No comprendo esa manía general
que dice que Frank Bascombe representa un retrato del modo de vida americano.
No veo nada distinto en Haddam de lo que pueda suceder en Madrid o en Modoñedo.
Cuando empiezas a leer El dia de la independencia de Richard Ford te viene
inmediatamente a la cabeza el inquietante inicio de la Divina comedia de Dante Nel
mezzo del cammin di nostra vita mi ritrovai per una selva oscura ché la diritta
via era smarrita.(A mitad del camino de la vida, yo me encontraba en una selva oscura, con la senda derecha ya perdida).Y de eso va el libro, de cuando
Frank Bascombe con cuarenta y pico ve a un lado el camino recorrido, el camino
de la existencia oscura y en el otro el reto de empezar
su vida con los restos que quedan de sus sueños en un baño cruel de inmersión en la realidad.
Si os digo que El día de la
independencia son solo cuatro días y nada menos que 600 páginas de la vida de
un vendedor de casas este libro no se lo lee nadie. Si digo que es la
continuidad de El periodista deportivo y el precedente de Acción de Gracias
tampoco creo que gane muchos lectores más. Pero aun así creedme leéroslo.
Aunque sigue siendo cierto que de eso va el libro.
En El periodista deportivo Frank
me pareció un cretino insensible e insoportable, aquí sin embargo me he metido
e identificado en el personaje totalmente lo que significa no tanto que Bascombe
haya mejorado sino que, lo que es más lamentable, el que ha empeorado he sido
yo. Como dicen algunos medicamentos
se recomienda no leerlo en periodos carenciales premenopáusicos (masculinos o
femeninos) o quizá sí, porque está bien que en lagunas ocasiones nos peguen un
balonazo en la cara que nos salten todos los dientes para espabilarnos y
centrarnos en quienes somos y donde estamos. Seguimos pensando en la vida como el juego en el que
vamos logrando nuestros objetivos sin darnos cuenta de que “el modo como se nos
escapan nuestras vidas es nuestra vida” (Pág. 13).
Hay que tener paciencia, mucha
paciencia para leer a Ford. Cada movimiento representa cinco páginas de
introspección. En muchos casos el marco es el que define el cuadro, pero ese
marco, ese entorno está tan minuciosamente dibujado que requiere de una lectura
pausada para que no nos perdamos nada y podamos ponernos en el lugar de Bascombe.
Ford nos dibuja una alegoría de
la vida representada en la compra y venta de pisos, Ford nos enfrenta a la
paternidad en carne viva, al recuerdo de los días esperanzados de los treinta y
pico reconvertidos en la cotidianeidad de los cuarenta. En la dificultad de
entendernos los unos a los otros cuando en una relación de pareja la mochila de
las palabras ya dichas, pesa lo suficiente como para poder (o creer) intuir las
palabras futuras. Nos describe la vida en pareja en el momento en el que follar es más bien la
escusa para hablarnos. Hay veces que a Bascombe no se le
entiende, pero creo que es porque tampoco se entiende él y nos quiere
transmitir esa extrañeza de si mismo.
Los libros de Richard Ford están
escritos para releerlos, para subrayarlos. No en una primera lectura donde nos
vamos dejando llevar por sus pensamientos y su manera de ver el mundo que le
rodea. Los libros de Ford requieren el reposo de esos lugares que vistamos una
vez y a los que queremos regresar pasados los años para saborearlos lentamente
de nuevo. Ahora mismo empezaría a leerme Acción Gracias el tercero de la
trilogía, pero creo que no debe ser. Cuando leo estos libros me acuerdo de las
pelis de Antes del amanecer y su secuelas y la extrañeza de leerlos fuera de
edad así que refrenare mi instinto a la lectura compulsiva de un autor cuando
me gusta.
El día de la independencia es un
libro de cuarentismo y vista atrás. Bascombe ya no es el escritor que escribe
para poder recordar cuando sea mayor cómo se siente (como hacia en el
Periodista deportivo); ahora Bascombe escribe para poder olvidar. Lo que está
en el papel ya no tiene que tenerlo presente, ya lo puede quitar de su disco
duro, porque escrito está..Si El periodista deportivo era una reflexión sobre
la intrascendencia reflejada en una profesión (la noticia deportiva de hoy ya no lo es
mañana); en El día de la independencia es lo contrario ese momento de la vida
cuando se quiere echar raíces, en teoría para siempre, representado en el oficio
de agente inmobiliario, de la compra de la vivienda que nos verá jubilarnos.
Lo dicho leedlo, la traducción de
Mariano Antolín Rato en Anagrama es sensacional, no sé si tanto por transcribir
con exactitud de otro idioma (mi inglés no llega para valorar esto) como por lo
bien escrito que está en español. A mi modo de ver mucho mejor que la del
Periodista deportivo y por las diez páginas que me he leído del tercero, mil
veces mejor que este.
Buen agosto compañeros!!
Richard Ford es estupendo y Bascombe es todo un personaje. Tienes que leer sus cuentos.
ResponderEliminarEl de Frank ya me lo he leido pero espero a leerme accion de gracias para releerlo.
Eliminar"Canadá" me llamó mucho la atención
ResponderEliminar"El periodista deportivo" me decepcionó porque ni parecía del mismo autor.Pero como su mirada me llegó al alma me dije que le daría otra oportunidad.Y como no tenía otra cosa que leer le cogí a mi hermana "Francamente Frank" que me gustó, empecé a pillar al personaje.
Así que el que hoy recomiendas será el tercero que lea de la cuatrilogía y no me molesta el desorden (por primera vez en mi vida).
¿Sabes que dejó el derecho para escribir pese a ser disléxico?
Yo creo que es importante el orden
EliminarY para mi Canada mejor tras el dia de la independencia para pillar las fijaciones del autor.
Ahora estoy con él.
Y estoy contigo en que el periodita deportivo es el mas flojo de los tres que me he leido.
PS-.Igual ser dislexico es lo mejor para estudiar derecho, para poder entender las cosas del reves.
Pues lo volveré a intentar, porque lo poco que he intentado leer de él me produce una cierta angustia, un no sé qué, un no sé cómo explicarlo, un quedarme sin aire. Pero lo dicho, lo intentaré otra vez.
ResponderEliminarSi es verdad que da un poco de angustia sobre todo con la parsimonia que corren sus libros.
EliminarFord nos dibuja una alegoría de la vida representada en la compra y venta de pisos, Ford nos enfrenta a la paternidad en carne viva, al recuerdo de los días esperanzados de los treinta doctorariobo.com/mejores-lugares-de-paris-para-visitar/
ResponderEliminar