lunes, 15 de marzo de 2021

De lo que no voy a escribir en este post.

Andaba dispuesto a escribir un post de fin de semana, quizá porque pienso que cuando dentro de un tiempo trate de recordar cómo me encuentro ahora, será la lectura de estos retazos lo que  mejor me retrate. Es curioso pero cuantas más ganas tienes de escribir cosas personales, más te escondes en temas superficiales. Demasiadas preguntas, demasiadas cobardías, demasiados retos en estos tiempos de incertidubre, demasiada certidumbre en lo vano, demasiado sujeto a la nómina para tomar caminos arriesgados, demasiada gente con la que no querrías tener ninguna relación si no fuera porque te ves obligado. Qué mierda la crisis del domingo por la tarde tras un fin de semana estupendo, qué mierda querer dormir una siesta que te lleve a la mañana de lunes sin dar tiempo a que la ansiedad de madrugada te mordisquee la tristeza. 

Pensaba escribir sobre una frase de Jim Rohn que rescató un amigo mio en una charla reciente "somos la media de las cincos personas con las que pasamos más tiempo"; no dice la media de nuestros amigos, no dice la media de nuestra familia, dice la media de las personas con las que pasamos más tiempo y me hace pensar no solo en que estoy dejándome demasiados pelos, demasiadas horas, en la gatera laboral sino que también, lo que haces te hace, yo que siempre he estado encantado de conocerme, empiezo a mimetizarme con un entorno de tristes y lángidos actores de una representación mediocre. Y no quiero.

Hay parejas que no han soportado esta convicencia forzada, en mi caso está siendo lo contrario. El esfuerzo por arropar al otro en los problemas (ninguno de salud, gracias a dios), nos ha permitido desbrozar las pijadas de lo cotidiano para centrarnos un poco más en nosotros. También me ha permitido ver que en este sistema educativo liquido, anónimo, volatil e intrascendente en el que vivimos, el punto central de la enseñanza ya no es el colegio sino la enseñanza personalizada en casa (lo que viendo la factura de cada mes me hace plantearme algunas cosas), no es aquello de que en el cole se aprenden asignaturas y en casa educación; hemos llegado a que también las asignaturas se aprenden en casa y el tiempo que puedes dedicar marca, en muchos casos, la diferencia. El cole es un entretenimiento.

Tampoco la realidad política ayuda. No hay nivel de debate más allá de la descalificación ad hominem. Mis contrarios nunca hacen nada bueno, mis amigos nunca hacen nada malo. No puedes criticar la gestión porque te conviertes en un enemigo. Lo que yo digo es cientifico, lo que tú dices es político. Me llama la atención como varias blogueras que seguía antes y que me encantaba lo que decían en sus bitácoras, desde que se han metido en política activa han apagado sus blogs, quizá porque les dé miedo a mostrarse, quizá porque no está bien visto que un político pueda escribir bogs y versos, ese es el nivel de bajeza. Hasta los escritores que entraban en discusiones y debates con sus lectores como Lorenzo Silva o Perez Reverte han renunciado al intercambio de golpes. Quizá tan solo Montero Glez aguanta en tuiter el tipo y baja a la arena. Le admiro tanto como le discrepo. Tengo a medio escribir un post sobre ¿A dónde va la derecha española? que haga de continuación a un post que escribí hace un año y que se ha convertido en uno de los más vistados sobre ¿Qué es el populismo en España? y otro mucho menos visitado sobre el inmoral que nos gobierna.

Dejaremos para otro momento o para mis otros blos la crítica a la obra de teatro "Puertas Abiertas" que ví el viernes, dejaremos el sensacional concierto de Andrea Motis y Randi Greer que vi en el auditorio el viernes anterior y dejaré para más adelante un resumen de los pintores realistas contemporaneos que me ha descubierto instagram: Vettriano, Vicent Giarrano, Fabian Perez o Bouvattier. Y es que igual que decía Richard Ford en El día de la independencia “el modo como se nos escapan nuestras vidas es nuestra vida”, y en este caso el modo en el que os he contado de lo que no voy a escribir se ha terminado conviertinedo en lo escrito en este post.

Pongamos para desentumecer una genialidad de Robe en Extemoduro. Merece la pena oirla para seguir creyendo en los lunes.



viernes, 5 de marzo de 2021

Cuatro cosas que hacer la Cinco marzada. Museos, peliculas y artes varios.

Como sabeis los habitantes de este blog, el Cinco de marzo es día feriado en mi pueblo en el que se rememoran amontonados en un parque acontecimientos históricos por lo general envueltos en caldos y viandas en demasía. Con mis amigotes (no confundir con amiguetes o amiguitos de esto ya hablaremos) nos ha pasado de todo tal día como hoy: hemos salido en primera página del heraldo, casi se desnuca un concejal a nuestro lado mientras nosotros dormíamos apaciblemente en un banco a dos metros, hemos participado en juegos populares que casi acaban en reyerta multitudinaria y junto a mi amigo G. gané a uno de los campeones mundiales de guiñote (cierto es que en mi pueblo en cada bar hay un campeón mundial de guiñote, pero a uno de ellos le gané tal día como hoy). En este post os podeis hacer a la idea de por donde va la cosa.

Este año como nos han puesto bozal y nos han amarrado a la puerta del baile como al burro de la canción, ya no caben desmanes grastrovinícolas por lo que me he levantado cultureta y me he ido de ruta gafotas más feliz que una perdiz. Que uno igual vale pa trasnochar que pa madrugar que me decía la consuelo.

1.- Primero  me he ido al Camón Aznar a ver la exposición de Pepe Cerdá. Esta me ha gustado menos que otras pero como siempre sensacional. Prefiero sus paisajes de las afueras que sus retratos pero eso es cuestión mia.



2-. Ya que estaba allí. Y aprovechando la enesima vez que me han tomado la temperatura hoy (lo que para un hipocondraco como yo es una tortura, diosito diosito que saldrá esta vez? ... pues si se la han tomado hace diez minutos saldrá lo mismo) me he subido a ver el museo de Goya (no tanto a Goya sino la de los pintores tras goya "El legado de Goya"), que es una etiqueta que se inventan para dar unidad al museo aunque la planta 3 tenga que ver poco con el de Fuendetodos . Seguro que alguna vez la había visto pero sinceramente no me acuerdo y me ha encantado, con un montón de pinturas de artistas que me gustan como De Haes, Muñoz Degrain y sobre todo del aragonés Pradilla (del que ya os he hablado porque su cuadros de Juana la Loca están entre mis "más favoritos" del Prado).



3-. Me he acercado al Pilar (me han vuelto a tomar la temperatura) y me he recreado en el juego de luces entre las capillas y las naves laterales, nunca me canso de hacer ese paseo con esa luz distinta a cada minuto. Da igual si crees o no en dioses y santos (es un paseo de reencuentro interior en cualquier caso) Como venía de ver lo de Goya me he entretenido esta vez en La adoración del nombre de Dios que es la pintura que cubre el coreto enfrente del camarín de la virgen. (Es más famosa la regina martirum pero a mi me gusta más esta.

He pasado por la puerta de la Lonja y he visto que había una exposición de la Fundación Telefónica. Le he preguntado a un matrimonio mayor que salía. "Pues mira maño, todo muy moderno y famoso, que si picasso y tal pero a mi no me ha gustado nada; de todas las maneras la ves en cinco minutos" me ha dicho la señora vapuleando el siglo XX artístico en dos guantazos. Como no había fila me he metido (previa medición de temperatura). Y si quitamos a tapies y chillida que sí que me gustan y este cuadro (La belle Societé de magritte) que os pongo y que había visto en mil libros, el resto me ha dejado más o menos tan frio como a los abueletes destroyer.


4-. Mis adolescentes estaban tambien dedicados al arte, al arte contemporaneo en su versión Play Fifa y "mai guaif" que se debía sentir culpable por haberse ido a currar dejandome abandonado en dia de fiesta me ha propuesto comida tardana de novios+cine. El lugar de la comida ha obtenido la calificación de "restaurante llenatripas", sin pretensiones ni reproches cumpliendo la utilidad sin más y nos hemos largado a ver Las niñas. He asumido valientemente el riesgo de elegir yo peli (tras la mediocridad en la elección alimentaria de "mai jalf oreinch"). Al entrar ¿qué han hecho? coooorrecto medirme de nuevo la temperatura. La peli me ha gustado, tampoco para irse de la olla en alabanzas, pero me ha gustado. Había muchas cosas a favor: Escuchar un acento como el mio (la peli es de zaragoza), ver mis calles y recordar musica de aquellos tiempos tardochenteros y noventaipocos me ha hecho ilusión. Los niños del Brasil eran más de mi hermana que mios, pero Más Birras está en mi banda sonora vital sin duda. Hasta os he contado un par de cuentos basado en sus canciones:

 La chica que silbaba canciones de Dylan  

y aquel otro de La cass de Bukowski

La pelicula tiene actuaciones muy brillantes como las de Zoe Arnao y Andrea Fandos (dos de las niñas) y la madre (Natalia de Molina), la monja Consuelo (Francesca Piñón) a mi entender hace también un papel muy digno. La pelicula tiene una estética de documental, con guiños generacionales (algunos muy para los de aquí) y la niña Celia aguanta la cámara cerca con una mirada que te atrapa absolutamente. La maternidad monoparental es lo que más me ha gustado, también ese descubrimiento de la edad adulta por las niñas.  Sin embargo he echado en falta un poco más de argumento, igual no le cabían más cosas en la peli, el cole se come demasiado, pero a mi modo de ver la relación entre las dos niñas protagonistas y la relación niña-madre daban mucho más de sí, incluso con los abuelos. Resumen recomendable pero daba para mucho más.

Pues nada, así ha pasado el día y así se lo hemos contado, que pensaba poner cuatro fotos en el blog de mi primo gafotas, pero se me ha ido el post de las manos y ya lo he colgado aquí.

Abrazos mil.


 

miércoles, 3 de marzo de 2021

Junimuners. El arte de elegir la fila correcta para ser un triunfador

Soy de los que no creen en el tema ese de la justicia social ni en que cada uno recoge lo que siembra, ni que a cada cerdo le llega su sanmartín, ni en todos esos esoterismos basados en la creencia de que algún ser extraño y generalmente supremo se dedica a reordenar y reequilibrar los premios en referencia a los méritos, esfuerzos, rezos u otros hechizos. Es cierto que si no juegas a la lotería es difícil que te toque y que, si estás en tu casa manoseándote las partes pudendas, resulta más complicado que la fortuna te sonría, pero imposible lo que se dice imposible no es.

Si os gustan estas melonadas de cómo triunfar en tres minutos leeros el libro Outliers de Malcolm Gladwell allí hace reflexión de por qué triunfan los triunfadores y cosas así. Cuenta como el hábito en que las cosas te salgan bien suele ser la causa de que te atrevas más a menudo porque tienes confianza. Quienes tienen capacidad de ensayar suelen actuar mejor que quienes no e igualmente quienes tienen acceso a herramientas escasas serán los primeros de la clase. Todas estas cosas tienen su lógica. Pero al recordar ese libro también me viene a la cabeza hipótesis peculiares del autor como que los que nacen primero o sus apellidos empiezan por las primeras letras tienen más opciones en la vida. (os juro que lo argumenta de una manera que hasta te convence).  Y puesto a parir teorías peregrinas, yo también tengo una y es que los triunfadores son los que tienen el arte de elegir las filas correctas.

En mi casa tenemos una peculiaridad (no admirable) y es que como llegamos siempre tarde (bueno muuuuy tarde) tenemos poco hábito de hacer filas. Cuando nosotros llegamos generalmente ya no hay filas, más bien porque ya han cerrado las puertas o se ha acabado la actuación. Esta falta de habito sumada a la habitual desconfianza que en mi persona tiene la señora que ronca a mi lado desde hace más de veinte años, nos ha llevado a más de una situación complicada que os cuento para ilustrar mi teoría de las filas y nuestra suerte contenida: 


 

Los viejos lectores de este blog sabéis que hay una serie iniciática que titulé losjunimuners basada en las aventuras y desventuras de la nuera de la consuelo y un servidor en su viaje de novios . Pues repasando el otro día me dí cuenta de que no os he contado la historia de los señores del turbante en Malasia.

Imaginaos lejos, mu lejos, digamos que Singapur, to lleno chinos, y la típica recomendación de cuñao. “Si vais a Singapur no os podéis perder el safari nocturno en la frontera de Malasia, si no lo veis es que no habéis estado en singapur”. Yo me imaginaba a varios orientales enfundados en traje de pantera haciendo el lelo delante de turistas cámara en mano y me daba tirando a pocas ganas, pero ya sabéis que un viaje de novios lo que impera es el "sí cariño".

“A mi lo que me tira pa tras, es que no tienes ni idea de inglés, dijo mi adorada junimuner confiando en mí, y eso acaba a las tres de la madrugada lejísimos”

 ¿Pero a ti quien te ha dicho que yo no sé ingles?

Tu déjame en paz que yo seguiré a alguien que tenga pintas de saber, que de ti no me fio.- Me increpó- Mira estos chicos del turbante que son de aquí y que espabilaos parecen, (Mi mujer hace silogismos en los que solo ella encuentra lógica: Tienen turbante ergo son de aquí) se refería a una pareja de sijs que se montaron en nuestro autobús y que podían ser de allí o de Mondoñedo (Lugo).  Hay que decir que la nuera de la consuelo no tiene mucho tiento al localizar lugareños.

Eso lo dirás tú.

¿Te recuerdo cuando preguntaste a dos guiris sonrosados con una guia en la mano porque decías que parecían del mismo Gerona?

Pues para mi que hablaban catalán  

¿O al señor negro en la plaza de maría pita?

¿Y por que no puede ser un negro gallego?

Por poder serlo puede, pero habitual no es.

Yo que domino el singapureño como si hubiera nacido mismamente allí entendí claramente que a la salida veríamos una fila con una señora con un paraguas rojo (rojo=red) y un logotipo raro. También entendí lo de la puntualidad británico-singapureña o sea que el que no estuviera allí que se buscara la vida porque las tres era muy tarde.

A mi déjate de tontadas de paraguas, yo sigo a los del turbante que me he quedado con su cara y esta gente sabe mucho de la vida. ¿silogismo?  Vimos el espectáculo, la verdad muy recomendable y a la salida por supuesto nos demoramos comprando cosas importantes como un imán de nevera para mi suegra. Corre que la del paraguas se está metiendo en el autobús, le dije. Déjate de tontadas que estos chicos también esperan. Ponte en esta fila detrás de ellos que la que tu dices no es.

Cuando alcé la vista yo creo que era la reunión anual de amigos del pueblo sij y en cada fila había cuatro cinco señores ataviados de la misma manera. Yo no tengo la culpa de que todos vistan igual es normalísimo equivocarse. me dijo. (Veinte años después eso hubiera sido causa de guerra peeeeero entonces todo era amor).

Por supuesto no eran nuestros sijs, no era nuestra fila y por supuesto perdimos el autobús a las tres de la madrugada; pero lo más curioso es que había varios de turbante tan perdidos como nosotros y como somos tan roceros enseguida nos amigamos con una familia de cuatro miembros de los del moñete (si van en familia no nos raptarán) (¿lógica ilogica?) y entre los seis alquilamos un taxi

Six no problem  ¿ha dicho six o sijs?

No te hagas el listo que eso también lo he entendido yo.

El viaje de vuelta fue para grabarnos con todos apretujaos en un taxi-cafetera. Ten cuidado que el papa sij te mira con ojos picaruelos (Qué guarro eres hijo mio). Cuidadín que gui ar junimuners.- le dije- Ohhh junimuners congratulations 

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Pues de estas historietas de filas equivocadas tenemos varias. Yo creo que alguna otra ya la he contado por aquí. Cuando mi mujer con el carrito del niño (y niño dentro) confundió la fila de la farmacia a las seis de la mañana con la de La jungla que era un after de mi pueblo con la gente más pasada de toda la noche zaragozana “Oye mami, que creo que al bebe no le va a gustar nuestra música igual deberías ponerte en la otra fila y me compras unas pastillitas para mi de paso, jajaja, pero si quereis entrar encantados”.

O cuando en un hotel de Badajoz en lugar de esperar la fila de la puerta de recepción “Tu es que eres muy legal como tu madre pero en esta vida hay que ser más espabilado” en esa otra puerta de al lado no hay nadie. Me fui a aparcar el coche regresé y tras casi un cuarto de hora la ví salir del bingo. No te hagas el gracioso, que te conozco, el cartel ese luminoso hubiera hecho confundirse a cualquiera. Y ya me pegué todo el viaje cantándole números: el veintidós los dos patitos, el ocho, el trece, mira como… (que guarro eres hijo mio y que poca gracia tienes).

Así que después de este rollete de matrimoniadas deduzco que en la vida hay dos tipos de personas los que aciertan la fila y triunfan y los que nos equivocamos y nos sirve de excusa para echarnos unas risas. Francamente casi prefiero la segunda.