viernes, 17 de abril de 2015

Serán los diecisiete

Hoy que la tarde se viste de mortaja

hoy que la juventud vuela

en caída leve y sin peso;

recuerdo mis tardes incompletas,

el terror al horizonte

aquel cielo sin dios que amenazaba

desde el vacio

y la atracción irreverente del vértigo

a mis diecisiete.

 

Las viejas desdentadas

nos recitaban frases regurgitadas como salmodias

“¿De qué os quejáis si lo tenéis todo?

 

…y mientras, en la habitación cerrada y oscura

me veo apretar con fuerza los ojos en una siesta forzada,

…y bajo las persianas hasta el final

para que no queden rendijas

que me permitan avistar la tentación

dulce y terrible de la nada.

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