viernes, 31 de marzo de 2023

Palabras

 

Palabras, sed de palabras que pinten cómo me siento. Las sensaciones, si no se escriben, se difuminan para poco a poco hacerse nada  y todo queda en un amasijo de recuerdos deshilachados, en manchas de acuarela demasiado aguadas. Las películas se entrelazan con los libros; las alegrías con las frustraciones y un mes con el siguiente sin solución de continuidad.

Palabras, sed de palabras de camino al curro de mañana, hablando solo por la calle a medio camino entre una oración matutina de acción de gracias, un chalado desvarío y un autoreproche por tanta intensidad. 

Palabras no pronunciadas que se esconden tras las miradas esquivas. Ahora que a la gente se le ve la cara da pena ver como miran al suelo evitando al de enfrente.

Cansado de pensar sin método, comencé a querer poner orden a mis reflexiones desbocadas en una apariencia de cientificidad de la que ahora casi me arrepiento. El método se ha zampado mi verbo y casi mis adjetivos. Escribir, escribir todo el rato es lo que quiero sin cita ni referencia. Recitar sin rima, ver las cosas que pasan y hacerlas mías sin más compromiso que ir contando en un diario como este lo que pienso, digo lo que siento. 

Qué curioso que lo científico nos quiera enseñar procedimientos auditables, explicables y replicables de cómo observar, leer y escuchar. Hoy que tan poco se lee, que se mira la realidad a través de la pantalla y que se no se tiene más noticia de lo que dice el otro que el mensaje de guasap. Qué curioso deseo el de la ciencia de sacar sobre la arena muertos los peces del mar para ver cómo viven. Qué curiosa pretencsión querer intervenir para cambiar lo que discurre libre y complejo.

Saco diez minutos antes de subir al monte para escribir estas líneas y que no quede marzo vacío. Ya sé que no es mucho, pero al menos regreso, me recuentro con las palabras sin constructo.  Qué otra cosa me divierte desde siempre sino palabrear, llenar la realidad de letras, hacer claroscuros con lo intuido, escorzos con los conceptos, mentir en frases sin sentido rellenando la realidad de palabras hermosas pero huecas.

Pues nada, aquí os dejo con algunas de las canciones minoritarias que ahora me gustan.

 


 

miércoles, 8 de febrero de 2023

20 años del regreso de los junimunners de su vuelta al mundo.

Los nuevos seguidores de este blog no sabéis quienes son los junimunners. Dicese que esta semana hace veinte años del regreso de una pareja de destalentaos que decidió darse un garbeo por el mundo con la sana excusa de haber unido su convivencia el día de los santos inocentes del año anterior. 

Fue que se acercaron a una tienda del triangulico verde en la que sabiamente habían pactado dar el cambiazo de teteras, ajuares y cristalerias varias por una excursión. La tendera de los viajes les dijo una sabia frase nada más entrar. "Aprovechad, maños, nunca vais a tener tanto tiempo, tanto dinero ni os vais a querer tanto, así que  largaros muy lejos y disfrutad de viaje de novios que luego el matrimonio es muy complicado".

¿A ver dónde queréis ir? 

En dos palabras dijo la nueradelaconsuelo tomando la iniciativa "Muy... lejos". 

¿Australia os parece suficientemente lejos? 

Podría estar bien ¿y por ahí cerca que más hay?. 

¿Nueva Zelanda? Además en lugar de ir directamente podéis hacer escala en Singapur ¿Tú no opinas, majo? 

mmmmmm!

Este no tiene gusto. Imagina que se quería comprar un anillo de casados llenos de piedras que parecía que tenía un puesto en el rastro. Irá donde yo le diga. 

Y este fue el principio de mi vida subyugada y mártir. Por lo menos unos días de playa tranquila por el Mediterraneo o así- Me permiti apuntar

 ¿Igual te quieres ir a Salou o qué? Cuuutre que eres un cutre, anda deja que la chica mire alguna playa por allí que seguro que hay alguna oferta.

¿polinesia? (el concepto de oferta es amplio y ambiguo y la señorita se frotaba las manos pensando en la comisión) Así que añadimos bora bora. Mira que bien, además volverás por el otro lado y podrás decirle a la gente que has dado la vuelta al mundo. Que tu eres muy de contar cosas. (Todavía no tenía blog).

Oye una pregunta. Este, (por mi), no tiene ni idea de inglés (oye que yo tengo el B1) déjate de chorradas tu no tienes ni idea. 

Va, no os preocupéis, vosotros le decís a la gente que sois junimunners y todo el mundo os tratará fenomenal, ya veréis.

¿El qué?

Junimunners así como suena.

Y así fue como dos personas que se pierden en una rotonda con una salida encaminaron sus pasos al mundo exterior durante un mes, nada menos, poniendo, de aeropuerto en aeropuerto, su recien estrenado matrimonio a prueba y proporcionando argumentos para la chanza popular de un futuro blog. Os pongo enlaces a los post que los viejos del lugar ya conocéis donde conté algunas peripecias de aquellos días.

 

Serie: Inicios matrimoniales con la Nuera de la Consuelo. “Basquet country” y “Los filipinos”

Los junimuners (cuarta entrega). En la farmacia singapureña.

Inicios matrimoniales (2): Una habitación en singapur Plis

Vuelven los junimuners. Las maletas de la nuera de la consuelo.

Junimuners. El arte de elegir la fila correcta para ser un triunfador






Pues nada, contra todo pronóstico seguimos aguantándonos tras veinte años, con dos churumbeles adolescentados que nos empiezan a mirar por encima del hombro, las yayas que se nos hacen mozas, un montón de amigos que nos aguantan en nuestra impuntual y desordenada forma de vida y un trabajo que amo y odio a partes iguales.  Seguramente podría haber vivido la vida de mil maneras distintas, pero repensando lo vivido, no creo que mejores. 

Ya sabéis que me caigo bastante bien y que estoy encantado de conocerme y de eso tiene mucha, casi toda la culpa la señora que ronca apaciblemente a mi lado mientras yo le doy a la teclica de este blog a estas horas desde hace años intentando engañar a mi insomnio.

PS.-Las fotos son de aquellas cámaras del siglo pasado de carrete. Hace unos años me dio por digitalizarlas y aunque son malas de solemnidad hace gracias verlas de vez en cuando.

martes, 31 de enero de 2023

Mi vacio y yo. Un peliculón por sorpresa.

No puedo soportar las tertulias de los matamoros de las tardes. No es que me las dé de cultureta, ni que deje de reconocer la labor social de entretener a la tercera edad que en lugar de convivir con Elena Francis y la teletienda conviven  con los jorjejavieres y sus amigos. Lo que más malo me sabe es esa tendencia a difuminar lo cierto con lo inventado; la bronca ficticia con la verdadera; la denuncia judicial con el montaje para sacarse unos cuartos. Que no digo yo que cada uno no pueda ganarse la vida como le plazca pero si fuera juez y viera a cualquier famoso cerca de mi juzgado, aunque llevara un ojo en la mano lo mandaría a su casa por la desconfianza que me generaría. Que el campo de debate de cosas tan serias como la violencia familiar sean estos teatrillos me pone de los nervios.

Y esto viene, porque el otro día se celebró en mi pueblo la entrega de los premios Feroz. Que no tengo ni idea de quien los organiza pero que se presentan como la antesala de los goyas y vienen famosos de todos los colores y como se hacen aquí pues nos sirve un poco de publicidad local que nunca viene mal. 

Y os diréis qué bien, pues no, mala suerte, a la mañana siguiente en lugar de los premiados somos noticia porque alguien ha agredido sexualmente a otra que resulta ser una pobladora de las tertulias antedichas de nombre Jedet, trans para más datos, emuladora-interpretadora de la afamada veneno del infame programa del infame Navarro.

Como ni quiero ni me da la gana quedar bien, no os voy a  mentir, y lo primero que pensé es que estos mequetrefes se han pergeñado una bronca ficicia de locas para salir en los medios y promocionar la peli y les han jodido el invento publicitario a los de mi pueblo, mecaguenensuputaleche. Después fui leyendo y parece ser que a un productor cincuentón, pasado no se si de copas o de polvitos, le dio babosa la cosa y empezó a besuquear y meter mano a varios de los presentes/as en una fiestuqui en su exaltación de la cutrez libertaria. Uno que de vez en cuando saca al agüelito preconstitucional que lleva dentro, pensé que en mis tiempos se hubiera solucionado con dos hostias del segurata al energúmeno en cuestión y siendo que estaban a las orillas del ebro un remojón a las cuatro de la madrugada que como ayer estábamos bajo cero le hubiera hecho reconsiderar su actitud a la primera de cambio.

Negativo. Se monta un girigay de mil pares de eggs y todos los políticos a tuitear conmocionados porque el nombre de nuestra muy ilustre ciudad se ve empañado por tan reprobables actuaciones. La presunta actriz se va al juzgado, detienen al presunto productor y mi yo democrático regresa. Os diréis ecdlc se flageló por su desconsideración con los hechos, un poco sí, pero lo que fundamentalmente se me ocurrió fue buscar de qué peli podría ser productor un tipejo que se dedica a joder la fiesta a los demás con la intención de no verla en mi vida. (reconozco que siempre me caen mal los borrachos que joden las fiestas)

"Mi vacío y yo" se titula, la gugleo y me sale noticia del director tirándose de los pelos porque le han mezclado con su productor, el tipo de la borrachera besucona de los feroz, y está (o dice estar) hundido en la miseria porque le han jodido la peli y su prometedora carrera. Y yo que tengo un corazón que no me cabe dentro, me digo pues pobre chaval si es verdad. Y miro en el justwatch donde echan la peli. Coño! en el filmin. Y me meto en mi filmin y está dentro de cine lgtbi en el que, llamadme carca, me meto tirando a poco a pesar de mis puntuales querencias por el alto de goamespuma, pachi andion y andré agassi Y vuelvo y le veo al director la cara de perrico abandonado , un tal adrian silvestre y me da pena (luego igual descubro que es un malvado terrorista chiita) pero me da pena. Y sale de dentro de mi ese yo tierno y adorable que conoceis y me digo este hombre merece que veas su película. 

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Y en eso gasto el lunes feriado de sanvalero en ver la peli lgtbi "Mi vacío y yo" basada en un joven trans que se descubre en disforia de genero y cuenta su vida a sus veinte tiernos años en Barcelona. Modo coña off. 

Es un peliculón como la copa de un pino.


Uno se mete en la protagonista, Rafi, desde el primer momento. Adrian Silvestre dibuja una película sensacional en una ficción con forma de documental. Diálogos, personajes, grupos de debate en la Barcelona pre pandemia que podrían ser perfectamente ciertos. Todo en un realismo descarnado, directo que se puede tocar. Nada de transformismo estridente de pinturete excesivo sino más bien sentimiento doloroso. El (o la) joven viviendo en la perplejidad de su cuerpo de la que no sabe como salir porque no sabe como comprenderlo. Nada de radicalidad, pero toda la tensión personal que el espectador comparte con Raphaelle en sus lágrimas inocentes, en su lucha interior por saberse.

La entrevista con la psicologa, la conversación con el médico en pleno debate consigo misma de si cortarse el pito y ponerse vagina o no. El intento de vivir una sexualidad a través de citas del tinder. Una sexualidad expresa y explícita sin concesiones a la sugerencia sino a lo más crudo. Nada de sexo chabacano, más bien tierno, pero para el incomprensible, doloroso. Lo hace genial en las conversaciones con sus padres, con sus compañeras de trabajo, todos la quieren, pero no saben como ayudarle y ella no se entiende. Los silencios que muestran ese conflicto en su querer ser normal y saberse distinta. Las fotografias que hace a escondidas a las familias, dizque normales, que van por la calle.

Las imágenes de la peli mezclan la cercanía de la protagonista con una fotografía urbana de primer nivel. El juego de las escaleras mecánicas, el locutorio, la obra de teatro que es a la vez escena y película que se mete en la película. En resumen que me ha encantado y os la recomiendo muuuuucho.

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Y vuelvo a telecinco y me imagino mañana los debates vespertinos cítricos sobre la tal jedet y el tal perez santana y los opinadores y los políticos solidarizados de mireusted y la presunción de inocencia y el consentimiento presunto y no puedo evitar un tremendísimo asco (no presunto) por esta tele que hace un teatrillo constantey  que es una depravación que convierte las cosas serias en trivialidades sin que la gente podamos diferenciar. Y no puedo dejar de imaginarme al tal Rafi de la peli y su sufrimiento de verdad tan bien expresado por el director al margen de tanta cuchufleta trivializadora de tertulia de corchopan.


sábado, 21 de enero de 2023

Sostika Patricia de Blas Opinión Ser mujer en Nepal

La India que yo vi era olor, color y pobreza. Distinto a la pobreza brasileña tan contradictoria y la nicaragüense tan politizada.  El turismo de pobreza se queda en la superficie, no llega a la pobreza profunda que entra en la (in)dignidad de los habitantes, esa que hiere cuando la conoces y que cuenta muy bien el libro Sostika de Patricia de Blas en Nepal.

Sostika es un libro periodístico que tiene en lo periodístico lo mejor de sus páginas. Lo novelero se le desmanda un poco. A veces por defecto como la relación con el traductor que daba para más y a veces por exceso con partes en las que la historia se hace menos creíble en sus giros de película.

Me quedo en el excelente reportaje que es lo que me ha hecho comerme el libro en dos sentadas, La descripción y sobre todo la evocación contradictoria entre la vida sedentaria y llorona europea y la vida en el límite de esos países que solo se descubre en los viajes menos organizados. Patricia de Blas describe de manera excelente la contradicción personal al tener que regresar a casa . Esa tentación de romper el billete de regreso que tiene todo viajero (y por la que a veces opta) ¿y si me quedo y que le den bola a todo?. Esa sensación de “otra vez aquí” cuando pisas el aeropuerto de Madrid que deriva en una especie de remordimiento por regresar.

Es de nuevo un libro de mujeres en contradicción. La mujer independiente que viaja y tiene la potestad de mandar a su entorno a hacer puñetas si fuera preciso y la mujer nepalí en toda su crudeza de (in)dignidad personal que le ata al territorio. Volviendo a mi viaje a la India, recuerdo a una niña en Anantapur de la que su profesora nos dijo que la habían sacado de un gallinero con cuatro años donde compartía (o se peleaba) con los gallinazos y el resto de bichos por la comida, básicamente por ser mujer pobre.

Me gusta la manera de afrontar el feminismo por contradicción de personajes. Si en La hija del Italiano de Elena Laseca, que comentamos hace unos meses, era un libro de contradicción entre el modo de afrontar por parte de varios personajes el rol de mujer en el medio rural, aquí la contradicción se acrecenta y recrudece recordando que en este mundo interconectado con cada día menos zonas de sombra de internet persisten, sin embargo, zonas de sombra de la dignidad personal de la mujer en el mundo.

Hay otras contradicciones sobre el oficio de periodista y sus límites ( la autora es periodista) y las contradicciones de hasta donde se debe respetar o si se deben afrontar y enfrenar principios culturales vejatorios para la mujer que son aceptados en esos países como algo propio de su cultura. ¿Hasta dónde es legítimo entrometerse por parte de un visitante europeo? En estos tiempos sin repregunta somos capaces, con razón en mi opinión, de afear a los cataríes su pisoteo de los derechos humanos mientras organizan campeonatos futboleros. Pero el idiotismo gobernante se posiciona pro árabe sin levantar la voz en la ciénaga de valores en los que se convierten estos territorios y costumbres denigrantes dizque culturales. No hablemos de la intocable China. Se cuestiona la ética de querer ayudar a nepalies, mientras tienes personas necesitadas a dos metros de tu casa a las que olvidas.

Sostika es un excelente reportaje que quiere hacerse (no sé por qué) novela cuando estaba fenomenal de reportaje. La autora conoce de lo que habla. Es un libro evocador que me ha golpeado con el recuerdo de muchas cosas que vimos en las tres semanas que estuvimos en la India en 2005, que no es Nepal pero en se le parece. Es una realidad que se impregna en su crudeza a los recuerdos y de la que es complicado despegarse. Entiendo perfectamente la necesidad de la autora de sacarse (quererse sacar) la historia de dentro.

Hay que destacar la edición impecable de Rasmia de la que tenía sus Cuentos libertarios y que en este libro reitera su buen hacer. Ya sabéis que en estas líneas se defienden que los buenos libros lo son también porque están bien editados.Este es un buen libro.

jueves, 12 de enero de 2023

Hoteles

Trujillo, Bucaramanga, Auckland, Calafate, Lisboa, Florencia, Torla, Triana, Bora Bora,Sevilla, Barcelona,Chiclana,Cairns,Singapur, Paris, Madrid...

Me he entretenido buscando hoteles donde he estado para seguir viajando por los recuerdos ahora que no ando sobrado de sueños.






















De regreso a casa

Decidió andar caminando hasta casa en aquella noche tranquila. Era una noche fría, con esa niebla disimulada que aun no preludía los dias de febrero. Sombras esquivas, jovenes en su regreso a casa tan llenos de esperanzas como vacíos los bolsillos.Vio a su ex jefe borracho, le saludó para joderlo, no podía ni apollarse en las señales de tráfico, le dijo tonterias triviales como siempre, gente que ha pasado toda su vida andando de perfil y que ahora ni siquiera son capaces de hacerse sombra.

Todo le pareció mentira. Una mentira que enturbiaba cada día con su complicidad silente. Cada mañana se imaginba una tentativa de  revolución pendiente contra la idiotez y sin embargo, al llegar al curro, plegaba docil todas sus banderas revolucionarias bajo la carpeta del trabajo retribuido. Si me cargo a todos estos idiotas, tambien me tengo que aniquilar a mi mismo como parte de este circo. Y se vio saltándose por lo aires en una carta incendiaria con remite de regreso.

Sentado, como todas las mañanas frente al trasiego, se hizo bruma y aire y nebulsa de algodón que se asemeja a la nada y se hizo poco, Recordó con pena a sus enemigas que al morir destruyeron la causa, a las que le odiaron que hoy se hacen invisibles carcomidas de insignificancia. Y se recreó en lo nuevo que quizá sea como siempre un paisaje sin velos y un cuerpo de mujer. 

Encarnizó la duda, midió el desasosiego y se fue buscando una noche sin desvelos.

 



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