Si algo hay que
agradecer a Laclau es que hiciera un análisis técnico del populismo y prescindiera
de la demonización a priori del termino populista. De esta manera se puede dar una opinión
de este movimiento sin ligarlo necesariamente a la visión peyorativa, cuando no
despreciativa, que hacen libros como El estallido del populismo de los varguitas
llosa y sus amigos. Ellos no analizan el populismo, sino que defienden su (legítima)
posición liberal contra su mayor enemigo en latinoamerica que han sido los
movimientos populistas antiliberales procubanos y del ALBA.
Lo segundo a
destacar es que nos hemos pegado siete años (el 15 M fue en 2011) pensando en
que el populismo solo podía ser de izquierdas (léase con toda prudencia el
concepto izquierdas) y nos hemos despertado de pronto topándonos con un
populismo radical unido a Vox del que ni siquiera teníamos noticia. Y es que olvidamos la historia y nos
hemos tragado sin pestañear la interpretación dicotómica y oficialista de la
segunda república de los Tusell y Juliá sin ni siquiera tener conocimiento de
la existencia exitosa del populismo radical que capitalizó la oposición y
gobernó casi ininterrumpidamente del 33 a casi 36. En fin como si no hubiera
existido. (Recomiendo la lectura de alguien poco
sospechoso como Álvarez Junco sobre Lerroux). El origen del populismo radical español
y su nexo posterior con los militares golpistas del 36 lo dejamos para otro
momento.
Tercero y último.
Si no queremos caer en un grave error es mejor analizar con frialdad el origen
social de Vox sin caer en el simplismo de catalogarlo simplemente como un
partido de la ultraderecha neofranquista. Una cosa es que los franquistas hayan
encontrado allí cobijo y otra es que ese partido sea neofranquista. Pasemos a
analizar el populismo como origen de Vox y sus similitudes con los populismos podemitas
que hasta ahora conocíamos. (A partir de ahora entiéndase todo “es” como “mi
opinión es”)
1-
Lo que define a Vox es lo mismo que define a Podemos:
el populismo entendido como el pueblo contra la clase política y sus satélites.
No nos representan. El pueblo contra
la casta política, las puertas giratorias, los representantes con dudosa
representatividad de cualquier grupo de interés, todos son los mismos con
distintos collares sean del partido que sean y del sector periodístico o
económico que sean. Así piensan ambos.
2-
Para Podemos ha representado un problema interno
su conceptualización como partido de clase, pero también lo es para el
populismo en general (véase Debates y Combates de Laclau contra Zizeck) La
ruptura de podemos se basa precisamente en el deseo de quitarse el estigma de partido de clase como quería el laclausista Errejon.
Este problema lo sufre también Vox con la confesionalidad católica que lo
amordaza en muchas de sus posiciones para hacerlo partido confesional. El último
movimiento populista radical español (no considero como tal al falso falangismo
franquista) fue el de Lerroux y consiguió liberarse
del yugo de la cruz, ya que no solo era aconfesional sino manifiestamente
anticlerical con Lerrroux al frente queriendo “levantar los hábitos a las
novicias para elevarlas a la categoría de mujeres”. Por tanto un partido
populista no es un partido de clase ni un partido confesional. Para eso ya
están el PCE, la CEDA o el PP.
3-
Según parece ser opinión más o menos pacífica, todo
populismo, además del ya comentado “no nos representan” debe tener una serie de
características: un elemento
aglutinador, un enemigo al que enfrentarse y un líder carismático con capacidad
de atracción. Eso, en el fenómeno Trump, se ve con mucha claridad, sin embargo,
en el modelo español si bien se dan las dos primeras características, la
tercera del líder carismático queda a años luz para generar la fuerza
centrípeta necesaria. En este sentido ni Iglesias, ni Abascal dan de lejos ni
la talla ni el perfil. Igual Carmena o Anguita por un lado o Jimenez Losantos por
otro daría ese perfil. (Pero éste último gana tanto siendo azote de la casta que ha
terminado viviendo (dependiendo) de ellos).
4-
En el movimiento populista radical de Vox el elemento aglutinador que le da origen
es el del nacionalismo español sobre todo en su vertiente anticatalanista y en
esa especie de xenofobia light no tanto del “fuera extranjeros” sino del “españoles
primero” tanto en el trabajo como en las prestaciones sociales básicas:
educación y sanidad. Que permite que personas no xenófobas compartan sin
problema los principios radicales de vox. Este anticatalanismo (mejor
antinacionalismo catalán) ya era el signo identitario de los radicales
republicanos de principio de siglo XX y lo sigue siendo ahora. (remito de nuevo
a Alvarez Junco)
5-
La segunda característica del populismo es
dibujarse un enemigo contra el que
luchar y en el que se personalicen todos los males. Trump ha elegido la
inmigración, Lerroux eligió anticlericalismo, antinacionalismo catalán y
antisindicalismo y optó por el republicanismo (entendido como anti casta y
camarilla monárquica). Chavez y en general los populismos latinos tiene de ogro
al americanismo usa. En mi opinión el enemigo que ha elegido Vox es el de “la progresía” igual que podemos eligió
la “casta”. Cada uno que le dé el nombre que quiera: mi amigo G. habla de postmodernidad,
mi amigo N. de lo políticamente correcto (ninguno de ellos son derechones mas bien
lo contrario) y yo no puedo evitar ponerle la cara de julia otero. Ese
zapaterismo ideológico buenista, vacuo, barnizado de falso tecnicismo
universitario y excluido (excluyente) de todo debate (so pena de tildarte de
facha o machista) ha logrado construir un enemigo ideal contra el que dice
luchar Vox.
6-
Y finalmente la última característica es la fuerza centrípeta del liderazgo
carismático Es decir la capacidad de atracción del populismo respecto a
otros movimientos que si bien esencialmente difieren de sus ideas es el único marco
en el que ven que pueden defenderlas. Colectivos de hombres divorciados,
antiabortistas o determinados intereses de empresarios autónomos ignorados
cuando no despreciados han sido cautivados por el canto de sirenas voxista. No olvidemos
que el primer Podemos, sobre todo en el marco municipalista, lo hicieron
excelentemente en este punto y se atrajeron a feministas militantes o no, a un
nacionalismo de izquierda moderado (en mi pueblo conocido como chunterismo), a
movimientos sociales de barrio y otros muchos grupos progresistas que sin ser
de los círculos encontró su cauce de expresión en ellos. (Luego el nivel de
desengaño actual que te cuentan es en algunos casos proporcional a la ilusión de entonces. Pero
eso es otro tema).
7-
Vox no debiera huir del concepto populista tan
ultrajado en los últimos años y debiera aprender de las cosas que ha hecho bien
Podemos y sobre todo escaparse de sus meteduras de pata que les está llevando a
ser en la actualidad una versión reloaded de lo que quiso ser (y no pudo) la izquierda unida de mi
apreciado y discrepado Anguita. Entre las meteduras de pata más sobresalientes está a mi
entender el adanismo petulante y
dicotómico de Iglesias. Es decir ese mensaje en que no solo renuevan sino
que van a fundar un estado entero desde cero (la segunda república de nuevo en
el recuerdo): fuera la transición, fuera la constitución, fuera Europa porque
nosotros somos los representantes de la nueva sociedad y los guardianes de las
esencias democráticas todos los demás o son liberales al servicio del capital o
son fachas.
8-
El
populismo nunca nace por casualidad. Es cierto que pilla generalmente a
contrapie a los políticos tradicionales y profesionales, pero es el resultado
de un resentimiento popular contra ellos que se va consolidando durante un largo
periodo de tiempo. El “no nos
representan” es el origen de ambos populismos, luego ya son fechas y causas
para el estallido (El 15 M hizo nacer a Podemos) pero la historia viene de
lejos. Generalmente se habla de que con las revueltas secesionistas nace (más
bien se cohesiona) un sentimiento nacionalista español al margen de la política
tradicional. Pero es en mi opinión, cuando a ese sentimiento nacionalista se le
une la saturación de tanto progresismo sin repregunta y políticamente correcto,
cuando el populismo radical (de siempre tan indefinido en sus fronteras) se pone
del lado de Vox. Hay un sector de la población que no se siente xenófoba, españolista,
machista ni facha pero no está de acuerdo con las soluciones legislativas
pactadas por los políticos (unos y otros) para esos temas y que al mismo tiempo
no puede expresarlo porque de hacerlo sería significado como extremista. El
marco conceptual del que hablaba Lakoff en No pienses en un elefante.
9-
Mención aparte merece el marketing político de ambos movimientos populistas. (Recomiendo el
libro “Metodo Podemos Marketing marxista para partidos no marxistas” de David Alvaroy Enrique A. Fonseca). El titulo lo dice todo. Ya no consiste en fidelizar a
los partidarios sino en vincular a quienes no siendo partidarios podrían serlo.
Unir la fuerza atractiva del líder con una estrategia de marketing adecuada a
los fines. El populismo renegaba en un principio de los cauces habituales de
los medios de comunicación ya que, para ellos, son también miembros de la casta.
(Independientemente si es verdad o no, ésta es una opción peligrosa que ha
herido a Podemos y de la que Vox debiera aprender). Ayer en una entrevista a un
dirigente de Vox en el “moderado” programa El cascabel de Trece la única vez
que saltaron a la yugular los “variados” contertulios fue cuando se metió con
los medios tradicionales de comunicación. El representante del quebrado Mundo
sacó solo en ese momento sus colmillos afilados. En fin, ha sido un error de Podemos
menospreciar la fuerza del enemigo. Los grandes
grupos mediáticos son difícilmente vencibles en la prensa nacional y más en
la local y cuanto antes se dé uno cuenta de eso mejor, la única esperanza es
que se despedacen entre ellos, si pactan no hay nada que hacer. El campo de las
redes sociales es una potente alternativa,
pero peligroso. El riesgo en mi opinión no es tanto que te tiroteen como que pongan
en tu boca y la de los tuyos cosas que no han dicho para así ponerte la
etiqueta de estalinista o fascista según el caso. Por más que nos vendan la mano invisible de
los rusos, las redes son difíciles como medios de socialización controlada.
10- Y
es precisamente esta, una de las tareas de los populismos. Por una parte,
quitar la acepción peyorativa del
concepto de populismo y acercarlo a la crisis de representación y por otra huir del etiquetaje, o como
bien decía esta mañana mi admirado Ruben Amón, “huir del frikismo y aportar
prestigio técnico a sus propuestas”. El arma más cruel de los partidos
tradicionales es la de la
esperpentización del populismo sea del lado que sea. El mensaje es que los
populistas son partidos tradicionales como los de siempre pero extremistas
antisitema. Ellos, los populistas, son frikis, nosotros, los tradicionales,
somos gestores técnicos que sabemos de qué hablamos.
Ahora, que con el tema de las
elecciones andaluzas se ha abierto el debate ¿Hasta donde debe llevar el populismo su repulsa a las instituciones y
los partidos que las han venido representando? ¿Deben pactar con los
tradicionales o debe negarse como en su día hizo Podemos al pacto
psoe-ciudadanos? ¿Deben aceptar poltronas envenenadas como hizo Podemos en los
ayuntamientos o excluirse del juego caiga quien caiga y se mantenga quien se mantenga? Hasta el nacionalismo
radical batasuno tan trasversal,fanático y populista terminó llevando a sus diputados al
parlamento y sentando a sus alcaldes con el apoyo de los tradicionales (hasta tuvo un diputado del opus que ya es decir). La disyuntiva envenenada es dejamos mandar pero les controlamos o es
mejor mandar aunque nos controlen.
Por mi parte contemplo con
incertidumbre y espectación el paisaje. Y sé que lo más facil es opinar cuando no se milita. Nunca me han gustado los populismos,
nada los nacionalismos (aqui no puedo decir nunca) y absolutamente nada ty nunca toda verdad absoluta (por muy
buenista que sea) que no admita repreguntas. Me da miedo que el populismo
radical o de izquierdas se una con descerebrados violentos como pasó en el 36 y
me da miedo que viejos renegados expulsados de sus partidos (PP o PCE) sean
ahora los que quieran salvarme como líderes de los movimientos populares; ya lo dije en post me da
miedo Jesús Gil, Trump y Ruiz Mateos (aunque a todos ellos los eligieron o elegimos)
y me da miedo el falseamiento democrático bipartidista que soporta a una clase
directiva que pocas veces coincide con las elites intelectuales y
profesionales. Me da miedo el amateurismo peligroso, petulante e inconsciente
de algunos mesías del cambio, casi tanto como aquellos que dicen eso de que “esto
lo arreglo yo en dos patadas”. Aun y con eso, prefiero las urnas a cualquier
movimiento de masas al margen de la representación. Porque creo que esa cosa
etérea y peligrosa a la que se quiere llamar pueblo está siempre cargada con
varios kilos de goma2.
Unos por bolivarianos , y otros por fascistas , los dos con disfraz de democratas , no sirven ninguno , tampoco el resto .
ResponderEliminarUn saludo .
Hola Orlando, bienvenido por aquí.
Eliminarmuchas veces el problema es que todos se auto designan representantes del pueblo. Y con esa diferencia peligrosa entre democracia formal y material han denostado la democracia tradicional sin darse cuenta o dándose que la alternativa es mucho más peligrosa. De eso va el populismo de quitar legitimidad a los electos y de prohibir la oposición "al pueblo democrático".
En españa en el 33 ganó (nos guste más o menos) la CEDA en unas elecciones bastantes limpias, pero le impidieron (forzaron a que no) que gobernase porque no era un partido republicano.
Lo que vino después fueron los gobiernos corruptos radicales, el intento de golpe de estado de octubre del 34 y la represión salvaje contra los golpistas.
A mi no me gusta quien manda hoy en mi pais (el sr sanchez) pero eso no hace que le quite su legitimidad democrática por mucho que le apoyen partidos antidemocráticos o directamente filoterroristas.
Abrazos.
PS.- NO se asuste, generalemnte por aqui se habla de temas triviales y de libros pero ayer que tenía tiempo me dio por hablar más en serio.
Gracias por la bienvenida , me puedes tutear .
EliminarHay una diferencia grande y clara entre los dos "pupulismos" de los que hablas y que nos tienen desde hace años en un "impás" con el que se hace difícil avanzar. Pero para empezar (y es algo en lo que pensaba ayer mismo analizando por encima la situación en el parlamento andaluz) está claro que todo radicalismo se acaba tocando. Es como si tuviéramos una paleta de colores circular que empieza por el blanco más absoluto y termina con el negro profundo, en uno hay tanta ausencia y en el otro tanto pigmento, que acaban siendo una mancha sin matices ni cabidas. Pero la diferencia, decía, es (también entiéndase el "es" como mi opinión) que el populismo de unos (Vox) dista mucho de aquel que a mediados del siglo XIX nació en Europa con la intención de mejorar la vida en todos los aspectos de las clases populares (la lucha por los derechos ciudadanos, por el libre acceso a los espacios políticos, por definir la propiedad a partir de los productores y por la creación de mecanismos de sociabilidad y de organización, buscando un lenguaje común y diverso para la cultura, la asociación o la movilización colectiva). Dentro de reconocer ambos radicalismos, y sin sentirme partidaria de ninguno de los dos (en todo caso me alejo infinitamente de los que excluyen a ciudadanos por su origen, condición sexual, nivel económico...) el de Podemos me resulta una quimera utópica y peligrosa -llevada a extremos- y el de Vox es una locura absoluta fomentada por otro radicalismo (independentismo catalán) que parece haber hinchado los huevos a todo ese ejército conservador y rancio, y machista y antiguo, de la más recalcitrante ultra derecha española. Yo, que me declaro de izquierdas y socialista, estoy (o estaría si pudiera hacer algo) por la labor de huir de extremos e intentar gobernar para todos, que al fin y al cabo es lo que tienen que hacer todos esos políticos a los que hemos dado el voto de confianza como administradores de nuestro bienestar. Resumiendo, el “populismo” en su invención, era del pueblo y para el pueblo, y ahora y aquí, se ha convertido en una perorata demagógica que arrastra y promueve odios, diferencias, reminiscencias y panoramas futuribles muy pero que muy desoladores.
ResponderEliminarComo dijo jenna jameson la longitud no es importante si la cosa está bien. Y aquí lo está.
Eliminar- Yo no digo, dios me libre, que vox y podemos sean lo mismo, sino que los dos comparten el concepto de populistas como contrarios a la representatividad tradicional.
- Luego el termino radical yo no lo utilizo como sinonimo de la palabra ultra. Radical en el sentido de movimiento popular de caracter conservador tal y como se entendió en el siglo XX en españa y otros paises.
El radicalismo en españa tuvo muy mala fama además de porque en cataluña, como sabrás, tuvo una actitud a principios de siglo digamos que "controvertida" en barcelona, después cuando llegó al gobierno, y goberno mucho tanto a nivel nacional como local, estuvo siempre ligado a asuntos y tipos corruptos o al menos sospechosos. Eso no significa que no tuviera personajes más que destacables, a mi por ejeplo el masón Martinez Barrio me parece un personaje de los más destacados y dignos de la república.
- El populismo no solo nace como movimiento de izquierdas y de clase obrera. Es precisamente una de sus caracteristicas su vocación de trasversalidad (demagogica o no).
-Como siempre las coaliciones son el caballo de troya donde se agazapan movimientos totalitarios y violentos que no tendrían ninguna oportunidad de concurrir solos, tanto en un lado como en otro. Es cierto que vox esconde franquistas aletargados; tambien podemos esconde anticapitalistas cuasi terroristas, por eso no quiero generalizar etiquetando a los votantes de unos y de otros.
- Y por salvar la cara al populismo tengo que decir que algo han conseguido y es que los partidos tradicionales le hayan visto las orejas al lobo y que muchos profesionales de la política que antes no reportaban a nadie ahora se tienten la ropa antes de hacer algunas cosas.
Ya ves que también me alargo
Besicos.
Igual me he pasado con la extensión del comentario... :S
ResponderEliminar¿Chunterismo de chunta-chunta?
ResponderEliminar¿No me digas que no conoces el termino chuntero?
EliminarTe vamos a quitar el carnet de aragonesa.
Mira igual es una buena entrada de post,los chunteros son unos tipos simpaticos y agradables que de normal me caen bastante bien.
besicos.
Muy bien explicado. Con algunas cosas estoy de acuerdo y con otras no tanto, pero lo has explicado muy clarito. Y no es un tema fácil.
ResponderEliminargracias spidy, te puedes mojar en lo que te ha gustado y en lo que no. Total este blog no lo lee nadie que puedas conocer.
Eliminarbesicos.
Me ha gustado tu texto personalmente
ResponderEliminareste pais es un Circo manejado por un payaso
por lo tanto no tengo mucho mas que decir abrazos
Muy generosa eres llamando payaso a tu presi Trump, yo lo veo mucho más peligroso que un payaso.
Eliminarabrazos.
Me convence mucho más este análisis, de cuyas consecuencias nacen los populismos.
ResponderEliminarSigamos cabalgando.
https://cuadernosdelaula.blogspot.com/2019/01/la-generacion-jinete.html
Hoooola maestro, pensaba que iba a ser mucho más divergente la lectura a la que me remite.
ResponderEliminarYo la veo en un mismo camino, una política falseada: turnismo, caciquismo, encasillamiento... lleva a una reacción antipolitica del "no nos representan". El problema no es tanto la europa de los mercaderes, sino la europa de los mercaderes en un mercado falseado y tramposo. No hay nada más contrario al liberalismo que el oligopolio vestido de liberal. Estamos embadurnandolo todo de economía y laboralidad. Educamos para hacer trabajadores requeridos no personas, queremos ser ahorradores, los viajeros son clientes gastadores y los ciudadanos consumidores.
Cuando además de todo eso nos esposan a la hora de votar con dos grilletes no más del bipartidismo y un pseudocentro, es lógico que la gente se revele y vote lo que le sale de las narices y que se la sople si le llaman facha o troskista renovado.
El proximo post le enojara un poquico porque va de los libros revisionistas de la segunda república que me he leido en 2018, pero después pasaré a comentar los de byung chul han filosofo alemán que si no conoce ya está tardando porque le va a encantar en su visión radicalmente contraria a la europa liberal.
Abrazos apretujaos.
No es por nada, pero no direis que no he sido visionario con el punto dos de este decálogo y la obvia y lógica escisión de errejon.
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