jueves, 29 de agosto de 2019

El misionerismo blogueril en el que me encuentro.

Copio un comentario que he dejado en el sensacional blog de Hermosa Decadencia (abstenerse tiquismiquis y suscríbanse amantes de Bukowski y Montero Glez) al que no solo sigo sino que en ocasiones como hoy le agradezco enormemente que me haga despertar de la apatía escritora en la que me encuentro con la irresistible atracción de sumarle un comentario. Le doy gracias. 
La foto no pega pero me apetece colgarla como bonita postal estival que os envío desde mi paréntesis.



" Nos están convenciendo de que somos seres líquidos, contingentes, sustituibles por otro clon igual a nosotros que no aporta singularidad. En general molesta lo específico porque hace inservible el procedimiento general y requiere el trabajo de la consideración particular. Preferimos islas de segregación donde aparcar lo anómalo o simplemente raro o distinto. En mi opinión trascendencia no es ser portada del periódico aunque determinados delincuentes optan por el delito precisamente para eso, sino ser significativos, distintos, peculiares en nuestra vida normal y escribir es un camino hacia ello aunque solo nos lean diez seguidores. 
 Hay una secta de un tipo llamado Escrivá que propuso la santidad en la vida ordinaria. Es una secta en muchos casos tan perniciosa que apuesta por la abstinencia en lugar de por el polvo salvaje (ni siquiera por el misionero) pero hay que reconocer que esa idea de reivindicación de la excelencia en la normalidad me resulta altamente atractiva, joder si me tienes que echar un misionero échalo pero al menos que te recuerden como el misionero que me hizo encoger los meñiques y robo el estomago por segundos, no como el polvo más aburrido del mundo. Textos como este tuyo, me reconcilia con el mundo del post en este misionerismo blogueril en el que estoy inmerso por culpa de mi desidia. Mil abrazos."

4 comentarios:

  1. Sí, la verdad es que al final en lo ordinario escondemos nuestros deseos, pero merece la pena que los deseos estén escondidos, porque su realización es más placentera cuanto más se envuelven de esa aurea de extraordinario. Saludos.

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    1. Es que las transparencia nos hace iguales y los pecados secretos nos diferencian. ¿O es al reves?
      Gracias por pasarte por aqui. Abrazos.

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  2. El ansia de notoriedad es un mal vicio, como la masturbación para un católico, algo que anhelas pero te esfuerzas en esconder; gracias por la lectura, el comentario y la mención 😉
    Yo también me veo abocado continuamente a la desidia; de hecho suelo caer en mi particular versión del misionerismo blogueril (que sería reescribir post antiguos o regurgitar viejas ideas). Hace años descubrí que no se puede esperar a tener ganas de escribir o una gran idea para actualizar el blog -contexto literario bastante condescendiente con cualquier aportación-, la única manera es mantener una rutina diaria, ser exigente contigo mismo y ponerte delante de la página en blanco hasta que surja algo. Es desalentador pensar que casi siempre los primeros diez minutos delante del teclado los gastas buscando excusas para hacer otra cosa xD Luego ya sí, parece que tu cerebro se rinde y piensa: “Vale, no nos podemos librar de esta situación, vamos a elucubrar cualquier cosa rápido para poder pasar a otro tipo de actividad menos cansada”. Así de jodido es mantener esta afición. Creo que solo se salvan los obsesivos, aquellos que necesitan pasar todo por escrito y pretenden -ingenuos-, dedicarse a ello, o tienen una energía inagotable para todas sus aficiones. Aunque como decía Paul Auster -frase que reinterpreto hasta la extenuación-: “Escribir no me ha especialmente feliz, pero mis días son peores si no lo hago”.

    En cuanto al tema de la trascendencia, ya sabes que soy muy fan de los ensayos, y cada vez que cae uno en mis manos -filosofía, historia, economía, social, política-, sobre estos temas los devoro y luego los vuelco en mis reflexiones. Ahora estoy con este libro, por si te interesa: https://www.epublibre.org/libro/detalle/49381

    Y nada, gracias por tu reflexión, disfruta de tus vacaciones, y luego intenta actualizar más a menudo, ya sabes que te leo siempre, aunque sea un cabrón desidioso con los comentarios. Pero tampoco te quites méritos: tienes tres blogs, eso no está al alcance de todo el mundo, ¡Un abrazo!

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    1. Muchas gracias por el comentario y por la recomendación.
      Me paso por la cueva de ali baba para echarle un ojo y te digo mi opinion.
      Abrazos.

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