En esta moda de opinión precocinada en la que nos
movemos, leo con tanta estupefacción como desidia, un debate sobre unas
declaraciones de una señorita de rasgos agraciados y vestir estiloso,
menospreciando la ocupación de leer.
La susodicha
treintañera, de la que no tenía mas noticia y cuya manera de ganarse la vida desconozco,
vino a decir nada menos y que los dioses babelianos la perdonen: "No
sois mejores porque os guste leer, hay que superar que hay gente a la
que no le gusta."
Y como en este país a cada paso
te encuentras doctorandos de barra de bar y potenciales sustitutos de mi
adorado Simeone, se ha liado la de dios es cristo y le han repartido
hostias como panes ante tal osadía.
Sabido es que
el churumbel de la Consuelo que rellena este blog, últimamente con mas vacíos que prolificencias, se suele tragar anualmente entre cuarenta y cincuenta libros, lo que a priori me haría formar parte de la tribu de
ofendiditos aludidos por la insigne pensadora, pero va a ser que no.
Haciendo
calculo generoso el 30% de lo que leo lo alisto entre lo regular, lo
malo, sin olvidar lo rematado con recomendación comercial; es decir que en mi opinión podría haber
prescindido de ellos sin mas problema.
Dado que
estoy encantado de conocerme y que soy tan guay que como el rey del glam me creo que
leo ajeno a las modas que vienen y van, me imagino cuantas excrecencias
tienen que leer los pobres mortales coprofagos que planeta tras planeta
sucumben a recomendaciones de los hacedores oficiales de opinión.
Os reconozco que si la opción es ver, a una mano, bellas señoritas contorsionistas de
instagram (cambiese el genero a voluntad del lector/a/e que proceda) o
leer según que basurilla encuadernada, no tengáis duda de que la primera
posibilidad será objeto de mi elección y por ello disculpo a la mentada influyente por el exabrupto proferido.
A lo mejor en
lugar de rasgarnos las vestiduras, decapitar instagramers, fomentar
granjas de escritores de ganaderías editoriales y encarcelar a usuarios
de ebiblioteca y epublibros, deberíamos centrarnos mas en la formación
de lectores, construir criterio lector y habito crítico (en jóvenes y adultos) para que no nos
vendan como alta literatura las memorias del yerno de Sabiniano escritas
por su negro de cabecera (diosito, diosito separa de mi lúbricos
pensamientos).
Lamento joderles el negocio y el
mantra compralibros de que lo bueno es leer mucho (lease comprarse mucho
libro) mientras nos dan gato por liebre o Belen Esteban con portada de Heidi Klum.
Cada uno se entretiene como quiere... y
le dejan. Por ello entiendo a la cuqui pensadora y su arrebato contra
tanto subidito cultureta que menosprecia su oficio de vendecremas
mientras ellos se desempeñan, sin ápice de vergüenza, como vendedores de papel.
Reconozco que a mi
me gusta mas ver a mi Real Zaragoza luchando contra el Melillense desde
mi ventoso palomar en la nueva microromareda que un análisis sobre bóvedas tabicadas de Guastavino en Nueva York. Llámenme inculto, pero igual, si alguien se
hubiera molestado en formar mi ojo arquitectónico ahora preferiría al
valenciano que refunfuñar por ver segunda división hasta que Abalos se
haga seminarista.
Dejen pues, a la chavaleta en paz con sus mimos y posturitas y como en otros placeres recuerden que mas vale poco y bueno que mucho y misionero.
Amen.
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