral pero sin moraleja; de valores sin sermón, de emoción sin borrachera de tensión.
No es perfecto, deja a personajes colgados, quizá se le queda corto. Es un libro de moral pero sin moraleja; de valores sin sermón, de emoción sin borrachera de tensión.
Quizá
a veces en el tono del buen salvaje que evoca El viejo que leía novelas de
amor, o el del perro o cualquiera de los preciosos cuentitos por encargo que
escribe ahora Sepúlveda para hacer caja. Lo contario al sexo abierto de Murakami, es
un sexo sensual e imaginado, quizás imaginario, aun más sugerente.
No
creáis que es fácil escribir sobre un libro tan sencillo, quizá es más facil ir
describiendo los libros que evoca, pero sabiendo que son todos y ninguno de
ellos al mismo tiempo.