viernes, 13 de junio de 2014

Un cuento: Mobbing o la noche en la que Gorka lloró.

Gorka Aldanondo nació en Ordicia, aunque pronto salió de allí camino de Donosti. Fueron los tiempos en los que su padre montó un pequeño comercio en Gros, muy cerca de donde el Cantábrico besa el Urumea. Sus primeros recuerdos adolescentes, allá por los ochenta, se envuelven en banderas y rencores, azuzados por el silencio y la vieja frase de su padre “Gorka aquí de política no se habla” que siempre le hizo pensar en historias no contadas por las que su padre había salido del pueblo.

Estudió Derecho y se marcho a vivir con una novieta a un pueblo cercano, que por lo que luego os contaré, me vais a permitir omita su nombre (el de la novieta y el del pueblo). Es gracioso que empezara en política derivado de los grupos cristianos de base, y es gracioso que en lugar de militar en los catolicones del pnv que es lo que procedía, o precisamente por eso, empezara a participar en agrupaciones sociales más a la siniestra que a la diestra.Exif_JPEG_PICTURE

La verdad es que no sé exactamente en qué momento dio el paso adelante (quizás el paso a un lado), no fue una mañana, quizá fueron varias durante varios meses, quizás durante varios años. Empezó a estar harto de una izquierda que pensaba más en patrias que en libertades y más en fronteras que en derechos de los humildes. Pero lo que más le molestaba y lo que le empujó a hacerlo, no eran los movimientos liberaloides, ni los supuestos gudaris, sino toda aquella gentuza derechona, nacionalista y negurítica que miraba hacia otro lado cuando veía el telediario. “De los malos ya espero las maldades, lo que no deja de joderme son las maldades de los supuestos buenos”.Y fue alimentando un odio hacia ellos que se fue haciendo montaña.

Pero la vida es una hija de puta y nos lleva por caminos impensables. Tu Gorka, euskera ya hablas no? Le dijo una mañana un amigo de su padre cuando estaba rumiando sin empleo a los pies de un despacho de abogados de rancio abolengo. Mi familia es de Ordicia, ya sabe. Le dijo por toda respuesta. Y como si eso fuera suficiente valía, entró a trabajar en el despacho que representaba todo lo contrario a lo que él defendía y que a la postre seria la gota que colmó su vaso.

Pero ¿quien iba a pensar que iba a salir concejal? si no había pronunciado un mitin ni pegado un cartel en toda la campaña. Solo había dejado que pusieran su nombre en aquella lista porque no podía soportar más a esa cuadrilla de mamones meapilas que estaban con el Gure Aita por la mañana y con el Gora Eta por la tarde. Y que en su despacho defendían con buenas minutas, eso si, a aquella panda de indeseables.

¿Renunciarás no? la amá lleva tres días llorando -Le dijo su padre- y es que además tu jefe te manda a la puta calle al día siguiente y tu novia un día después. En lo primero acertó, en lo segundo no: hoy aun sigue con ella. Y no renunció y tomó acta de concejal entre amenazas, con algún huevo por parte de ellos y muchos por la suya. Y así durante muchos años.

Hoy me he acordado de Gorka y de aquella noche tiempo después, en la que nos encontramos por casualidad en un país lejos de casa y cerca de ese espacio imaginario en el que nuestros recuerdos conviven con dificultad con el alcohol desmesurado. “Hoy han matado a un concejal del PNV, me dijo, y he llorado, te lo digo de verdad, no sé muy bien si de rabia o por la vergüenza que me ha dado sentir una pequeña alegría” cogió aire, apuró el Ron y siguió “…han sido ocho años de insultos, desprecios, actuando contra mi como si no existiera o para que no existiera, descojonándose de mi y de mi sufrimiento a mis espaldas, incluso me han hecho estar en un partido con el que comulgo en pocas cosas pero que es el único que tienen en frente…¿y ellos mientras, que han hecho?… la mitad eran coparticipes si no autores y la otra mitad miraban hacia otro lado, no vaya a ser que les salpicara la sangre en su asqueroso traje de Guzzi. No sé como será el mobbing en el trabajo, pero en estos años he pensado mucho en la gente que está acosada en otros ámbitos de la vida. En todos esos hijos de puta cobardes y castrados que acosan a otros para ocultar su impotencia y su inutilidad y en todos los cabrones que les hacen la cobertura con su silencio cómplice” “hoy les han pegado un tiro, no voy a decir que se jodan, porque yo no soy como ellos y sobre todo porque yo soy el primero al que perjudica que esto se agrave llegando a más gente, pero no te puedo ocultar que tengo un sentimiento encontrado de pensar que la mierda ha llegado a todos y hoy también a ellos”.

6 comentarios:

  1. "De los malos ya espero las maldades, lo que no deja de joderme son las maldades de los supuestos buenos” Esta frase, o parecida, la he pronunciado yo mucho últimamente.
    Me ha gustado.

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  2. Si, como te he dicho antes por tuiter, lleva una pizca de verdad, da igual el porcentaje, ha dejado de ser ficción.

    Lamentablemente, es así. Al menos es mi opinión desde fuera. Nunca tocaban al pnv, ni a la ertzaintza, ni a los curas y obispos vascos. Hasta el día que pasó. Y oh... Qué se supone que hay que hacer, ahora sí que hay que decir o hacer algo, eso debieron pensar. Me parece un ambiente hipócrita y enrarecido que ha perjudicado a muchos fuera de los límites autonómicos.

    Y ya, que voy a sonar más facha que el director de El País.

    Muy bien escrito, muy bien transmitido. Te mando un beso gordo :*

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  3. Muchas gracias Anamaria, la verdad es que es ficción pero no olvides la frase que le he robado a Sepulveda y que encabeza el blog "En esta tierra mentimos para ser felices.Pero ninguno de nosotros confunde la mentira con el engaño"
    Y es cierto que he puesto el pnv, pero no pretendia que fuera una diatriba contra ellos, sino más bien contra los que miran hacia otro lado en general o se mantienen en una pretendida neutralidad ante la injusticia y la verdad es que todos pecamos de eso a veces queriendo o sin querer.

    Muchas gracias Saramaga esa es la frase que resume lo que quería decir.

    Y también a MIss Hurry que comenta por tuiter.

    Bueno me echo una lecturilla y me voy a dormir, que momento este de entretiempo de acabar un libro y empezar otro.
    Como me ha dejado buen sabor de boca el policiaco de Lorenzo Silva igual sigo en el ggenero con el ultimo de Gonzalez Ledesma que aun lo tengo pendiente.

    Muaksssss

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  4. El silencio, la inhibición, la equidistancia, el "a mí que me registren"... nada es más devastador que eso.

    Y sí, aunque sea dentro de algo terrible, pocas cosas son más justas que cuando la hipocresía y el buenismo les/nos explota en la cara.

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  5. Entre la política y la religión van a acabar con todos. El caso es no estar en paz.

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  6. Para qué el mal triunfe, basta con que los buenos no hagan nada. Creo que fue Einstein. Pero lo de ahi arriba es a veces comprensible. Hay que estar allí para comprenderlo. Yo soy de Donostia. No tengo 8 apellidos vascos, tengo 6 (mi abuelo materno era de Zgz). Pertenezco a dos familias de patricios del nacionalismo que incluyen un lehendakari, un fundador de ETA en los 50, un consejero del sucesor de ese lehendakari, entrenadores y jugadores de la Real, fundadores de la prensa nacionalista, consejeros del Banco X o empresarios de cierta importancia. Todo esto lo digo solamente (ya que soy anónimo) para hacernos una idea de que aún así, mi familia tuvo que pirarse con viento fresco a territorios más al sur. El silencio es/era oro en un momento dado. Callar para sobrevivir, y eso en una ciudad bastante conservadora y de familias de toda la vida, no te cuento si hubiera vivido en Rentería, Hernani, Oiartzun, Usurbil, Astigarraga... Yo entiendo el silencio en algunos casos. Me jode, pero lo entiendo. No todos tuvieron la ocasión de bajar al sur y seguir con su vida y tener una vida en libertad.

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