Ya os anticipo que la película
Miau no va a arrancar aplausos ensordecedores entre la crítica, ni va a estar
en los palmarés de los grandes premios, ni siquiera será de las que llaman
películas de culto; pero a mi, os soy sincero, me ha gustado mucho. Es cierto
que se le escapa viva, que no la remata, que se aturulla un poco en el hilo
argumental y que se entretiene quizá demasiado en el espumillón mientras no le
da tiempo a dar reposo a los personajes. Sin embargo tiene un algo trasgresor
en lo estético y al mismo tiempo un fondo teatral clásico con cuatro actorazos
como la copa de un pino que se comen con patatas cualquier deficiencia de las
que os he contado.
Ni a Jose Luis Gil (el señor
cuesta para que nos entendamos) ni a Alvaro de Luna (el algarrobo de Curro
Jiménez) nadie les va a enseñar lo que es subirse a un escenario, me imagino
que ambos se habrán tragado obras infames en su curriculum sin pestañar como
para que ahora le vengan a decir que no pueden hacer una buena faena porque les
haya tocado un berraco un tanto ramplón. Precisamente por eso deben sacar y
sacan la maestría y la profesionalidad para bordar unas interpretaciones de
sombrero, lo mismo digo de Luisa Gavasa (ved La novia si no lo habéis hecho ya
) y Manquiña (a quien solo conozco por Airbag).
Cuatro abuelos amigos de la
juventud se encuentran, se saben mayores, se recuerdan y como si fuera el
anticipo de su senectud definitiva aprovechan una última aventura de pillaje para
combinar recuerdos pasados con sueños por culminar. Todo se mezcla y como
cuando los yayos te cuentan las historias de antaño se enredan en un relato
deshilachado cuando no inventado, cortapegan por donde les da la gana y
alternan los momentos de risas y ternura con los de la tristeza más abierta. A
ratos me venía a la cabeza el Cocoon de Howard y a veces El enredo de la bolsa
y la vida de Eduardo Mendoza con su detective metiéndose en el submundo de una
Barcelona (en este caso Zaragoza) de barrio chino, políticos de sainete y
culturetas de salón.
La peli tiene una estética
peculiar desde el primer momento que a mi me ha gustado, planos de hechura
preciosista, con otros de rasgo pop y onirico; un humor visual con tendencias a
alex de la iglesia y algún dialogo con trazos de amanecismo no consumado y
retronasal de oregon (absténgase en este punto los no oregoneses).
Pero debajo de tanta imagen
contradictoria y aparentemente superficial se esconde una carga de profundidad tremenda
expresada en los excelentes diálogos entre Gil y Gavasa que bien podrían ser
teatrales. Hablan sobre el camino lleno
de obstáculos superados mal que bien, hablan sobre su derecho a seguir teniendo
retos, hablan del miedo a la enfermedad y la muerte. Todo ello bajo un aspecto
de bodevil más que de obra sesuda.
¿Qué es lo malo? A mi entender
que tanto actor sublime le vienen grande a un guión insuficiente. Al personaje
de Gavasa se le finiquita en dos pinceladas su lesbianismo de toda la vida, el
de Gil se diluye añadido al de Ana Ruiz (pufffffffff), a Alvaro de Luna se le
termina dejando de comparsa y Manquiña con tanto que contar se le convierte en
un personaje de tebeo. Demasiado cameo de colegas (eso está bien cuando eres
Segura y ya has hecho tres torrentes, pero queda pretencioso y prescindible en
una segunda película). Y al final da un tono de película desaprovechada y de la
que no pocas personas se han ido del cine antes de acabar.
Yo sin embargo os recomiendo ir a
verla si os gusta ver a actores de los de verdad, de los de siempre, de los que
son geniales cuando se encuentran un papelazo, pero que son igualmente geniales haciendo levantar al publico con un papel menor. Id a verla si os gustan
los atrevimientos visuales, una manera distinta de contar historias en imágenes
y perdonadle los errores que los hay empezando por el cartel.
También os podría contar que
salen mis calles zaragozanas, algunos amigos actuando, alguna imagen que alude
a mi familia más cercana pero eso son cuestiones mías que a vosotros me imagino
que os importarán tirando a poco.
lo tendremos en cuenta
ResponderEliminarsaludos
Creo que voy a esperar a verla en la tele.
ResponderEliminarPlebeyo, pseudo
ResponderEliminarNo siempre hay que ir al cine buscando guión. A veces se puede ir a ver fotografía, a buscar recuerdos o sencillamente como en este caso a ver actuar a excelentes actores.
Abrazos