El libro va de lo nomada y lo peremne. Del tiempo que no pasa. Una carretera y un motel. Un secadero de lagartos al sol. Un Benares reptil a donde se va a
morir.Un erial olvidado donde se va a nacer. Una borrachera sorda y
sensual de orgasmos y silencios. El sol seco, la tormenta de arena.
Preferir el arte de la musica al dinero caduco;el recuerdo inservible
como los muertos hediondos q desecan en el bar abandonado. Alcohol
viejo, masturbaciones al sol, sexo humedo, sudoroso, incestuoso. El coño
adolescente sediento de ansiedad y tierra. El fuego q todo lo quema, el
vacio que yere. Pedro Paramo y su puta madre. Hijo de la luna y de los
tres soles, el salto mortal de ir viviendo en el trapecio de cada dia,otro dia, todos los dias. El estrepito
de los cuerpos contra el suelo al caer, la quietud de los lagartos bajo el sol
de agosto.
Y buscar al otro, a cualquiera, aunque solo sea para follar como perros. Los
años que van pasando sin quitar el cartel de cerrado por defuncion. Un retronasal al Montero Glez de cuando la noche obliga, al knockemstiff de ray pollock, a la puta madre de Rulfo y sus muertos que vienen y van (esto ya lo he dicho).Y
los libros que arden a cuatrocientos cincuenta y un grados, mientras se escuchan las cabezas de los muertos
golpeando los peldaños y los jadeos de jovenes al desvirgar. El libro que se escribe a si mismo como en la novela de marta fernandez. La carcel a
donde va y de donde viene la gente. La casa de donde se quiere y no se
quiere escapar. La soledad, mucha soledad, toda la soledad. La busqueda alocada de seres
humanos en el erial de los pueblos deshabitados, osea como nosotros cada día. La busqueda infructuosa de la esencia que soy cuando ya no soy nada. La muerte al
otro lado de la carretera. La carretera sin destino. La malaventura, la
cruz de navajas, el suicidio por agotamiento. El hedor a muerto, los gallinazos que cohabitan con la casa como en el inicio del otoño del patriarca pero incapaces aqui, de remover con sus alas el tiempo estancado en el interior; porque el tiempo pasa, bueno más bien el tiempo se cae, como van cayendo las frases de una poesía genial que abre en canal, que destroza y esparce los sesos como un tiro a quemarropa, la poesía de Pedro Andreu nada menos. Y ahora si teneis guebos os leeis el libro.Actualización: Disculpad la inmodestia pero ya sabeis que esto de que me contesten los escritores aludidos por mis posts me hace ilusión.
