Desidia al borde del mar

Sí amiguitos/as, hace cinco meses que andamos por aquí, vuestras mentes se han ido haciendo a mí. Ya sé que las masas de cibernautas que siguen este lujo de blog no podrán levantarse cada mañana, aquellos que hacéis un kit-kat consueliano en vuestras agotadoras jornadas laborales sentiréis el desasosiego del vacio, y aquellos que me utilizáis cada día como el padrenuestro que amaina vuestras culpabilidades antes de iros a dormir, me echareis de menos. Pero mi familia me merece, mi amada esposa quiere disfrutar para ella sola de este portento natural que es mi cuerpo y mi mente unas semanas; mis hijos quieren llenar sus cabecillas vacías con mis enseñanzas cotidianas y muchas jóvenes mediterráneas añoran disfrutar como cada año, de mi escultural belleza playera  dibujada entre las sombrillas .

Me voy para tierras del este, a medio camino entre mi pasado (cambrils) y mi jubilación (sitges)… no os puedo contar ni que libros me llevo porque en este momento solo sueño con que me inunde la absoluta sensación de desidia al borde del mar.

P.D-. Me comunica mai guaif que se va a llevar el ordenata. “Para que narices te despides de tus amiguitos/tas del blog si me juego el cuello a que vas a seguir enganchao…” No os aseguro nada.
Muuakkssssssssssssssssssssss.