capitulo 2 y el final de su vida.

 

Capitulo 2

María Aldaba llegó tarde a su ático desde la estación, se quitó el fular, los pantalones vaqueros, se desabrochó el sujetador y se echó en la cama. Se puso a ojear el “Mujer de hoy” sobre sus piernas desnudas. Cayó dormida. No le dio tiempo de quitarse el resto de la ropa ni el pensamiento de que algo estaba haciendo mal. No podía seguir dándole esperanzas a aquel joven 11 años menor. No era más que un rollete en Madrid.

Matías abrió la puerta de casa, su mujer ya estaba dormida, entró en el baño, se miró en el espejo y se vio mayor; tres elementos: Ojeras, canas y desidia se reflejaban en el espejo. Se quedó en calzoncillos. “¿Cómo ha ido?” Oyó al meterse en la cama. En el tren de vuelta había decidido no contarle nada a su mujer. “Todo bien, duerme” Y le dio un beso.

Marcos tiró los apuntes con rabia contra el sillón de su habitación, su madre y su hermana no estaban en casa. Se echó a llorar más de soledad que de frustración.

-“Tienes cara de opositor cansado” le había dicho al despedirse la camarera del restaurante habitual Marcos había sonreído.

-¿Sigues trabajando solo a horas? le preguntó a la rumana

-Si, siempre que me llaman, pero también trabajo en casa de unos ingenieros que me tratan muy bien.

-Pues ya les puedes hacer buenos regalos

-Se los hago señor, se los hago. Y cuídese.

En el tren había hablado con aquel ejecutivo espigado, le había dado su tarjeta y… unas ganas terribles de dejar la oposición. Era enjuto, de mirada triste, voz lánguida. Raro. Pero le había dicho que era vicepresidente de una fundación. Le mandaría el curriculum.

Y qué pinta tiene un opositor? se preguntó al llegar a casa. Encendió el ordenador para mirar algún blog y borrarse la cabeza: Joder! el bloguerío estaba caliente: Primero viveiro hablaba de coños, luego miedoslibres, elchicotelaconsuelo y pseudosicologa se habían puesto a debatir de películas porno, finalmente echó una ojeada a Caótica que le subió el tono y acabó con hormigaconsexo (microrelatos eróticos en 300 caracteres). Se masturbó. Ni se le pasó por la cabeza que hormiga fuera la señora que había viajado con él en el tren de Madrid, con sus tacones, sus lacas y la pinta de desayunar todas las mañanas en el corte inglés rebozada de pieles. Lo era

Capitulo3

Se oye fuerte el ruido del tren que se aleja, me reconoce, le sonrío y compruebo que llevo la pistola cargada en mi bolsillo. Aún le queda un tramo de subida (su vida) hasta llegar a mí. Miro alrededor, solo hay un hombre sentado en la sala de espera, aburrido, con pinta de llevar tres horas esperando el enlace con Teruel. Su mirada me ha hecho echar mano al bolsillo, pero parece inofensivo. Vaya como está la del fular. El tío raro del maletín hace un gesto que me pone en guardia otra vez, se aleja, casi tropiezo con la urraca de los tacones cuando me dirijo al niño.

-¡Qué bien que eres tú Joaquín! ¿Pondrás la sirena como el otro día?

-Chiquillo me alegro de que todavía no te eches a correr cuando oigas la sirena y que prefieras venir conmigo a seguir el trasero de esa del pañuelito que se va. Si tu papa hubiera hecho lo mismo no nos veríamos en esta.

-Deja al crio hombre, me dijo mi compañera, que más que a Clint te pareces a Alfredo landa en el crack

-Joaquín, llevas la pipa en el bolsillo, no se te nota nada. Yo querré ser policía como tú.

-Chiquillo esta es una profesión de lobos solitarios, tu tienes que ser universitario y buscarte novietas formales que solo sepan contar hasta el 68, Cuéntale al tío Joaquín ¿Dónde te ha llevado la yaya?

-Paso de ti, rezongó mi compañera, solo quiero llegar a casa y quitarme este traje y los veinte años encima que me han puesto que me dan mal rollo. Que acabes bien el día Mendez de pacotilla.

-Me cuentas chaval qué has hecho o te tengo apretar las clavijas como hago con las sabandijas que llegan a comisaría.

-¿En serio les das? Hemos ido al campo de golf donde iba mi padre con sus amigos de los bancos y he visto una liebre ahogada en el estanque, los jardines son chulísimos vaya curro el que se ocupa de ellos, seguro que está soltero porque casi no tendrá ni tiempo.

Poco a poco se van alejando por los largos pasillos de la estación ya vacía.

El niño de la mano le sigue contando y Joaquín cagándose en la puta madre de sus jefes que pensaban que llevando al hijo secreto del mafioso Prunetti a los lugares que frecuentaba su padre, conseguirían que asomara el hocico el falso suicida.

Ese estará en Brasil con una jeta nueva o escribiendo blogs de baloncesto desde Leon. Y al llegar al coche enchufó la sirena. Ojala pudiera dar marcha atrás al tiempo para sentir todavía la emoción de poner la sirena.

Se eleva la cámara, se ve el coche alejarse por la larga avenida de la corrupción, y se escucha una canción entrecortada de Cher If I Could Turn Back Time.