Lo mismo de otra forma: enlace al post
LA PARADOJA
DE LO INTIMAMENTE PÚBLICO EN INTERNET
¿Cómo leemos en la sociedad digital? Itinerarios del yo en un cuarto propio conectado. Remedios Zafra
(Enlace a la
web de la autora)
Enlace al
libro: ¿Cómo leemos en la era digital?
El articulo reseñado es el numero 4 de los del libro (se puede leer de forma gratuita)
“Esta
escritura dice al oído que la forma de contar es también significativa de lo
que se está diciendo. Por ello, a diferencia de los tradicionales artículos de
revistas académicas, a menudo extremadamente subordinados a un corsé, este
texto reivindica la necesidad de no sobreponer el discurso a la escritura, ni
domar bajo un patrón homogeneizando las maneras de decir para encajar en un
relato vestido de rigor impostado, similar al texto que se sienta al lado y al
otro lado”.
El párrafo de la autora que encabeza esta reseña dice
mucho de lo que nos vamos a encontrar. Zafra se enfrenta a una serie de
contradicciones que siente (como todos) en el mundo de internet y las expone
con un estilo atractivo y depurado. Un artículo sumamente interesante sobre la
supervivencia de lo literario en la era digital. Reflexiones que no por
escritas en tono literario pierden su profundidad y valor científico.
- Contradicción entre lo
efímero y lo que permanece en internet. Lo escrito es eventual, volátil
pero al mismo tiempo queda vagando para siempre por la red.
- Contradicción y facilidad para
hacer público lo íntimo. Desde mi cuarto privado hago de mi
intimidad parte de un acervo común que todos conocen.
- El yo en la industria de yoes mostrados de distintas maneras
en distintas redes.
- Mostramos nuestra intimidad y
al mismo tiempo permanecemos en el presunto anonimato público
tras un avatar. La superación de lo prohibido tras el nick
- La convivencia de la letra,
la voz y la imagen uniendose y a la vez luchando entre sí.
- La abundancia del todos
escriben (mal y sin forma) en convivencia con textos de calidad escritos
por desconocidos.
- La locuacidad y la
concreción a 140 caracteres.
- Lo que me gustó ayer que
ya ha desaparecido hoy
- El autor afamado que se
comunica de tú a tú con su lector
- Hacer de la afición un trabajo
y la dificultad de reivindicar su trabajo por los que no están aquí como
aficionados.
La contradicción entre lo íntimo y lo publicable; lo
efímero y lo que permanece; la restricción de caracteres y la abundancia
rebosante del escribir. Navegar como contrario a profundizar; La búsqueda de lo
solido en la sociedad líquida que nos rodea. Os paso mis glosas al libro en mi cuaderno de anillas.
1-. Como los antiguos griegos en la búsqueda del arjé
seguimos debatiendo sobre lo efímero y lo que permanece. La vocación
de inmortalidad de lo que queremos escribir y al mismo tiempo la evidencia de
su eventualidad transitoria. Lo que nace para ser eterno en mil copias de
seguridad y vive sin embargo el tiempo justo para leerse y recordarse.
Dice la autora “Vivo con la sensación de tener una
copia de seguridad en alguna parte” Añadiría que yo tengo la sensación, de que
toda mi vida está en un pen drive que me olvidaré sobre cualquier máquina de
café en una noche de borrachera.
La contradicción entre lo que permanece indeleble y lo
que se desvanece; el protagonismo del sujeto-autor y al mismo tiempo su
disolución en la “multitud conectada”.
Se preguntaba Richard Ford, creo que en El día de la
Independencia, ¿Escribimos para recordar o escribimos para poder olvidar lo que
vivimos? Con esta contradicción retadora nos recibe también Rosario Zafra en su
análisis de la lectura en la era de internet.
2-. Romper fronteras. público-privado, real-virtual,
afición-trabajo y producción-consumo son los retos que nos propone en el mundo
envolvente de internet:
Las esferas pública y privada; La velocidad y la
abundancia; Lectores y escritores de sí mismos; La intersección de lo
profesional y lo amateur
3-. Me recuerda la diferenciación de lo público, lo
privado y lo intimo al psiquiatra cordobés Castilla del Pino, escritor que
me apasiona hasta el deleite intelectual y cuya descripción resumo haciendo más
ripio que cita: Lo público sería lo que se pone en común, lo privado
es lo que podría hacerse público pero no se hace y lo íntimo es
lo interior lindante con nuestras intenciones y vida de dentro. Lo
intimo se intuye, lo privado se guarda, lo público se muestra. “Internet hizo
de la pantalla: ventana, espejo, libro, pizarra, panóptico…” dice Zafra en una
concreción admirable.
(http://elpais.com/diario/1988/08/01/opinion/586389610_850215.html).
4-. “En nuestros cuartos propios conectados, nos hemos
ido convirtiendo (lentamente, sin estruendo) en engranajes de un sistema de
producción de contenidos. Se han aprovechado de nosotros (y nosotros nos
hemos dejado) para convertir las redes en ”Industrias del yo".
Existe un trasiego de yoes vendidos al por menor por
“traficantes y comerciantes de egos” a través de la red. Sin embargo, yo
no tengo problema en admitir que los blogs me han regalado mucho más de lo que
yo les he prestado,
5-. Habla también del presunto y pretendido anonimato
que pugna con ese afán de ser visualizados. Queremos que se nos vea y
queremos ocultarnos. “aplicaciones que saben nuestro nombre, el juego de la
máscara y el anonimato virtual nos susurran cosas al oído sobre el «ser» en
Internet”
Cuando uso un nick en un blog que tengo más o menos
escondido no trato de permanecer oculto, sino que no quiero que lo que primero
se vea de mi sea justo aquello que simulo. ¿O quizá lo que simulo sea
precisamente lo que oculto en mi esfera de verdad?
Nos damos demasiada importancia. Internet es una cura
de humildad para quien(es) pretendía(mos) saber escribir y hoy nos conformamos
con cuatro likes y tres comentarios en un blog perdido.
Me quito el sombrero lleno de admiración ante la
brillantez los buenos autores blogueros. Yo soy de los que creo que hay
mucha gente que escribe muy bien en la red. Creo que se equivoca quien renuncia
a leer blogs online. Hay de todo, claro, pero ir a buscar ínsulas de
genialidades es una habilidad poco explorada, un oficio de científicos de lo
que no me caber duda.
6-. Hablemos del hipervínculo, Leemos y buscamos. Nos
queremos hipervincular en un laberinto de conceptos y respuestas de fuentes (de
habitual) sin contrastar. Nos descubrimos cibernéticos intentando ampliar idiotamente con
índice y pulgar las páginas del diario de papel (Porque lo virtual se nos ha metido dentro). Todo es enlace y resaltado azul para hipervincular.
Alguien nos ha robado nuestros hábitos lectores lineales y nos ha
ubicado, no sé si para bien, no sé si para siempre, en un terreno futurista
hipervinculado para el que todavía no tenemos equipo de supervivencia.
7-. Ciento cuarenta caracteres y sin embargo infinidad
de parloteo. El límite de caracteres contra el fomento de la locuacidad.
El contador de caracteres cuando escribo esta
reseña que me hace alargar palabras para llegar al mínimo exigido y amordaza al
mismo tiempo mi verborrea previendo más paja que trigo.
8-.” Antes, la separación entre lo público y lo
personal tenía como límite los muros de la casa, lo privado, donde no
interferían los ojos ajenos, el lugar propio para uno o para los que llamamos
familia”
Sin embargo y al mismo tiempo jugamos con el
disfraz y la cara. La imagen y la realidad, la marca personal a veces tan
distinta a la persona que nos hace directores generales en linkedin, vividores
de Instagram y revolucionarios de 140 caracteres de twitter.
9-. ¿Dónde queda lo secreto? La trasera del
cuarto propio que en la intimidad esconde la puerta a la alcoba poco aireada de
nuestras frustraciones y nuestros espacios cohibidos tan poco enseñables. La
parte prohibida de la red, la zona extramuros de la decencia que limita con
la ética o la falta de ésta.
Dice Zafra: Pienso en lo real: un niño superviviente
en un accidente de avión pregunta desorientado al equipo médico que le atiende «¿Ha
acabado ya la película?»; un terrorista yihadista graba una decapitación
y la envuelve en imaginería hollywoodiensedevolviendo a Occidente realidad en
papel de regalo de ficción; un youtuber convertido en personaje se jacta
de ser «él mismo» en el salón de su casafrente; una joven finge
espontaneidad en la vigésima mismafoto posada con matizado mohín que sube a su
Instagram…
10-. La forma de acceder a la cultura digital, de
mirar y leer es hoy un modo que surfea, que transita por la escritura como
si fuera una imagen
“Internet se considera un medio eminentemente
aforístico donde triunfa la escritura breve, el tuit, el vídeo de pocos
minutos. Demasiado rápido para recordar la fuente.”
11.-La calidad derrotada y sumisa sucumbe a la premura y la dictadura del ahora.
Cuando “lo más visto” y el “like” no representa
calidad sino más bien lo contrario.
El algoritmo que precisamente me sugiere lo que me
encanta (incluso antes de que me guste) ¿Existe una mente maligna y falaz que
todo lo controla o hemos creado un monstruo que realimentamos con nuestras
querencias y nuestros "me gusta"?
12-. “El propósito es gestionar la abundancia de
manera rápida, ordenando y seleccionando.” Qué efímero es el saber
virtual
Lo que me gustó ayer, hoy me devuelve el error 404
del “Page not found”. Guardar en favoritos lo que presiento perder, almacenar
con orden. El orden imposible El síndrome de Diógenes virtual que convive con
los repositorios bibliográficos y los sistemas de indexación moderna.
13-. Qué delicia la impensable y paradójicamente
inversa idea de que un escritor afamado comente en tu blog un post sobre su
propio libro. No soy capaz de expresar la emoción, el orgullo, el ego
hinchado hasta reventar cuando Lorenzo Silva, Sergio del Molino, Luis Sepúlveda me comentan un post en el que les has referido su escrito o me tuiteo con Montero Glez recomendándonos libros y reseñas . Ni diez mil likes compensan eso. El escritor de la
mano de su lector. Internet en ese momento brillante se deshoja de sus defectos
y compensa todo. Da igual. Yo en mi cuarto propio hablo con el escritor que
leo.
14.- “Un elemento diferenciador de estas prácticas se
sustenta en un hecho objetivo: «unos pocos escribían para muchos», ahora, no
obstante, «todos escribimos para todos
15.- Hacer de la afición un trabajo. Así, el
sujeto creativo en Internet transita por extraordinarias zonas de luz,
pero también por no pocas zonas de sombra. Entre otras, las relacionadas con el
trabajo remunerado y las maneras en que Internet permite hoy convertir la
afición creativa en profesión.
¿Democratizar o desvalorar la escritura profesional?
¿Compartir cultura o minusvalorar económicamente la producción escrita?
Eventualidad de lo escrito y eventualidad del contrato del escritor. Tema que
trascienden mi afición lectora para ubicarse en mi prfesión jurídica.
Pero es que es difícil comprender que somo lo que
leemos igual que Grande Cobian decía que somos lo que comemos.
Qué delicia de reflexión, qué provocación a quitarse
la máscara del bloguero anónimo. Qué reto pensar en lo público desde el espacio
privado que linda con mi intimidad. Qué placer esta lectura compartida gracias
a internet y a este master que me he regalado.