martes, 2 de febrero de 2010

ESCAPADA A CORDOBA ciudad monumental


Como sabéis toda mi nutrida tropa de devotos seguidores, este fin de semana me he encaminado con mi parienta a tierras del sur. Concretamente a Cordoba. Y qué menos que hacer un bonito recorrido por los monumentos que he ido visitando estos días en la ciudad de los califas con lindas fotos y bellos recuerdos. Mi aprecio a Irene amable camarera de nuestro hotel cuyos consejos para si la querría la guia Michelin.
1-. En la plaza de san miguel fuimos a El Pisto. Como su propio nombre dice pedimos Pisto, salmorejo (esto es una constante en todos los monumentos visitados) y un flamenquin. Pero de esta parada todavía se me saltan las lágrimas cuando veo las manitas. Sensacionales escalofriantes… El sitio tiene un patio interior muy bonito donde comimos y según nos cuentan no es raro ver algún lugareño cordobés vestido obviamente de cordobés. No sé si era un extra pero cuando estuvimos vimos a un señor vestido de esa guisa. El carajillo nos lo echamos en el Long rock que es un sitio muy bien montado con musica “de los clásicos” según nuestra orientadora sentimental del hotel, Elvis y los Beatles.
2-.Seguimos la ruta turística hasta la plaza de la Corredera. Donde visitamos en sus alrededores El salinas y pedimos unos boquerones rebozados. Muy buenos, aunque alguien debiera decirles que la unidad de medida para dos personas no es el medio kilo de boquerones. A mi las cosas rebozadas me dan un poco de miedo porque de lo sublime a la fritanga hay un pequeño paso. En este caso estaban más cerca de lo primero que de lo segundo.
3-.Últimamente en las ciudades les ha dado por disimular el rastro de toda la vida (que parece no queda bien) disfrazando a los vendedores de indio. Y le llaman mercado medieval o cualquier otra ocurrencia del baranda de turno. En la plaza de la corredera creo que estaban los trescientos mil cordobeses sin contar foranos no censados como nosotros.. En un acto heroico nos metimos en El Sotano ¿Quien os ha recomendado eso si ahí vamos solo los cordobeses? Nos dijo el conserje. Si eso no es para turistas. Pues por eso. Allí nos apretamos otro flamenquin de cerdo puffff, otro salmorejo y….. unos callos para haberme dado un patatus de ricos. Salvo la moderna manía de llenarlo todo de patatas aunque no las pidas. para chuparse los dedos (En descargo del personal las patatas no eran congeladas). En este caso el carajillo lo echamos en el Sojo (como suena) que es un bar musical en un tercer piso (un poco de puretas la verdad) con una terracita con vistas al Guadalquivir. Las vistas no son al paraiso pero bueno no está mal si pillas silla… Mi mujer para esto es la mejor, esta atenta y se lanza sobre la presa de manera implacable.
4-. Para cenar teníamos nuestras dudas. Alguien nos había recomendado el caballo rojo y casa pepe. Pero mi larga carrera de tragapanes y sexador de despojos comestibles me indica lo poco conveniente de zampar a menos de veinte metros de un bien patrimonio de la humanidad. Con lo cual hicimos una práctica habitual en nuestros viajes conyugales que es realizar una encuesta callejera entre presuntos lugareños. Así mientras mi mujer preguntaba a un chino y a un señor pelirrojo con camiseta del barça creyendolos más cordobeses que Manolete, yo me dirigí a una pareja de yayos con barriga de no haber pasado hambre desde el año 36. Muy amables (como todos en Cordoba, que son un verdadero encanto) y tras contarme que había hecho la mili en Calatayud. (Si fuera cierto todos los que dicen haber hecho la mili en Calatayud, debería de ser la sede de la OTAN) nos recomendó El Churrasco. “Hacedme caso ahí tenéis que pedir mollejas y riñones”. Solo hay una cosa que a una mujer le de más contrariedad comer que los riñones (por pudor no lo diré), pero luego fuimos y le cogió el gusto a la cosa… de los riñones (no seguiré con el simil para no ganarme animadversiones entre lectoras puritanas). Además un camarero muy amable nos recomendó como novedad… el salmorejo aunque en este caso untado sobre berenjenas. En fin… las palabras no pueden describir nuestro encuentro. Como estábamos cansados los carajillos los pedimos allí. El Señor nos dijo que hacía los mejores carajillos del mundo. Debían serlo porque nos levantó tres euros y medio por cada uno. En este punto decir que nos sorprendieron los precios de las cosas por baratos. En ningún sitio pagamos más de 50 euros por comer dos personas, acostumbrados a nuestros expoprecios una broma.
5-.Finalmente para concluir el itinerario decidimos hacer el guiri gastronomico. Es inevitable, sucumbimos ante un restaurante con fotos de Carmen Sevilla y Lola Flores en la pared (la de Manolete y Gala vienen de serie en cordoba) el sitio se llamaba Bodegas Campos, está en la parte más cercana al rio. Y nos gustó la verdad. Como de todas las recomendaciones nos faltaba el rabo de toro, decidimos no dejar ninguna casilla de la quiniela sin llenar y nos zampamos la zona donde el noble animal pierde su nombre. Ah!! Y algo que no habíamos probado… en efecto el salmorejo.
Otrosi digo que jugando con la suerte nos sentamos en una terracita junto a la plaza de las Tendillas donde vimos a los ciudadanos aborígenes triscarse fuentes de gambas con cerveza. Todos lo mismo. Para un espeleólogo de las miserias comestibles que toda la gente coma lo mismo en un bar es un reto. El lugar se llamaba El Puerto y nos cobraron siete eurillos por un martini una cerveza y los crustáceos, repreguntado el maestro portuario se reafirmó en lo antedicho y constó en acta. Increible.
Bajando por la calle Jesús y Maria está el estremeño que con gracejo nos aligeró el bolsillo de cuatro euros a cambio de una jarrita de cerveza. En este tiempo alguien que te haga reir como el susodicho se merece cuatro euros y el doble. Hay cervezas que se recuerdan y esta es una de ellas.
Por cierto alguien sabe como se llama ese edificio con arcos de colores donde entraba mucha gente con cámaras fotográficas.
BANDA SONORA: Clara montes (La unica manera de digerir al tabarras de Antonio Gala) el disco en el que canta sus poemas un lujo, esta es una de mis canciones favoritas del disco, pero son todas una preciosidad a pesar de la letra.






3 comentarios:

  1. ola, la próxima vez que vayas a Córdoba te recomiendo la Taberna de Sna Miguel. No es difícil de loclizar. Mágnífico Salmorejo y mejor Japuta en adobo. Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Ave nocturno, un placer recibirte en este nuestro patio de vecinos. Te me habias agazapado entre las entradas viejas que no sé porque las puse con verificación.
    Me ha costado casi 40 años ir a Cordoba pero con lo contento que me marché haré por repetir expedición.
    Muchas gracias por la recomendación y voy rapidamente a ver que es eso del japuta en adobo que se me había escapado entre las investigaciones culinarias.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Eyyyyy!!! que la Taberna de San Miguel acabo de echarle un ojo en el guguel y es lo que yo llamaba El Pisto...!!!
    Nos encantó el sitio y el patio interior, lo que no probamos es la palometa (alias japuta)... pal siguiente viaje.
    Por cierto...¿por qué no hay más programas colgados de arboleda, ave nocturno?
    más saludos

    ResponderEliminar