Viene de aquí (parte una) ya vooooooooy no seáis impacientes!!!
…Nos citaron a las dos de la tarde, hora ya de por sí bastante sospechosa para que fuera un trabajo decente. Menos mal, que previendo contingencias anómalas, ya nos habíamos zampado varios comestibles regados de abundante cerveza alcanzando el grado de chisposillos sin llegar al de tambaleantes. “Hijo mío vayas donde vayas tu come bien primero que nunca se sabe” me aconsejaba mi sabio abuelo.
La despedida de casa ya había sido sublime. “Sobre todo no te metas en ningún follón, si alguien se quiere colar tu le dejas pasar que a estos conciertos va gente muy rara.” la Consuelo apreciando a Michael “Si te hace subir a la habitación y ves monedas en el suelo tu pasa, por menos de billete no te agaches y siempre vigilando la retaguardia.” Mis amigos apreciando a Michael “Oye si te pido una salchicha con doble de mostaza no te hagas el duro que te quiero mucho ¡eh salchicha man!” Lanueradelaconsuelo apreciando a su nuevo novio “Coco guagua coco gua gua cocococogua” Mi hermana.
Llegados al lugar de la cita, una zagala con dotes de mando, de la que solo recuerdo sus pechos inconmensurables, nos hizo “formar”. ¿Formar? pero si yo soy objetor por razones religiosas, dije. No seas susceptible que solo nos dicen que nos pongamos en fila, apunto mi amigo. En fin aquello parecía el ejército…pero de Pancho Villa. Y nos fueron separando más o menos por estatura en dos grupos. “A los pequeñicos os va a tocar la colica maiiiiquel, a los pequeñicos os va a tocar la colica maiiiiquel” decíamos con sorna a los del grupo de bajitos de al lado. “Hala va, guardad un poco de silencio que si no, no acabamos ni mañana”. Yo la verdad no sé como hicieron el casting pero no estábamos ni uno medio normal.
Ya formados nos empezaron a repartir camisetas y cual nuestra sorpresa cuando cada grupo tenía una inscripción en la espalda para definir el objetivo del valorado trabajo que se esparaba de nosotros. ¿Cuál era la de mi grupo? Habéis acertado “Ségurité” así como suena el chico de la Consuelo sería segurite, nada más y nada menos que ségurité de Michael. Con dos cojones!! No se si por lo efluvios de las cervezas, a mi cabeza fueron viniendo recuerdos de héroes y seguratas míticos como los Kevincosner o los Brusguils, todos ellos librando feroz guerra contra las fuerzas del mal. Ya estaba a punto de levantar la mano para que me entregaran el pinganillo y las gafas espejadas, cuando la chica que mandaba nos dijo esa famosa frase que pone los pelos como escarpias a cualquier agente de seguridad que se precie “si alguno de seguridad quiere pasar a montaje y desmontaje que lo diga, pagamos el doble pero se sale más tarde”.
Y es en ese preciso momento cuando las dudas se agolpan en la cabeza de un hombre sensato e intachable como yo. ¿Qué preferiríais la gloria de salvar de un ataque chiita al rey del pop o darle al destornillador y dejarse llevar por la codicia del dinero? Como ya sé de vuestros principios y la fuerte convicción ética de la que hacéis gala, estoy seguro de que todos vosotros os hubierais inclinado por el dinero. Pero yo no, yo me miré a mi mismo y con el aplomo que solo da el verse llamado por el destino a un fin superior, di un valiente paso atrás y sacrifique el vil metal a cambio de ser recordado por la historia de la seguridad privada.
Una vez que la organizadora, había hecho su criba natural, al modo como lo hace la vida, es decir ¿grandes o pequeños? ¿Trabajadores o vagos? el conjunto intersección grandes y vagos (diagramas de venn en el recuerdo preLogse) quedamos a disposición de las fuerzas de seguridad preparados para recibir las armas antidisturbios que nos harían cargar sin reflexión contra cualquier ciudadano con apariencias de facineroso (todos llevamos un represor y un policía local dentro que puede salir en cualquier momento).
Muy bien chavales ahí tenéis vuestras herramientas de trabajo, dijo la pechugona. ¿gafas espejadas? ¿pinganillos? ¿defensas? ¿lunchacos? Pues no!! ¿Qué eran? unas mangueras y unos maravillosos cubos (u pozales) “Ey ey un poco de respeto, dije yo, no estoy dispuesto a golpear a nadie con estas armas preconstitucionales. Se tenía que notar mi formación jurídica.” ¿Golpear?, aquí no se golpea a nadie, vuestro trabajo es el de refrescar a la gente y disuadirles para que a nadie le de por saltar la valla, importante si alguien se desmaya se le saca por encima y se le lleva a la cruz roja, así de fácil…si alguien se pone tonto se llama a estos señores de aquí y veréis como se soluciona. Me giré y divisé a unos morlacos trajeados de metro noventaycinco y cientocincuenta kilos, con una cara de catador de vinagre que acojonaban solo de mirarlos.
A pesar de la denigrante redefinición de funciones y la carencia de gafas espejadas, lejos de decaer, mi alegría habitual aumentó ¿Regar al personal, fiesta de la camiseta mojada? mmmm me gusta, nos lo vamos a pasar bien, pensé…y encima cinco mil pesetillas.
Cada uno a sus puestos…En la ubicación tuve suerte y me toco en una especie de pasillo que se metía desde el escenario entre el publico, de esto se derivarían dos consecuencias buenas: primera que podría ver la mayoría del concierto aunque fuera de lado y segunda e importante que en ningún momento le daría la espalda a Michael preservando de esta forma mi integridad sexual. Así que enfundados en nuestras indumentarias y ataviados con nuestras armas acuáticas antidisturbios ocupamos nuestros puestos.
La apertura de puertas fue de lo más espectacular que he visto en mi vida. Los organizadores contaron hasta diez y tras el conteo vi una masa enfurecida que salía de los vomitorios y corría hacia nosotros, como abuelas en rebajas, para pillar los mejores puestos. Delante de nosotros tomó sitio un colectivo de zagales de Albacete, que me imagino despojados de navajas e instrumentos cortantes propios de su localidad, nos comentaron que llevaban cuatro días esperando en la puerta. Mandan Guebos!
Tras un breve repaso al personal masculino y femenino del grupo, deduje dos cosas: una que tenían menos peligro que el frutero de barrio sésamo y segundo que el personal femenino consideradas en suma y valoradas como colectivo llegaban con dificultad al 1.25 de puntuación conjunta. Esto último, hizo que mi visión del premio camiseta mojada decayera estrepitosamente y que no previera otro aliciente más allá que escuchar al desteñido y ver sus bailoteos de chiquitistán. En tanto empezaba el concierto (un par de horas de espera nada menos) remojamos varias veces al personal más por chanza que por procacidad dada la precariedad estética antedicha, y departimos amigablemente con el club de fans castellanomanchegos, en un remanso de paz y amor. Grave error
Esas almas cándidas albaceteñas mudaron en bestias desbocadas al apagarse las luces y aparecer un cohete con nuestro amigo el descolorido maiquel dentro. Querían saltar, estaban como cabras,¿se habían metido un chute? hicimos cadeneta para hacernos fuertes, un fotógrafo que se había escondido para hacer fotos mas cerca, recibió una mano de hostias de uno de los grandotes para hacerle desistir de su ilegal iniciativa y de repente una moza se desvaneció creo que de emoción… todo esto al mismo tiempo ante nuestra estupefacción repentina como seguratas amateurs que éramos. Joder, si vamos a tener que trabajar se avisa antes!!
La cosa no llegó a mayores y como pasa habitualmente en todos los aspectos de la vida, tras la pasión inicial luego se llega al misionerismo mental y al sosiego borracho de monotonía y vimos el concierto sin más incidencia que algún apercibimiento conminatorio a algún/a exaltado…
… bueno, y el pequeño incidente con la desvanecida que al ser transportada a la cruz roja tropezamos con la manguera y se nos fue al suelo recobrando súbitamente el conocimiento y regresando a su lugar de origen previa mención a nuestros progenitores.
Al finalizar cometí uno de los errores habituales de mi vida que es el dejarme llevar por la emoción sin reflexionar, ya que un joven albaceteño me ofreció diez mil pesetucas (diez mil) por mi camiseta de segurité y yo renuncié en pos de tener un recuerdo indeleble de aquel día y una prueba irrefutable de mi heroica actuación por si alguien no se lo creyera en un futuro como seguro que hubierais hecho vosotros malvados lectores.
Pues esto, esto es todo amigos… ya podéis contar a vuestros nietos que el chico de la consuelo además de salir en la Historia de Aragón, dar la mano a dictadores latino americanos y ver cortar un rabo en la Maestranza también fue guardaespaldas de Maiquel Llacson y todo ello con la sencillez y modestia que me caracterizan.
Documento anexo:
Así que eres el albaceteño que se gastó 10.000 calas en una camiseta...
ResponderEliminarBuen intento, el de hacerte pasar por maño todo este tiempo.
He estado medio post pensando en llamarte vago, pero como luego lo has hecho tú mismo, pues ya no puedo, no sería nada original por mi parte. :)
ResponderEliminar¿Una manguera y un cubo? ¿Sin lucecicas ni nada.? Yo me planto y me voy. Que es Michael, vamos. Que tiene pasta para eso y para más. Chicha no. Cabecita tampoco. Pero pasta sí que tenía para daros algo con un poco más de glamour XDDD
Cualquier día nuestros nietos estudiarán tus hazañas. O igual no porque no habrá educación. Ya veremos....
Anda, que resulta que eras de "esos" que frenaban mis impulsos de arrancar el corazón de cuajo al cantante de turno!! No, no es cierto, soy de las tontitas que se iban para atrás a besuquearse con un muchacho imberbe...
ResponderEliminarNada, que segurata del Michael ¡qué fuerte!
Un beso
Una experiencia interesante para recordar. Y el concierto, que tal estuvo?
ResponderEliminarA ver, dos cosas:
ResponderEliminar- Segurité no es lo mismo que guardaespaldas, piltrafilla :-)
- ¡he acertado! ¿el premio dónde lo recojo? ¿eh? ¿eh? qué emoción.
Petons!
5000 pesetas es lo que yo pagué en agosto de 1988 por ver el concierto del cohete.¿En el 96 seguía apareciendo con cohete?.
ResponderEliminarY del espectáculo ¿nada?¿no te emocionó ni una pizquita?.
Txelos no me extraña que te quisieran comprar la camiseta por ese pastizal, para las camisetas que había en la época la que te dieron está muy bien!!
ResponderEliminar“A los pequeñicos os va a tocar la colica maiiiiquel”, jajajaja...
ResponderEliminarHe cometido el error de leerte en clase mientras los míos hacían un examen, y no he sabido disimular las carcajadas... Me han pillado de pleno...
Si hubieras hecho los coros te habrían ofrecido 20.000 por la camiseta...
ResponderEliminar¿Cuál es el máximo de puntuación femenina (es curiosidad)?
pero en serio que no vendiste tu camiseta???? jajajjajajaja..
ResponderEliminarVengo aquí para certificar que el escribiente, no vendió la camiseta no por el aprecio a la misma ni por exceso de liquidez.
ResponderEliminarLo que ocurre, como confesó esa misma noche, es que se le planteo la duda ¿y si le vendo la camiseta a este fulano, como me voy hasta casa sin camiseta?
Que se sepa.
Ahí con un par.
ResponderEliminarEl modo de separaros para repartir las tareas me recuerda a la anécdota que cuenta mi padre cuando se fue a hacer la mili. El primer día les hicieron formar y preguntaron ¿alguien sabe escribir a máquina?, a lo que un grupo de emocionados jovenzuelos respondieron alzando la mano. ¿La recompensa? Tomad aquí tenéis estas escobas, id a barrer a Capitanía. Jajaja.
Yo nunca he ido a un concierto masivo, eso de las grandes concentraciones me agobia bastante, soy más de conciertos en salas pequeñitas, disfrutas igual, tienes más papeletas de conocer a los músicos y de sacar el puntito groupie que todos llevamos dentro.
Tita muuuy bueno, pero yo en Albacete no he estado nunca
ResponderEliminarni para ver a Cospedal.
Jatz, Como dijo mi tio el loibanés no estés de pie si puedes estar sentado, no estés sentado si puedes estar largo. Primcipio primero de la vagancia.
Y al resto os contesto a la vuelta que me largo hacia Catalunya a socializarme con la independencia
Cacho armario empotráo, a ver si en otro viaje a Madrid no te olvidas de sus habitantes-blogueros pobres.
ResponderEliminarAyyyyyy, madre, pero qué personaje estás hecho!! jajaja
ResponderEliminarSr NaN mi ultimo viaje Madrid fue de feriante, en el proximo que vaya de campo y playa prometo concertar cita.
ResponderEliminarSpeedy me has dejado helado al no verte como la reportera de barrio sesamo haciendole preguntas maliciosas a su majestad.
Palabritas ¿y arrebujada en el hombro del imberbe, agitabas al viento el mechero cogidos de la mano en la primera balada?... qué barbaridad.
ResponderEliminarAquellonoerayo, después me aficioné a varias de sus canciones como el Bllie Jean.
Lagartiji, ahora ya sabes que gozo de cuerpo de guardaespaldas que lo fuera o no solo es cuestion de nomenclatura.
Pseudo Ves que bonito tus 5000 pesetas fueron a mi bolsillo que las invertí adecuadamente.
NoE otro dia hablaré de mis americanas con hombreras y mis tirantes.
Ther en honor al post y a las risas ponles a todos un más 3 en la puntuación final de mi parte.
Carmen, sobre diez claro. No pensarás que somos tan duros y tan affrancesados de puntuar sobre 20.
ResponderEliminarSuguspiña... en serio de verdad, aqui la tengo todavía junto a mi que no me ha dado tiempo de subirla al trastero desde que le hice la foto para el post.
Gonzalo eres un ilogico porque si me dieron la camiseta allí, obviamnete hasta allí llegaría con camiseta. Achaco tus desbaríos al jet lag.
Akede yo es que desconozco la vida castrense soy objetor por razones religiosas. Y en los conciertos apretujaos casi siempre se intima.
Pues sí, lo admito, mi admiración hacia Consuelos's Kid ha aumentado hoy al saber que fue de la securité del MJ en aquel concierto, (aunque no fuera de los de la élite de los catadores de vinagre, jaja)
ResponderEliminarPero a saber qué hubieran hecho las hordas albaceteñas con el rey del pop si no hubieras estado allí plantado cual armario ropero infranqueable.