jueves, 21 de marzo de 2013

¿De qué me suena el nombre de Begoglio?


Cuando Marcos Cifuentes escribió el libro de cuentos “El vagabundo y la princesa” a mi ni se me pasaba por la cabeza ser la persona afamada que soy ahora. Me presentó a su hija, una morena alta de cara fea y tipo imponente que se dedicaba a cantar baladas por los cafés de  calle Miranda.
La tarde que os quiero contar, subió al escenario lentamente y no pude por menos que mirarle el culo. Era sin duda uno de los mejores culos que haya visto jamás. El tipo de al lado me descubrió babeando y quiso hacerse el gracioso: “Aprende lo que te voy a decir chaval, las feas son las que mejor follan, porque…” y antes de que acabara la frase, se encontró un botellazo en plena cara. Lo siento no es nada contigo, le dije, pero estoy cansado de puretas con ricitos engominados que van dando lecciones por los bares a gente que no conocen de nada. Me agaché a comprobar si me había pasado y si por desgracia se le había clavado algún cristal en la cara, vi que no, y aproveché el momento para darle un puntapié en los guebos que le hizo encogerse como un gusano al que le clavan una aguja.
Años después, a Cifuentes le dieron matarile los milicos y lo tiraron al Océano con una piedra al cuello y la boca llena de sus propias páginas y metáforas, fue en uno de esos paseos de la muerte que salían del comité central en las madrugadas heladas de la dictadura. El señor Begoglio, vivía al lado, y todavía recuerda los gritos y sollozos de los torturados, quizá fue una de las razones por las que luego se hizo cura. La hija de Cifuentes me lo contó en su apartamento de via cañete, el día que se cumplían diez años de la muerte de su padre, tras cantarme una canción de Zulema Ribera y echarme un polvo hermoso, triste y profundo. Yo ya era famoso.
Al final leí “El vagabundo y la princesa” que algunos críticos catalogan como la obra más representativa de la llamada “subvanguardia hispanoamericana pop”. Realmente no valía nada. Una vez más se demuestra que las corrientes literarias se forman sobre mitos inexistentes de escritores muertos prematuramente. El tipo del suelo resultó ser el Kimocho, al que quizá conozcáis ahora como actor de la tele, un buen tío. Aunque no os lo creáis llegamos a ser buenos amigos y hasta hace poco que cayó en el Alzheimer, aun me recordaba aquella noche de la calle Miranda cuando quiso explicarme que las feas eran las que mejor follaban. Nunca le pregunté el porqué.
Cuando la semana pasada nombraron al papa argentino, estuve un buen rato preguntándome de que me sonaba el nombre de Begoglio. Ayer de repente, me vino a la cabeza. Me fui al archivador de papeles de los viajes y lo encontré. Es el cuento que arranqué de la revista de Aerolineas mientras esperaba en el aeropuerto de Ezeiza a que un avión me llevara a Colombia.

11 comentarios:

  1. He pasado por aquí, te he leído y no he entendido nada :)

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  2. Pues ya es casualidad...
    Menos mal que has encontrado el nombre en el relato. Si no, hubieras cargado con la duda el resto de tu vida.

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  3. Yo he pasado horas haciendo ese ejercicio, el de la memoria.

    Montones de datos inútiles bien guardaditos, para cuando se crucen en mi vida tardar poquito en encontrarlos bajo tamaña pila.

    A veces funciona casi al instante. A veces tardo días. Pero al final...

    Es un recorte mal archivado en la mente.

    :)

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  4. Pues qué memoria! Yo no me acuerdo de si he leído un libro o no y tú te acuerdas de un personaje de una revista que leíste en un aeropuerto...

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  5. Has tenido una juventú ardorosa de macarra de bar. Eso dice mucho bueno de ti.

    Con las dictaduras, si son de derechas, la Iglesia siempre ha sido proclive a la diplomacia de la "Entente cordial". Es un tic que le quedó de la fase de los leones en el circo.

    Y puestos a montar un circo, intentan exquisitamente no estar en la arena.

    Todo muy humano, demasiado humano.

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  6. Cada vez me sorprendo más contigo. No solo es que me parece que eres brillante, es que además consigues que me ria y me interese a la vez. Un caso curioso el tuyo... conseguirás que me lo acabe creyendo todo. Tiempo al tiempo.

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  7. Hola holita queridos vecinos blogueros. Disculpen la ausencia en la contestación.
    Juanjo lo mas probable es que no haya nada que entender, a veces los cuentos nacen de mezclar recuerdos con realidades y noticias de prensa, con esas otras noticias de las que, como dice sabina, no habla el diario.
    Y ND, anamaria y huescosin que sepais que independientemente de este cuento yo tengo una memoria prodigiosa que me tortura... decía mi tio el libanés que para ser feliz "hace falta tener buena salud y mala memoria"
    Sr NaN me quedo con esa frase de que "si montas un circo hay que procurar no estar en la arena para que nose te coman los leones" se la diré a mi tio ell libanés.
    Y yo he tenido una apacible juventud de niño de ciudad de provicnias salvo algun evento salteado me he pegado con poca gente.
    Se agradecen los piropos palabritas... es la decicia de un blog mezclar lo real con lo ficticio... si es todo real queda un poco de "matote" de bar... nunca (mmmm os he contado ese concepto) y si cuentas todo mentira pierde el factor de alcahueterío que tenemos los lectores de blogs.

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  8. Si es todo inventado...es muy bueno.
    Si hay algo de real(aunque solo sea que eres capaz de arrancar el cuento de la revista de la extinta línea)es que lo tuyo es....mucho.

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  9. Hola,
    Tengo ganas y tiempo de escribir un cometario. Voy en tren. Tengo wifi. Mi destino es Montreal. Intento no equivocarme de tecla. El iphone no perdona y no hay vuelta atras. Asi o nada. Acabo de llegar a tu blog, Chico de la Consuelo, desde el blog de Moli. Me gusta como escribes. Veo que tus lectores son los mismos que le dejan comentarios. El mundo es pequeño.
    (Lo siento, no pongo acentos y se me oxida mi español...Demasiados idiomas en mi cabeza).
    Lo siento, este comentario nada tiene que ver con tu "post". Solo queria saludarte a ti y a los que escribis. Cierta admiracion por las mentes cultivadas)
    E.B.D

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  10. EBD se agradecen tus palabras y espero verte más por aqui. Asi nos vas contando historias de tus periplos viajeros.

    Ya sabes que molinos es un mito de la blogosfera creado por las editoriales para la venta de libros, ella realmente en un señor bigotón de Zamora que acosa a las anonimas en las estaciones de esqui, se las lleva a su casa de las montañas, les quita los organos y los revende en los mercados asiaticos clandestinos. Conmigo lo intentó pero la capa de grasa que envuelve mi cuerpo le impidió llegar a organos valiosos.

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  11. Pseudo ya sabes que soy mentira y solo existo en las creaciones oníricas de tu fructifera imaginación viajera.
    Por cierto estoy sufriendo tu ausencia con preocupación y dudas cada vez mayores de si estás secuestrada por algun grupo de sediciosos congoleños o simplemente estas trabajando como segurata del gordito coreano!!!
    Aclaranos.

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