Estaba escuchando en la internet uno de los programas de Enciende la noche de Rafa Arboleda (os pongo un enlace para forofos donde tenéis colgados la mayoría de programas de su ultima etapa en launicafm ) cuando he abierto las orejas de par en par al sonar At seventeen de Janis Ian que es una coplilla que me reblandece hasta limites insospechados.
Tras escucharla cuatro veces (obsesivo que es uno) la iba a colgar en el blog como música minoritaria, pero repasando la letra me he visto de repente teletrasportado a mis diecisiete y a uno de mis primeros cuentos que hablan de lo mismo que la canción. Me he acordado de como entonces,era capaz de escribir prácticamente a diario historietas y de lo que me cuesta escribir ahora cuatro líneas en el blog. Y me he ido al fondo del armario, allí donde se guardan las cartas de la adolescencia, los casettes sin tapa y los recuerdos inventados y he rebuscado y rebuscado hasta dar con este cuento y sacar de su hibernación de más de 25 años, estos tres folios manuscritos que os copio con la verguenza de un sinverguenza.
Pongo la musiquilla que es una preciosidad, repasad la letra y si no tenéis nada mejor que hacer en este primer domingo de bochorno y junio, miráis como desnudo mis 17 con uno de mis primero cuentos. Obvien las hortereces tenía diecisiete, lo peor no es que entonces escribiera así , lo peor es que ahora no haya mejorado.
NURIA
Qué guapo estaba aquella tarde, con su pelo todo hacia atrás, con su cazadora de cuero y esa sonrisa de matón de barrio con la que encandilaba a Nuria todos los fines de semana.
La música estaba altísima, tan alta que no le dejaba oír su voz, la de él, cuando hablaba con aquella imbécil rubia y se creería muy guapa con su carita de porcelana, claro como ella tenía granitos por eso no le miraba nunca, bueno sí que la miraba, pero como de soslayo, como sin darse cuenta siquiera de que Nuria estaba allí con la boca abierta.
Ay! y suspiró, acababa de sacar el peine hechándose todo el pelo hacia atrás, abriendo surcos entre el mar de gomina, o brillantina como le gustaba decir a él. Se quito las gafas y se secó los ojos; sin darse cuenta de que una lágrima le saltaba y hacia eslalom entre sus granitos de cabeza blanca.
Se quitó sus gafas y entonces se dio cuenta de que sin ellas debía estar mejor, bastante mejor,seguro, y tomo la determinación de que al día siguiente iría a ver a su primo Tomás, el oculista, que seguro que le haría rebaja en unas lentillas.Igual se creía la cursi esa que solo tenía ella los ojos azules.
Miró el vaso de gin tonic que tenía enfrente, era ya el segundo, pero le daba lo mismo. Quizás así se lo podría quitar de la cabeza- mira que bien baila el condenado- toda la semana igual, toda la semana soñando con el sábado en la disco y después nada, ni caso. Nuria se acordaba de la bronca que le hechó la hermana Teresa la de griego (hacia COU letras puras), cuando la pilló dormida mirando por la ventana.
Qué ridículo y además con lo que le gustaba ir a griego, sobresaliente todas las evaluaciones, a ver si la rubita de oro, sacaba sobresaliente, seguro que no sacaba ni suficiente…bueno seguro que era tan gilipollas que hacía ciencias puras, para ser doctor como papa, porque seguro que una tía con esa cara de mema tenía un papa que le hacia ser médico como él, como si no lo supiera, si se le veía.seguro.
Cogió el vaso y dio un trago más- Nuria hoy te estás pasando- se dijo Pero era lo mismo así se podría dar el pegote el lunes de que se había emborrachado y Marta su amiga de toda la vida, le diría que era imbécil,que tampoco estaba tan bueno. Jo! que no estaba tan bueno, ¿pero es que estaba ciega?. Mira ahora como se ríe, qué dientes por Dios. se levantó de la silla y se acercó lo que pudo a él, si pudiera tocarlo…seguramente Nuria daría los tres sobresalientes y los cinco notables por poderlo coger de la mano y porque la llevara a casa en aquel coche rojo,
!cuanto daría por eso! seguro que a la amiguita la llevaba todas las noches y además se haría la estrecha, como haciéndole sufrir, anda que si yo lo cogiera le iba yo ha hacer sufrir mucho. El alcohol le estaba haciendo alucinar y se echó a llorar porque sabia que si se encontrara con él, si de repente se le acercara, se quedaría tan cortada que no sabría qué decir.Seguro.
¿A dónde voy a ir con este metro y medio mal medido que tengo? donde voy a ir con estos granitos de mierda_ Hija mía que eso se te pasará con la edad le decía su madre con voz fingida_ será a la edad de 43,- que sí, que una amiga me ha dicho que con limón se van. ya no sabía ni que darse, le parecía que ya había agotado todos los experimentos de la farmacia .Menudo complejo, menuda depresión_ Hala Nuria que no sé de que te quejas, sacas buenas notas, se te compra todo lo que quieres_ y además era verdad !qué bueno era su padre con ella!.
Pero que hacia pensando en tonterías si estaba él delante su Juanito del alma ( ella sabia que no le gustaba que le llamaran Juanito sino John o Denis) El era de ese tipo de muchachos que dicen “mi chica” cuando se refieren a su novia, pero a Nuria no le importaba. El era de ese tipo de chicos que se metía en peleas en menos que canta un gallo y la verdad sea dicha era un poco fantasma pero a Nuria le daba lo mismo- El era de ese tipo de chicos que fingiría no haberla conocido por hacerse el duro delante de sus amigos. pero qué iba a decir Nuria si estaba enamorada, que iba a decir Nuria que se pasaba viernes, sábado y domingo sentada mientras le miraba y eso que el ni siquiera le decía hola en las dos horas.Después se lo contaba a Marta y al resto de sus amigas y se le reían ¿pero como no se le iban a reír si lo suyo era obsesivo?
Y tanto que era una obsesión pensaba ella, si esto solo les pasa a las niñas de primero,se decía una y otra vez, y yo soy de COU y decía cou con un énfasis especial como queriéndose convencer pero era inútil. Ella se quedaba allí como dormida, como atontada, como enamorada...mirándole fijamente para que no se lo quitaran y sobre todo odiando a esa niña diez de ojos azules, sin gafas y sobre todo sin uno solo de esos granitos en la cara! qué complejo tenía Nuria, con los dichosos granitos! Pero ella disfrutaba así, sola en medio de todo el jolgorio de la música y entre las sombras de aquel habitáculo que le hacia olvidar todos sus complejos aunque solo fuera por un segundo- debía ser la edad- se decía emulando a su madre.
Y ella se quedaba así, como dormida,como atontada, como enamorada, como estaba aquella tarde cuando su padre entró queriendo ver el telediario. Estaba tan cerca de la nada que ni le miró. Solo se dio cuenta cuando saco la cinta de Grease del video. Cuando John Travolta y Olivia Newton John se marcharon de repente de la televición por enesima vez desde hacia meses.
Nuria no salía ningún fin de semana, prefería estar con John y echarle las culpas a Olivia de todo lo que pasaba. Olivia tenía la culpa de que midiera uno cincuenta y cinco, Olivia tenía la culpa de que se rieran de ella en el colegio, de ser la niña empollona y por supuesto tenía la culpa de que tuviera la cara llena de granos. Ella prefería amar como una quinceañera a un personaje de ficción que por supuesto nunca le diría que si, pero que estaba segura de que nunca le diría que no. seguro.
Y Nuria al pensar en esto, porque lo pensaba, lloró, salió del comedor y se sentó en su pupitre para escribir esta historia, historieta de su desilusión. Le hubiera gustado desprenderse de todas estas reflexiones que llevaba encima, pero se vio como un caracol al que le pesaba su casa pero que sabía que nunca podría prescindir de ella sin morir. Bueno seguro que vosotros también pensáis que esto se cura con la edad. seguro.
PS-. los hecho y los echó son del original.