Reunión con la Secretaria General.

..
- Gracias por su intervención, tiene la palabra el representante de los agricultores
- Sra Secretaria general, miembros del consejo…

La sala dormía mientras el abuelo hablaba. Unos jugaban con el móvil, otros miraban a hurtadillas la revista del mes de abril. La Secretaria General dió un repaso a los presentes, se entretuvo en un desconocido. Tomo nota del tiempo de inicio y le volvió a mirar. Pillada. Hizo una mueca como de sonrisa. Se recordó estudiando la oposición en la biblioteca cuando controlaba en furtivo a un chico del barrio que le gustaba (Hacia veinte años, tenía veinte años). Como solía por entonces, levantó la vista fijándola falsamente en un infinito inexistente. Buscó en el listado, como sin querer, el nombre del nuevo delegado y en un despiste, se descubrió buscándole el anillo en la mano. El abuelo agricultor hablaba y hablaba a la hora de la siesta. Repasó el programa, subrayó alguna frase, dibujó nubes en los laterales del acta y de repente, y sin saber cómo, sintió sus ojos en ella. La Secretaria General tuvo esa sensación olvidada de un aletear de mariposas en el estomago e instintivamente juntó las piernas. Al darse cuenta, avergonzada, se dirigió un reproche duro y seco.

- Concluya por favor, se ha acabado su tiempo.

..