Me he quedado mirando la gente desde la barandilla, sólo 7 personas subían desde las vías: una señora con tacones, una abuelita y su nieto, un ejecutivo con cara de ordenador, una chica mona con vaqueros y fular, un madurito entrecano hablando por el móvil y un gafotas con pinta de opositor. Se oye fuerte el ruido del tren que se aleja, me reconoce, le sonrío y compruebo que llevo la pistola cargada en mi bolsillo. Aún le queda un tramo de su vida hasta llegar a mí.
(SIGUE)
(SIGUE)
La chica mona. Te ha causado demasiados problemas.
ResponderEliminarEl madurito hablando por el móvil. Es el jefe aquel que tenias que gustaba del amor de los efebos y fue mi oportunidad de retirarme...
ResponderEliminarSuicidio.
ResponderEliminarEl opositor. Un competidor menos para el examen.
ResponderEliminarEstá muy bien, sí señor. Un micro que crea supense. La señora de tacones, cansada de ser la otra se encamina al no ser.
ResponderEliminarYo apuesto por la señora de tacones. Pero, claro, te comprendo: amenazaba con contarle todo a tu mujer...
ResponderEliminarMola. Habrá continuación?
Y qué pinta tiene un opositor?
ResponderEliminarLa abuelita. En relidad no es su nieto, tu hijo se perdio hace unos años en un parque.
ResponderEliminarQue pasa? Hay demasiado nivel, no se que decir y he visto demasiados telefilmes de sobremesa. Aunque mejor escrito tambien podria ser un argumento de Auster. Mejor escrito lo mio digo, no te me ofendas Consu's
El maquinista del tren
ResponderEliminar