viernes, 8 de mayo de 2020

Musee des Beaux Arts o El padre de Blancanieves







Vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas. Parece que acaba la fiesta y los padres y las madres enterrados se convierten en números en medio de una estadística desafortunada. Un trimestre aciago en medio de aquel año bisiesto. 
Nosotros, como el padre de Blancanieves, asistimos impasibles ante la tropelía de nuestros representantes, guardamos silencio para que nadie nos afilie porque en este puto pais no puede haber crítica sin bandera ni exigencia de responsabilidad sin asignación de siglas.
Silogismos dislocados: "nosotros no somos responsables ellos lo hubieran hecho igual o peor" y nosotros silentes, imperterritos, como el labrador y el barco que continuan sus tareas en el poema de W.H.Auden. En el cuadro de Breughel ellos siguen sus labores y sus caminos mientras Icaro chapotea en una esquina a punto de ahogarse tras caer del cielo , como el caballo del torturador que se rasca aburrido el culo en el arbol mientras su jefe desholla al preso.
Ya nada nos asombra. En unas semanas volveremos a trabajar o no, abriremos nuestras tiendas o no, mandaremos memes de risas por el guasap, haremos trending topic a jorge javier y aplaudiremos desde los balcones un rato más mientras echamos la culpa a Franco o a Stalin; a Napoleón o a los Reyes católicos de las desgracias que nos pasen. Veremos partidos de futbol, mucho futbol y debates insustanciales sobre si está más buena Pilar Rubio o la novia de Jordi Alba y la nueva normalidad será tan vomitivamente normal como la antigua.
Aporto mi traducción, liberrima como siempre, del poema de W.H. Auden un poeta siempre certero  del que mi pobre inglés exprime el contenido como puede y la belleza de los símiles e imágenes más que de las palabras que con dificultad entiendo.




About suffering they were never wrong,
the old Masters: how well they understood
its human position: how it takes place
while someone else is eating or opening a window or just walking dully along;

How, when the aged are reverently, passionately waiting
for the miraculous birth, there always must be
children who did not specially want it to happen, skating
on a pond at the edge of the wood:

They never forgot
that even the dreadful martyrdom must run its course
anyhow in a corner, some untidy spot
where the dogs go on with their doggy life and the torturer's horse
scratches its innocent behind on a tree.

In Breughel's Icarus, for instance: how everything turns away
quite leisurely from the disaster; the ploughman may
have heard the splash, the forsaken cry,
but for him it was not an important failure; the sun shone
as it had to on the white legs disappearing into the green water,

And the expensive delicate ship that must have seen
something amazing, a boy falling out of the sky,
had somewhere to get to and sailed calmly on.


Sobre el dolor y el sufrimiento ajeno jamás se equivocaron
los viejos maestros. Que bien entendieron
lo que significaba para los hombres.

Como el sufrimiento nos acompaña
mientras los otros comen,
y abren las ventanas como cada día
y pasean tranquilamente sin mayor interés.

Como mientras los mayores esperan reverencialmente
el milagroso Nacimiento,
hay críos patinando en el lago junto al bosque
sin darle más importancia a lo que suceda.

Ellos nunca olvidan que aun cuando el martirio siga su curso
en un rincón desordenado
los perros siguen con sus vidas de perros
y el caballo del torturador se restriega
contra un árbol de forma inocente.

Por ejemplo en el Icaro de Breughel: todo el mundo
da la espalda calladamente al desastre
el labrador debe haber oído el estruendo, el grito, el lamento;
pero para ellos no era un asunto de importancia;
el sol seguía brillando mientras los pies desaparecían
en el agua verde.

Y el precioso velero que sin duda debió ver algo tan extraordinario
como un niño cayendo del cielo
se encamina pausado, sin embargo,
hacia no sé que lugar
dónde había puesto destino.

2 comentarios:

  1. ¿Qué decir? ...en todos estos días, más de 60 en mi caso, he escuchado de todo, pero hay algo que me deja como una extraña sensación dentro, ese querer "volver" a la normalidad de "antes"... si el camino de "antes", si esa "normalidad" hecha de que el dinero cuenta más que todo el resto, donde los principios y escrúpulos van en el último de los cajones, donde se sigue "escondiendo" la mugre debajo de la alfombra; es la que nos llevó hasta esto, hasta donde estamos hoy... ¿por qué querer volver? ...¿no se debería desear, al menos, un cambio en todo esto? ¿una real y definitiva toma de consciencia? ¿no es que nos gusta la mentira disfrazada de verdad? No sé, tengo muchísimas dudas, muchas más que certezas.

    Un beso.

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    1. Incertidumbre es la palabra que ahora nos envuelve. Y en este caso lo contrario sería confianza, justo lo que no han conseguido sino más bien lo contrario quienes nos gobiernan.
      En España al menos nos gobierna gente poco fiable que incluso puede que a veces hagan cosas bien pero de quienes no te fiarías ni para comprarles un coche de segunda mano así que como para encomendarles la salud de nuestros hijos y nuestros abuelos.
      Ya lo he dicho por aquí. Ser incompetentes va en sus capacidades y en quines les han señalado para ser elegidos (no confundir con los electores) ser mentirosos y manipuladores va en su maldad propia.
      Besos.

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