viernes, 19 de noviembre de 2021

Una asignatura de mi master: Formación de lectores

Lo mismo de otra forma: enlace al post

LA PARADOJA DE LO INTIMAMENTE PÚBLICO EN INTERNET

 

¿Cómo leemos en la sociedad digital? Itinerarios del yo en un cuarto propio conectado. Remedios Zafra

(Enlace a la web de la autora)

Enlace al libro: ¿Cómo leemos en la era digital?

El articulo reseñado es el numero 4 de los del libro (se puede leer de forma gratuita)

 

“Esta escritura dice al oído que la forma de contar es también significativa de lo que se está diciendo. Por ello, a diferencia de los tradicionales artículos de revistas académicas, a menudo extremadamente subordinados a un corsé, este texto reivindica la necesidad de no sobreponer el discurso a la escritura, ni domar bajo un patrón homogeneizando las maneras de decir para encajar en un relato vestido de rigor impostado, similar al texto que se sienta al lado y al otro lado”.

 

El párrafo de la autora que encabeza esta reseña dice mucho de lo que nos vamos a encontrar. Zafra se enfrenta a una serie de contradicciones que siente (como todos) en el mundo de internet y las expone con un estilo atractivo y depurado. Un artículo sumamente interesante sobre la supervivencia de lo literario en la era digital. Reflexiones que no por escritas en tono literario pierden su profundidad y valor científico.

  1. Contradicción entre lo efímero y lo que permanece en internet. Lo escrito es eventual, volátil pero al mismo tiempo queda vagando para siempre por la red.
  2. Contradicción y facilidad para hacer público lo íntimo. Desde mi cuarto privado hago de mi intimidad parte de un acervo común que todos conocen.
  3. El yo en la industria de yoes mostrados de distintas maneras en distintas redes.
  4. Mostramos nuestra intimidad y al mismo tiempo permanecemos en el presunto anonimato público tras un avatar. La superación de lo prohibido tras el nick
  5. La convivencia de la letra, la voz y la imagen uniendose y a la vez luchando entre sí.
  6. La abundancia del todos escriben (mal y sin forma) en convivencia con textos de calidad escritos por desconocidos.
  7. La locuacidad y la concreción a 140 caracteres.
  8. Lo que me gustó ayer que ya ha desaparecido hoy
  9. El autor afamado que se comunica de tú a tú con su lector
  10. Hacer de la afición un trabajo y la dificultad de reivindicar su trabajo por los que no están aquí como aficionados.

 

La contradicción entre lo íntimo y lo publicable; lo efímero y lo que permanece; la restricción de caracteres y la abundancia rebosante del escribir. Navegar como contrario a profundizar; La búsqueda de lo solido en la sociedad líquida que nos rodea. Os paso mis glosas al libro en mi cuaderno de anillas.

 

1-. Como los antiguos griegos en la búsqueda del arjé seguimos debatiendo sobre lo efímero y lo que permanece. La vocación de inmortalidad de lo que queremos escribir y al mismo tiempo la evidencia de su eventualidad transitoria. Lo que nace para ser eterno en mil copias de seguridad y vive sin embargo el tiempo justo para leerse y recordarse.

Dice la autora “Vivo con la sensación de tener una copia de seguridad en alguna parte” Añadiría que yo tengo la sensación, de que toda mi vida está en un pen drive que me olvidaré sobre cualquier máquina de café en una noche de borrachera.

La contradicción entre lo que permanece indeleble y lo que se desvanece; el protagonismo del sujeto-autor y al mismo tiempo su disolución en la “multitud conectada”.

Se preguntaba Richard Ford, creo que en El día de la Independencia, ¿Escribimos para recordar o escribimos para poder olvidar lo que vivimos? Con esta contradicción retadora nos recibe también Rosario Zafra en su análisis de la lectura en la era de internet.

 

2-. Romper fronteras. público-privado, real-virtual, afición-trabajo y producción-consumo son los retos que nos propone en el mundo envolvente de internet:

Las esferas pública y privada; La velocidad y la abundancia; Lectores y escritores de sí mismos; La intersección de lo profesional y lo amateur

 

3-. Me recuerda la diferenciación de lo público, lo privado y lo intimo al psiquiatra cordobés Castilla del Pino, escritor que me apasiona hasta el deleite intelectual y cuya descripción resumo haciendo más ripio que cita: Lo público sería lo que se pone en común, lo privado es lo que podría hacerse público pero no se hace y lo íntimo es lo interior lindante con nuestras intenciones y vida de dentro. Lo intimo se intuye, lo privado se guarda, lo público se muestra. “Internet hizo de la pantalla: ventana, espejo, libro, pizarra, panóptico…” dice Zafra en una concreción admirable.

(http://elpais.com/diario/1988/08/01/opinion/586389610_850215.html).

 

4-. “En nuestros cuartos propios conectados, nos hemos ido convirtiendo (lentamente, sin estruendo) en engranajes de un sistema de producción de contenidos. Se han aprovechado de nosotros (y nosotros nos hemos dejado) para convertir las redes en ”Industrias del yo".

Existe un trasiego de yoes vendidos al por menor por “traficantes y comerciantes  de egos” a través de la red. Sin embargo, yo no tengo problema en admitir que los blogs me han regalado mucho más de lo que yo les he prestado,

 

5-. Habla también del presunto y pretendido anonimato que pugna con ese afán de ser visualizados. Queremos que se nos vea y queremos ocultarnos. “aplicaciones que saben nuestro nombre, el juego de la máscara y el anonimato virtual nos susurran cosas al oído sobre el «ser» en Internet”

Cuando uso un nick en un blog que tengo más o menos escondido no trato de permanecer oculto, sino que no quiero que lo que primero se vea de mi sea justo aquello que simulo. ¿O quizá lo que simulo sea precisamente lo que oculto en mi esfera de verdad?

Nos damos demasiada importancia. Internet es una cura de humildad para quien(es) pretendía(mos) saber escribir y hoy nos conformamos con cuatro likes y tres comentarios en un blog perdido.

Me quito el sombrero lleno de admiración ante la brillantez los buenos  autores blogueros. Yo soy de los que creo que hay mucha gente que escribe muy bien en la red. Creo que se equivoca quien renuncia a leer blogs online. Hay de todo, claro, pero ir a buscar ínsulas de genialidades es una habilidad poco explorada, un oficio de científicos de lo que no me caber duda.



6-. Hablemos del hipervínculo, Leemos y buscamos. Nos queremos hipervincular en un laberinto de conceptos y respuestas de fuentes (de habitual) sin contrastar. Nos descubrimos cibernéticos intentando ampliar idiotamente con índice y pulgar las páginas del diario de papel (Porque lo virtual se nos ha metido dentro). Todo es enlace y resaltado azul para hipervincular. Alguien nos ha robado nuestros hábitos lectores lineales y nos ha ubicado, no sé si para bien, no sé si para siempre, en un terreno futurista hipervinculado para el que todavía no tenemos equipo de supervivencia.

 

7-. Ciento cuarenta caracteres y sin embargo infinidad de parloteo. El límite de caracteres contra el fomento de la locuacidad.

El contador de caracteres cuando escribo esta reseña que me hace alargar palabras para llegar al mínimo exigido y amordaza al mismo tiempo mi verborrea previendo más paja que trigo.

 

8-.” Antes, la separación entre lo público y lo personal tenía como límite los muros de la casa, lo privado, donde no interferían los ojos ajenos, el lugar propio para uno o para los que llamamos familia”

Sin embargo y al mismo tiempo jugamos con el disfraz y la cara. La imagen y la realidad, la marca personal a veces tan distinta a la persona que nos hace directores generales en linkedin, vividores de Instagram y revolucionarios de 140 caracteres de twitter.

 

9-. ¿Dónde queda lo secreto? La trasera del cuarto propio que en la intimidad esconde la puerta a la alcoba poco aireada de nuestras frustraciones y nuestros espacios cohibidos tan poco enseñables. La parte prohibida de la red, la zona extramuros de la decencia que limita con la ética o la falta de ésta.

Dice Zafra: Pienso en lo real: un niño superviviente en un accidente de avión pregunta desorientado al equipo médico que le atiende «¿Ha acabado ya la película?»; un terrorista yihadista graba una decapitación y la envuelve en imaginería hollywoodiensedevolviendo a Occidente realidad en papel de regalo de ficción; un youtuber convertido en personaje se jacta de ser «él mismo» en el salón de su casafrente; una joven finge espontaneidad en la vigésima mismafoto posada con matizado mohín que sube a su Instagram…

 

10-. La forma de acceder a la cultura digital, de mirar y leer es hoy un modo que surfea, que transita por la escritura como si fuera una imagen

“Internet se considera un medio eminentemente aforístico donde triunfa la escritura breve, el tuit, el vídeo de pocos minutos. Demasiado rápido para recordar la fuente.”

 

11.-La calidad derrotada y sumisa sucumbe a la premura y la dictadura del ahora.

Cuando “lo más visto” y el “like” no representa calidad sino más bien lo contrario.

El algoritmo que precisamente me sugiere lo que me encanta (incluso antes de que me guste) ¿Existe una mente maligna y falaz que todo lo controla o hemos creado un monstruo que realimentamos con nuestras querencias y nuestros "me gusta"?

 

12-. “El propósito es gestionar la abundancia de manera rápida, ordenando y seleccionando.” Qué efímero es el saber virtual

Lo que me gustó ayer, hoy me devuelve el error 404 del “Page not found”. Guardar en favoritos lo que presiento perder, almacenar con orden. El orden imposible El síndrome de Diógenes virtual que convive con los repositorios bibliográficos y los sistemas de indexación moderna.

 

13-. Qué delicia la impensable y paradójicamente inversa idea de que un escritor afamado comente en tu blog un post sobre su propio libro. No soy capaz de expresar la emoción, el orgullo, el ego hinchado hasta reventar cuando Lorenzo Silva, Sergio del Molino, Luis Sepúlveda  me comentan un post en el que les has referido su escrito o me tuiteo con Montero Glez recomendándonos libros y reseñas . Ni diez mil likes compensan eso. El escritor de la mano de su lector. Internet en ese momento brillante se deshoja de sus defectos y compensa todo. Da igual. Yo en mi cuarto propio hablo con el escritor que leo.

 

14.- “Un elemento diferenciador de estas prácticas se sustenta en un hecho objetivo: «unos pocos escribían para muchos», ahora, no obstante, «todos escribimos para todos

 

15.- Hacer de la afición un trabajo. Así, el sujeto creativo en Internet transita por extraordinarias zonas de luz, pero también por no pocas zonas de sombra. Entre otras, las relacionadas con el trabajo remunerado y las maneras en que Internet permite hoy convertir la afición creativa en profesión.

¿Democratizar o desvalorar la escritura profesional? ¿Compartir cultura o minusvalorar económicamente la producción escrita? Eventualidad de lo escrito y eventualidad del contrato del escritor. Tema que trascienden mi afición lectora para ubicarse en mi prfesión jurídica.

Pero es que es difícil comprender que somo lo que leemos igual que Grande Cobian decía que somos lo que comemos.

 

Qué delicia de reflexión, qué provocación a quitarse la máscara del bloguero anónimo. Qué reto pensar en lo público desde el espacio privado que linda con mi intimidad. Qué placer esta lectura compartida gracias a internet y a este master que me he regalado.

 

8 comentarios:

  1. ¿Y lo de usar una foto de mi cuarto de hace años? Esa estantería está ahora mismo llenísima de libros. Esa foto tiene, por lo menos, seis años.

    ResponderEliminar
  2. La pillé de internet sin fijarme de quien era!!!!!
    Qué gracioso!!

    ResponderEliminar
  3. ¿En serio no sabias que era mi cuarto?

    ResponderEliminar
  4. Son contradicciones muy curiosas, es verdad. Yo lo pensaba muchas veces en mis primeros tiempos del blog, donde he hecho todo lo posible por mantener el anonimato. Pensaba que algunos lectores de los que se pasaban por allí siempre sabían mucho más de mi yo real que mucha gente de mi vida en 3D y que eso era, a la vez, raro y milagroso.

    ResponderEliminar
  5. genial! espero tus próximas publicaciones

    ResponderEliminar
  6. Solo por el comentario de Sepúlveda valió la pena.
    El resto...es que somos muy distintos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tengo ya solo un par de libros suyos por leer, los útimos.
      Me resisto a leerlos para no tener que decir que me he leido todo de él.
      Lo guardaremos en los grandes momentos de este pequeño blog.
      Bss

      Eliminar