(no se desvela argumento)
Lo primero ya desde el principio es decir que es un libro que hay que leer. Igual que creo que hay que leer la Tia Julia y el escribidor, Cronopios y famas, El amor en los tiempos del cólera o Bartleby y compañía, (…incluso los Detectives salvajes)…ojo, no digo que me gusten, sino que son libros que descubren literatura española con distintos disfraces. Cada uno tenemos nuestras preferencias; para mi de los anteriores hay varios que no me gustan nada, pero es enriquecedor experimentar con otros sonidos y otras estructuras que no sean las habituales. La pregunta de porqué para un montón de gente Corazón tan Blanco de Javier Marías es uno de sus libros preferidos, ya es para mi un reto que me empuja a empezarlo, Y lo hice.
Corazón tan blanco, me resulta un libro fatigoso, cansino, la prosa de Marías se demora bordeando lo flácido y sus digresiones te empujan a caminos de difícil retorno. Leer corazón tan blanco es una lucha constante contra la disipación. Su prosa se deshilacha en divagaciones muchas veces inútiles. No estamos hablando de los arabescos barrocos de De Prada en La vida invisible (que me guste este libro sé que es minoritario), ni en los jugueteos lingüísticos de Cabrera Infante en La habana para un infante difunto (ambos libros me han venido a la cabeza por razones distintas mientras he leído este), las frases de Marías son frases desmedidas, largas, pero además planas, lo que en mi pueblo llamarían sin rasmia, eso sí, esculpidas con un detalle de orfebre, impecables desde la corrección. Voy pisando páginas llenas de hojarasca en el camino que me debería llevar al contenido y cada página es una tentación para tirar la toalla y abandonar el libro. Pero no lo hice.
¿Por qué no lo hice? Porqué me tope sin esperarlo, con uno de esos momentos lentos, de esos que te ralentizas en medio de la noche, de esos que lees despacio sin más pretensión que avanzar páginas, sabiendo que es probable que nunca acabes lo que lees, pero sabiendo también que quieres leer todas las frases de cada página. Son momentos en los que lees sin prisa, no te disipas y consigues que la cabeza no se despiste en pensamientos paralelos. Te concentras leyendo palabra a palabra por muy monótona que sea y en un silencio propio te metes en la lectura a ralentí. Por fin consigues que el palabrerío de Marías no te diluya y descubres significados y te identificas con las imágenes y sin quererlo te lo terminas en una sentada de cuatro horas y media en el lobby de un hotel en una madrugada de mayo.
Que pase todo eso es difícil, pero si lo consigues, descubres que el libro es un buen libro. Para mi no es una obra maestra, pero si un buen libro. Formalmente es tan desesperante, que comprendo que muchos hayan desistido…vamos y de no haber confluido ese momento de silencio nocturno estoy seguro de que yo también lo hubiera dejado en un estante alto. Pero bueno no fue así.
El libro es un conjunto de cuentos hilvanados: El suicidio de una recién casada, las conversaciones tras la pared de una pareja de amantes, la vida matrimonial en sus orígenes, la historia de un falsificador de arte, un gitanillo que canta molestando bajo la ventana y un enamoramiento juvenil de la tendera del barrio; la vida de un traductor viajero, una vieja historia en Cuba y unas citas a ciegas por agencia en la época precibernética. Y con ese trabajo minucioso de artesano fino, que hay que reconocerle a Marías, el autor va ligando los cuentos entre si con un cierre brillante que redondea el trabajo.
En las solapas y reseñas dicen que el libro va de un secreto…bueno puede ser, pero para mi es más sugerente desde otro punto de vista: ¿Qué es peor sospechar o saber? el libro refleja, por lo menos para mi, nuestras existencias en burbujas individuales, el yo incomunicado que convive con sus propias reflexiones, frustraciones, miedos y tragedias. Las personas somos privacidad, somos casas cerradas a cal y canto. Y los que están fuera solo pueden intuir lo que pasa en nuestro interior, escuchar a través de las paredes como escuchan los protagonistas en el hotel de la Habana.
El libro es un constante juego de curiosidad, tener dudas de levantar o no los visillos, no saber si quieres sabe. Esperar a pie de calle preguntándote que sucede arriba. Esa es la imagen de la espera incierta de Juan cuando esperaba en Nueva York a subir a casa de su amiga, como la mulata esperaba a su amante, como el tratante de arte esperaba a las puertas de Luisa. Una espera que quiere saber lo que pasa en el interior y solo puede cuando el de arriba abre el balcón para hacerle la señal de que entre. Querer entrar en la burbuja del otro.
Pero por el contrario esta el juego del que posee la información. Un juego de señales difusas. Lo que dejo ver y lo que escondo. Como le enseñó la amiga parte de su cuerpo al pretendiente en las cintas de video. Y es ese juego interpersonal el que me ha gustado del libro, el celo con que preservamos nuestro yo con sus miserias, esa verdad intuida entre visillos, esa espera celosa a las puertas del otro. Ese traductor que hace de intermediario mentiroso entre dos yoes cercanos pero incomunicados. Ese espacio para la sospecha que genera la conversación a medias y ese miedo a conocer al fin, lo que habita en el interior de la persona con la que convivimos. ¿De verdad queremos tirar las paredes finas que nos separan de la persona amada?
Juan critica de manera feroz la concepción del matrimonio como una unidad, como una casa de puertas abiertas entre los cónyuges, esas parejas “que son una sola persona” esa pérdida de individualidad por el hecho de compartir almohada. Refleja la irremediable necesidad de soportar la incertidumbre, de la sospecha entre dos personas que viven juntos, oímos solo a través de la pared las voces interiores del otro, de nuestro cónyuge, de la persona a la que queremos, y cuyos silencios respetamos, vemos las luces del dormitorio encendidas desde la calle e interpretamos, sospechamos, intuimos su sufrimiento y sus razones, sabemos del otro solo por el traductor tramposo que es el lenguaje, solo en la parte que nos quiere enseñar con su cámara de video. Pero es imposible llegar a su interior porque seguimos siendo dos personas separadas, distintas, diferentes.
¿Qué es peor sospechar o saber? En el Delirio un error necesario, Castilla del Pino nos cuenta varias historias de sus pacientes en donde la incertidumbre de infidelidad era tan fuerte que el paciente prefería construirse una mentira paralela, falsa y neurótica pero para él cierta, en la que sostenerse, antes que una realidad insatisfactoria frustradora de sus sospechas y de su representación imaginaria. El delirio como racionalización que permite sobrevivir con la convivencia lacerante de la incertidumbre.
Somos una habitación cerrada en la que convivimos con nuestras culpas, nuestros miedos ¿Qué hubiera pasado si le hubiera manifestado el amor a la tendera? Las dudas que jalonan nuestra biografía y los miedos que construyen lo que somos, el dinero, la falsificación, la ética de comprar la vida de los demás para garantizar nuestra comodidad como compró Juan el silencio del músico callejero. A veces, solo a veces nos asomamos al balcón para ver y dejar ver, solo a veces mostramos parte de nuestro yo a desconocidos en cintas de video, solo a veces permitimos ver nuestra cojera y nuestras cicatrices. Otras veces sin embargo nos cerramos con llave para preservarnos del peligro de la verdad difundida. por eso, a veces, nos arrepentimos de airear nuestros fantasmas sucumbiendo al atractivo de liberar nuestra culpa.
Estos personajes encerrados, esas paredes que separan verdad y sospecha, la verdad intuida, la ventana abierta de golpe, la espera incierta y desconfiada hacia el otro, lo que conocemos, lo que desconocemos de quien amamos. Esos yoes que el matrimonio no unifica, la duda de lo que hubiera pasado, el miedo de lo que ha pasado, el delirio que compensa la angustia, y la duda entre saber y no saber…no he querido saber pero he sabido que una de las niñas,cuando ya no era una niña…
Si sois capaces de soportar el estilo insufrible de Marías…leeros el libro.
Buf, cuando alguien escribe un post así de largo por un libro...me pica la curiosidad. No estoy en mi mejor momento lector para dar oportunidades...pero es que Marías es mi primera lectura del domingo: siempre empiezo EPS por el final, y con él de cabecera.
ResponderEliminarMe lo apunto
No se yo si la lectura después del batacazo te hubiera dado tanto de si.
ResponderEliminarMe alegro de que, a pesar de todo, le hayas visto un algo.
Yo ya me he leido "los enamoramientos", en un avión(para variar).
Pues no sé si leerlo o no. Has conseguido desconcertarme.
ResponderEliminarPues parece que para leer sin prestar atención, al final va a resultar que le estabas prestando mucha atención. Vamos, que si no lo hubiera leído ya, con lo que has dicho lo leería. Y me han dado ganas de releerlo.
ResponderEliminarMe apasiona su estilo, sus digresiones, sus divagaciones. Es como si hubiera encontrado un hermano que piensa del modo en que funciona mi pensamiento. Pero él sabe unir toda esa fragmentariedad y duda en una historia, construyendo una de mis novelas preferidas, con esa frase del drama escocés que es, a su vez, una de las obras que prefiero del maestro Shakespeare.
No sé si lo leeré, me han hablado muy bien de él, pero tenía ganas de decirte una frase que hace poco me dijo mi hermana, psicóloga, hablando a propósito de....bueno, da igual, hablando. Me dijo: es mejor mil dudas que una certeza (en según que caso, claro).
ResponderEliminarMe dejó helá....
Kisses.
Tita del semanal del pais solo leo a Ray Loriga el resto me parece un concurso de pesaos...maruja,millas,marias,montero... y cercas que no empieza por m pero como si empezara.
ResponderEliminarOye que ocurrente he estado con esto de las emes, luego lo tuiteo.
Sin embargo ves no les guardo rencor y el libro este no me ha disgustado.
abrazuchos
Pseudo la lectura la hice la noche antes del batacazo ¿Igual fue por eso no lo habia pensado? y que conste que el último empujon para leerlo me lo diste tu en uno de tus comentarios.
ResponderEliminar¿Qué tal el de los enamoramientos'...mi mujer no sé por qúé me lo acaba de regalar al ver que habia acabado el otro? ¿igual no lo ha hecho como regalo sino como castigo? Mujjjj!!!
NaN la cosa fue que la historia me enganchó pero el estilo de este hombre me desespera. Me imagino que en tu caso la historia de los traductores también te influirá ¿No?
ResponderEliminarJuanjo leelo.
Sinco un poco de eso va el libro. Para tu hermana un recopilatorio (la verdad no muy facil de encontar coordinado por Castilla del pino que se titula la sospecha y si no se lo ha leido del mismo.
autor el que cito El delirio un error necesario ¿He comentado que soy forofo de castilla del Pino verdad?
Maruja, Montero y Cercas te doy la razón...ahora con Millás y la foto es un aguijón, y la Grandes cuando toca ¡me toca la patata!
ResponderEliminarEl Marías es como en su momento Umbral, me toca las narices, pero me tienen enganchada
Besos
Yo creí que por fin alguien iba a coincidir conmigo, a mí no me gustó, me pareció más que disperso demadejado, más que una colección de historias -donde habría una estructura de soporte- un acumulamiento de imágenes. Me decepcionó muchísimo y me quitó las gansa de leer algo más de él.
ResponderEliminarYomerita
A mí ese libro no me moló nada. La verdad es que el estilo de Javier Marías no me gusta, así que, a pesar de que los temas de los que hable puedan ser interesantes,la manera de contarlos me resulta súper tediosa.
ResponderEliminarYo ya lo dije, le considero un "Corazón tan pretencioso", q si quiere escribir un ensayo, lo haga, y si quiere escirbir literatura, se mire la forma de decir las cosas, es de lo q va el rollo de escirbir novelas.
ResponderEliminarTenía la tentación de enlazar -de nuevo- mi divague sobre el libro en este blog de selectas mayorías, pero no lo he hecho. Ah, me está encantando "Dublinesca" de ese q no se si te gusta o no.
Tita eso que te pasa a ti con Marias me pasa a mi con Savater, pienso tan distinto que hasta me gusta.
ResponderEliminarDtra ayer lei tu dia marron a las tantas y no pude comentar en tu blog espero que el Ese vaya mejor...estoy contigo que Marias es agotador...pero el juego de verdades y sospechas creo que no estaba mal.
Yomerita creo que si en lugar de leerlo de un trago hubiera tardado más, pensaría igual que tú. Bueno es que creo que ni lo hubiera terminado.
Di,todavía estoy bajo estado de shock con tus revelaciones sobre el peda (que por cierto ni has contestado).
ResponderEliminarSaludo afectuosamente a sus (tus) familiares que me leen.
Aclarando!!-... el fanatico de vila matas es el Sr NaN, yo solo he leido de él Bartleby y tuve una sensación parecida a este de Marias...el estilo me agota pero entiendo que hay gente que le pueda gustar. En fin ... lo que pongo en el primer parrafo...no hay que ser tan radical para no poder diferenciar libros que me gustan,de libros malos.
Si ya te han comprado "los enamoramientos", léelo, a mi es que me gusta la de vueltas que le da a las cosas, y esta vez tiene "intringulis" para enganchar.
ResponderEliminarPero sobre todo es que en la presentación de libro, vi a Marías con dudas, modesto y entre eso y que dice que no entiende que digan que tiene sensibilidad femenina, oyes que me tocó la fibra....lo leí de un tirón.
"El primo a la prima se arrima, y si es hermana con más gana", no sé dónde quería poner esto pero recuerdo que era a tí(no es la edad, yo siempre he tenido una memoria muy selectiva a la par que rara).
Oye, dos cosas:
ResponderEliminar1.he aclarado tus dudas en la entrada q las planteaste.
2. lo q he leído hasta ahora de Vila Matas me parece increíble q lo compares ocn Marías. Si tuviera q definirlo con un concepto sería "sentido del humor", q Marías tiene en el culo.
3. "no hay que ser tan radical para no poder diferenciar libros que me gustan,de libros malos".Je ne comprendrez pas. O es q vas a cometer la radicalidad de decir "me gusta/disgusta" en lugar de "ES bueno/malo"?
Lo dejo, q me estoy quitando
di
Di-sculpa no haber contestado, pero ahora veo tu arrebato porque esté leyendo ultimas tardes con teresa...por ahora sensacional!!
ResponderEliminarVila matas es claramente un autor para Bolañistas!!!
Precisamente lo que queria decir es que hay libros que no me gustan pero entiendo que le gusten a otra gente.
De lo otro me voy a tu casa a contestar...aunque mirate estar tan rodeada...igual tienes algún iman. Como se entere el Sr Suso te va a dar pal pelo chatica!!!