miércoles, 20 de marzo de 2019

Aires cotidianos

Seguimos andando por el proceloso mundo
de la insignificancia.
Vadeamos corrientes y rios sin agua
con la esperanza torticera
de llegar a la otra orilla
que no es sino la misma en inverso
de ésta que habitamos.

A veces la calma,
a veces ese viento súbito y borrascoso
disfrazado de galerna;
a veces el cierzo del noroeste
que hiela el alma y empuja los dias.
A veces nada.





7 comentarios:

  1. La simple magnificencia de una mano

    Saludos

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  2. Me encanta fotografiar manos
    hombre, y las de mis hijos más.
    Un abrazo.

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  3. Precioso texto, preciosas fotos y preciosa combinación :-)

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    1. Muchas gracias y bienvenida
      yo te sigo desde hace años en tus interesantes reseñas de libros desde que te descubrí en casa pseudo.
      Abrazos.

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  4. Lo malo de llegar a la otra orilla es que entonces dejamos de verla.

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  5. Eyyyy qué tal estás??
    pero desde el otro lado puedes ver la orilla de la que vienes desde otra perspectiva, que siempre es util.
    Besicos!

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    1. Muy bien, volviendo a la lectura y escritura. Un beso!!!

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