jueves, 2 de junio de 2016

Fomentar el espíritu emprendedor en la infancia

Vagaba y vagueaba hace unos dias por el paseo maritimo de ese pueblo del que decía Marsé que era un vertedero de zaragozanos adiposos jugando a petanca, cuando me tope con unos pobres niños ricos vendiendo pulseras a un euro. No eran manteros de color, gitanas echando la buenaventura o perroflautas cambiando artesanias por un duro de revolución. Eran niños ricos, digamos acomodados por no faltar, que invertían su tarde preadolescente en lograr unos chavos como incubadora emprendedora vendiendo sus manufacturas a los aborigenes del lugar.
Puse el grito en el cielo y mis manos en la cabeza pensando que iba lograr el asentimiento de mis compañeros de holganza; cuando, lejos de la felicitación ante tan evidente desmán, obtuve la más energica reprobación ante mi talante contrario al fomento del espiritu emprendedor en la infancia. 
Y uno, que ya anda un tanto saturado de esoterismos emprendedores y bombillas iluminadas, puse mis entendederas a funcionar debatiendo conmigo mismo sobre si fomentar que los niños desarrollen "inciativas micromercantiles informales" era una buena manera de generar una sociedad emprendedora de mañana.
Y ya saben ustedes, fieles lectores de esta borrachera de frases que constituye este blog, que a veces la poesía es la más bella de las artes y otra el refugio y escusa de escritores vagos. Y siendo esta segunda alternativa la más plausible descripción que me define, opte por exteriorizar mis esguinces de magin en los versos que siguen:

Los niños no deben aprender 
a montarse empresas, sino a romper cristales
a chutar balones, a molestar a viejas
a creerse piratas y vestirse de princesas
a disfrutar mucho, a soñar mucho
a imaginar e imaginarse mucho.

Los adolescentes no deben aprender
a montarse empresas, sino a meterse mano
sin decoro, a buscar la mirada
del chico que desean,
a soportar los complejos que les hunden
a no ser protagonistas, a tener referentes;
a frustrarse, a aburrirse, a triunfar a veces (pocas veces)
a leer, a leer mucho, a segir leyendo
a escribir versos de (des) amor
para (des) ordenar las ideas y el caos de sentimientos 
que es ir viviendo.

Porque si imaginas, si sueñas
si te frustras y disfrutas 
si te ordenas, 
si tienes referentes
si lees y te escribes
si empatizas
con el otro
al final creo que sabrás montar empresas.

11 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo.
    Cada cosa en su momento.
    Si te pierdes esos momentos acabas haciendo algunas de esas cosas cuando ya eres mayor, y no te corresponde.
    Llamar a los porteros electrónicos al tuntún , sólo para molestar son esas cosas q te divierten cuando eres niño. Pero hacerlo con 50 se convierte en trastorno psiquiátrico.

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  2. Estamos tiñendo todo lo ciudadano
    con metáforas empresariales
    que es una manera de perder
    la partida del lenguaje.

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  3. Mi hija aprende a leer a Verne, a chutar balones, a mirar puestas de sol y amaneceres, a escribir diarios, a preocuparse por los refugiados, a hablar cuando no toca y que la expulsen de clase, a contestar cuando no debe y asumir el castigo y a pintar piedras en verano y venderlas a otros niños que no tienen ganas de pintar y si de comprar.
    Y si lo hace ahora, con diez, probablemente, con doce ya haya perdido el interés en pasar dos horas de una tarde en el paseo marítimo en vez de en el agua.

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  4. Así es. Muy bien escrito. Me ha encantado.

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  5. Oiga, aunque alguna vez he contribuido en alguna historia similar sólo porque quienes vendían eran sobrinas postizas, debo decir que estas clases de economía me parecen obscenas.

    También es verdad que lo mismo se aplica a casi todo lo aprobado en el Congreso en los últimos años, ains.

    Salud y saludos.

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  6. Yo no quiero que mis hijos sean emprendedores. Que no nos engañen con esa nueva mercadería. El trabajo es un derecho y un servicio a la sociedad. Quiero que mis hijos sean profesionales e intelectuales. No tienen que emprender y caer en el capitalismo atroz. Tienen que prestar un servicio a la sociedad a través de su trabajo como bien necesario, sea este en forma de médica, enfermero, chofer de autobus o barrendera.

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  7. Los llaman "emprendedores", pero en un 99% son pu**s autonónomos. Y ya sabemos de qué va la vaina.


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  8. Ex seminarista a mi no me parece obscena la economía sino que todo se mida con criterios económicos. Y echar la culpa al Congreso en cierto modo es darles la razón en que las cosas que no se legislan no existen y que por tanto si no se dictan leyes no se solucionan los problemas.
    Así nos va que vivimos en una borrachera legislativa que no hay dios que se entere.
    Menos leyes y más aplicación racional de las que existen.

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  9. Amigo NaN no podemos caer en la trampa del lenguaje. Lo contrario a la austeridad es el derroche o la prodigalidad.
    Y lo contrario a emprender es la paralisis. No se puede estar a favor de la prodigalidad y la parálisis.

    Otra cosa distinta es que se esté utilizando a los emprendedores como mecanismo para fabricar "emprendeudores"
    eso lo cuenta el podemita Moruno con mucho acierto.
    Con tanto acierto en el diagnóstico como majadería en su receta para curarlo.
    En este post glosé su libro

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  10. Amigo Viveiro: Emprendedor (y trabajador) puede ser adjetivo o sustantivo. Yo quiero que mis hijos sean personas emprendedoras y trabajadoras (como adjetivo)del sustantivo persona.
    No sé si quien les pagará por sus servicios será un cliente o un patrono y sinceramnete no sé qué es mejor.
    Sé que vivirán en un sistema capitalista, eso seguro,y que lucharé para que no sea atroz.
    Pero casi me da más miedo la promesa de sociedades ideales, de cielos idílicos para el dia de mañana que sirven hoy de argumento para las mayores tiranías en su nombre. Todo esta permitido hoy para conseguir el cielo prometido mañana

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