miércoles, 30 de septiembre de 2015

Cosas que pasan a los cuarenta y pico.

Anoche me hablaron de Armando. No sé por qué hacia tiempo que había desaparecido de mi memoria. Quizá no tanto desaparecido como diluido en otra vida. Ahora desde aquí parece que fuera otra  pero en realidad era una vida lejana, divertida y despreocupada donde los protagonistas ya no somos nosotros sino personajes ajenos, esbozados y desdibujados del pasado. Por entonces se nos hacían poco las tres o las cuatro de la madrugada de un martes cualquiera tan solo hablando y hablando. Sin darnos cuenta pasábamos de la hora en la que se llega tarde a la que ya se llega demasiado temprano: porros trompeteros, humo denso, música cansina y enlazar una cerveza con la siguiente hasta que las palabras se embarullaban en forma de frases en bucle y pensamientos reiterados.

Armando siempre venía con nosotros. No pegaba mucho la verdad, era correcto, tranquilo, demasiado tranquilo. No quiero decir que no bebiera, ni que fuera un plasta. Era un tio divertido, pero divertido a su manera. Recuerdo el día en casa de PIli en el que yo me pillé a la prima flaca de Elena; al rato ella me estaba cabalgando desencajada como esos esqueletos que se cuelgan del retrovisor de los coches y se mueven desacompasados y allí tenía a Armando detrás haciendo el pavo, braceando como si fuera un muñeco de guiñol y yo que no podía contener la risa y la prima a lo suyo, hasta que se percató, se vistió rapidamente y nos mandó a los dos a la mierda. “Sois unos inmaduros” nos dijo como si eso fuera un demerito.

"Estudiar Derecho no es fácil, decía con su sorna habitual; ¿donde se ha visto una bar que tenga facultad y que las niñas pijas sean más faciles que el derecho romano?". Era un tío apuesto, yo diría que incluso guapo, vamos que había muchas que se hubieran ido con él encantadas a echar un comodato. Pero cuando llegamos a cuarto, cayó en un pozo oscuro, profundo e inexplicable para nosotros. Seguía viniendo de juerga, pero realmente ya no estaba. Nunca supimos que le pasó esos dos o tres años. Quedábamos con él en ese deseo de los buenos amigos de que uno empiece a contar sus problemas sin que los demás le pregunten nada.Silencio. Al principio echábamos la culpa a una tipa espectacular más mayor que nosotros con la que se enrolló en una apertura paralela. Se fue a vivir enseguida con ella a un piso de estudiantes y convivieron durante algunos meses. Pero no, no fue era por ella, al revés incluso, yo creo que ella lo pasó bastante mal porque veía que no podía hacer nada por él.

Acabó la carrera dos años después que nosotros y eso hizo que aunque nos seguíamos viendo con cierta habitualidad ya no fuéramos al mismo ritmo. Luis se marchó a Alemanía, yo empecé las oposiciones y el tiempo se achicaba sin dejar resquicio a otra cosa que ir viviendo y empujar la vida hacia delante. Creo que fue Maria (puffffff), sí seguro, la que coincidió con él en el despacho de Ortiz de Zarate. Por entonces volvía a ser una persona normal y aunque María nunca lo ha contado estoy seguro de que hubo algo entre ellos. (La envidia se me come). Después se metió en un banco y le fueron destinando de ciudad en ciudad hasta que consiguió acercarse a Zaragoza, pero por entonces ya no estábamos los demás.

Pues todo esto venía a que ayer alguien de la pandilla sacó el tema de que lo había visto y que había hablado con él. Se había casado con una muchacha adinerada y habían tenido un par de críos. Joder, pues resulta que llevaba ya un porrón de años casado, la vida hecha, curraba en un banco en un puesto intermedio de esos en los que no te molestan los de abajo ni te dan por el culo los de arriba, y de repente se había encoñado con una chavala de treinta y pocos y lo había dejado todo. Él mismo lo reconocía, “empecé tontamente por internet, tu ya sabes, con las bobadas de los blogs y los tuiteres y los faisbuks de las narices y se me hacían las tantas escribiendo y ganando intimidad. Esa suerte de intimidad complice y anónima que me gustaba y que nunca habia tenido". "Y un día fui a Porriño por un tema del banco y con la escusa de que estaba allí me zampé los doscientos kilómetros hasta Mondoñedo para conocerla. No sé realmente por qué lo hice, fue como caer al vacío, como dejarme llevar, como esos dos años, no sé si os acordais, en los que anduve perdido cuando estábamos en la facultad. De aquello no he terminado nunca de salir hasta ahora, -confesó Armando- nunca supe porqué me pasó.”

Hoy, en la cena de parejas, ha salido el tema de Armando y he contado la historia y casi me crucifican. Primero mi mujer, que me ha dicho que era normal porque eso de los blogs os vuelve lelos; otros me han guasapeado por lo bajinis insultándome por pardillo y despertar las dudas en el enemigo, el sector divorciadas/os lo ha defendido a ultranza apostolando por la libertad para hacer lo que cada uno le dé la gana (la misma que detestaban en sus años de casados), e incluso alguna que yo me sé, ha mirado el guguelmaps de soslayo para ver si Porriño estaba cerca o lejos de Zaragoza.

Pues nada, que estás son las historias del cuarentismo que nos llevan por callejones y recovecos difíciles de evaluar y que hace que el ir viviendo asuma nuevas emociones y riesgos.

martes, 22 de septiembre de 2015

Tiempos hilvanados.

Vivimos en unos tiempos hilvanados, cogidos por alfileres, en los que con el mínimo movimiento descontrolado se abren las costuras y te quedas en porretas dejando las vergüenzas al aire. Todo es provisional, por ahora, hasta que pase todo esto, dicen. Y mientras tanto, el tiempo pasa y pasa y nos perdemos el hoy esperando un mañana que nunca llega.
Vivimos entre paréntesis, como si los versos de ahora ya no nos aportaran significado a la frase. Como esos curriculums en los que al leerlos ves un hueco de ocho años de los que no se dice nada. O esas largas relaciones de pareja que se eluden pero que se recuerdan todavía más a fuerza de querer olvidarlas.
Por si fuera poco esta vida de lo eventual, encima nos toca este año de constante preelectoralidad. El mercado de trabajo lleno de subsecretarios en desempleo que quieren regresar a la silla que dejaron hace cuatro años, (o a alguna mejor…) porque claro ellos tienen que “poner en valor la experiencia atesorada en lo publico monetizando en el marco de lo privado las sinergias generadas y la valorización de las propias competencias ”.
Y mientras esperamos a que unos se vayan, los que entran nos hacen esperar porque hasta pasados  tres meses no saben ni donde está el tippex. Demandan paciencia y por supuesto, cien días de paréntesis hasta que pillen el mullido al sillón. Entre tanto, nosotros, seguimos esperando a que unos se vayan y los otros lleguen, tened un poco de paciencia que esto se soluciona enseguida, dicen. Y los que tenemos la mala costumbre de guardar las tarjetas nos damos cuenta de que es todo una patraña y que  los nombramientos revolucionarios consisten en rescatar a los mismos que estaban hace cuatro años, o sea que mejor no tiro las tarjetas de los que se van ahora, ya que tendré que volverlas a rescatar dentro de otros cuatro.
Y me cabrea sobremanera el mar de noticias fugaces que inundan los periódicos, “mañana se resolverá el sorteo de cuartos”, las encuestas de esta semana vaticinan la victoria de los amarillos, contradiciendo a las de  la semana pasada…. “Nosotros opinamos (de que) son solo encuestas provisionales y no hay que tenerlas en cuenta” ¿entonces para que llenas portadas y tertulias con algo que tiene una vida tan efimera?.Los periódicos nacen muertos. Y mientras a esperar, a ver si pasa no sé qué, para que luego llegue no se qué (que por supuesto no termina de llegar).
Por supuesto que todos queremos que escampe y que se seque el campo mañana, pero si hay que jugar hoy con el campo embarrado, jugaremos, que no esperen que vayamos a quedar en una esquina esperando indefinidamente. Pues nada hermanos os dejo con esta reflexión facilona de trasnoche. Y en fin, echad hoy el polvete que podais porque cuando te atrapa el cuarentismo “polvo que pasa polvo que pierdes” y ya no se recuperan ni se compensan por más que esperes o te quieran hacer esperar.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Vacanze a Settembre o el placer de disfrutar fuera de fecha.

Nos atropellan los tiempos y los insultos; depravaciones mentales convertidas en ideologias baratas. Nos aplazan para luego los ratos de risas porque ahora hace feo, como si tuvieras que guardarte para dentro los pedos en misa. Pero luego, el luego no llega  y el periodo de carencia no sirve sino para hacer más larga la espera.
Reivindico cerrar los ojos un rato, tirar pa lante sin reflexión ni plan de empresa, porque sí, porque me da la gana y dejar de asistir a la reunión del cole, a la boda de la prima que se casa en segundas nupcias con el más putero del pueblo; dejar para el lunes lo que puedas hacer hoy y ponerse una canción que sin saber lo que diga, te arrranque una sonrisa a dientes llenos. Una sonrisa de esas que insultan al jefe cuando te mira porque cree que echaste anoche el polvo con el que lleva soñando toda su vida (aunque sea mentira y ayer tu mujer se marchara con su amante simulando de nuevo un campeonato de padel y tu te la menearas mirando el cangrejas).
Ya sé que todo no da igual, pero a veces hay que simular y parecerlo. Que me quiten lo bailao. Borron y cuenta nueva. Nadie se ha muerto por ir sin dormir una noche al currelo que cantaba Sabina. Hay más pecados en nuestras frustraciones que en los catecismos y demasiadas frases que empiezan por "se debe" y "no se puede"  y se empeñan en tipificar versos de amor a monjitas de corchopán.
La colección de canciones minoritarias que os pongo este viernes van por ese camino, por el de abrir un parentesis a la cordura por un rato, hacer el payaso, cantar a voz en grito "Vacaciones en septiembre"; soñar que vuelves treinta años atras cuando tu unico problema era encontrar condones a deshora o veinte pa lante cuando ya  te importe un guebo encontrarlos o no.
Las dos primeras son de Fitness Forever, la tercera es En otro pais de Cola Jet Set y finalmente Al amanecer de Los fresones rebeldes. Si os gustan tengo una lista entera en el spoty con este tipo de música que cuando empieza a tronar pongo a todo volumen y me descojono del mundo.






viernes, 4 de septiembre de 2015

Música Minoritaria: Liuba Maria Hevia A tres por Cuatro

A veces el azar tiene nombre de canción, te lleva de la mano como un niño a oscuras al que quiere dar una sorpresa. En ocasiones te descubre en un bar al cobijo de una conversación lenta, otras aparece de pronto tras una despedida en septiembre cuando ya solo queda del verano, recuerdos de los besos tras las barcas. 
Pero en estos tiempos en los que el sol rojizo ya solo se pone tras los carteles de ofertas inmobiliarias y los guardias te multan por dejar la barca en la arena, aunque sea como posible refugio para náufragos nocturnos y amores de despertar, ahora solo queda esperar sorpresas del internet cuyas palabras también huelen a mar: navegar, bitácora, redes y sobre todo porque nos guarda en el fondo de su anonimato los pecios hundidos de nuestro naufragio cotidiano.
Y así fue como descubrí este verano a Liuba Maria Hevia, dejando sonar el yutuf en aleatorio, no se si queriendo o por azar y llevándome a esta preciosidad de canción que huele a insularidad, a playa turquesa, a Guajira de tierra adentro. Una delicia de voz cubana que desconocía y de la que me he hecho seguidor incondicional. A tres por cuatro. Os la recomiendo.





Si queréis ver la entrevista entera de Cubavisión os pongo enlace. (inicio del video)
He pillado la canción por ahí, como siempre si la cantante ve problema en que la comparta que lo diga  y la quitamos para enlazarla al spotify.


miércoles, 2 de septiembre de 2015

Necesito escribir de nuevo a manos llenas

Vuelvo a casa, necesito escribir, volver a escribir a manos llenas. Necesito rellenar con palabras renglones que tengo desde hace más de un año sin terminar. Miro las suelas gastadas de mis zapatos estos meses, recuento el largo camino recorrido y sin embargo veo las hojas de mi dietario lánguidas e impares, vacías como si nada hubiera pasado. Quiero volver a escribir de nuevo como sea. Quizá os tenga que vender como versos, ripios recosidos; quizás os empalague con prosas dengues y retazos de realidades inventadas; otros días me veréis vestido de surrealismo para no contar en claro pecados veniales reconocibles por quienes los leen, pero quiero escribir, escribir otra vez sin pausa, pase lo que pase.

Puede que construya canciones con los mares que llevo dentro, que amase el aire que no inhalo y que haga crecer nubes de lluvia que embarren el marjal de desidia y aburrimiento que me atenaza; pero lo que no quiero, bajo ningún concepto, es volver a esconderme y esconder las palabras y los recuerdos bajo montones de tierra sucia. Eso no. Plagiaré si es necesario versos irreverentes de poetas argentinos, subiré si hace falta caminos de sirga río arriba, copiaré canciones melosas de trovadoras cubanas o tomaré como mías, diatribas en la orilla de narradores resentidos todavía de cuerpo presente; pero os prometo desde ya, que no guardaré nunca más en carpetas azules bosquejos añosos de la realidad que se va.

Tras la hojarasca que se ha llevado todo, necesito volver a desaguar, escuchar el traqueteo de mi teclado como el tren que llegaba envuelto en calor y polvo sucio a la estación vacía de los cuentos de Gabo. Yo también recuerdo todavía como él, los andenes llenos de vida, los señores con copete que negociaban paños de importación, niños cursis relamidos jugando con pantaloncitos picajosos de perlé o esposas jóvenes con falda almidonada soñando con adulterios improbables con guapos comerciantes de paso. Ahora sin embargo, veo los gallinazos esconderse en la oscuridad, me molesta el ruido de su aleteo torpe y desganado por los mismos pasillos que antes brillaban luminosos. Veo con asco a los sicarios antes presuntuosos y ahora sumisos, plegando banderas viejas empujadas al fondo de las baldas como si fueran harapos que les pudieran comprometer. Veo de noche a las secretarias hacer fuego a escondidas con los libros de actas que les recuerden las meretrices de postín que quisieron y que nunca pudieron ser. 

No quiero repintar en rosa la historia del pueblo viejo antes de que lo inundaran las aguas para siempre. Quiero impedir que nadie idealice la memoria cuando solo sea el recuerdo de un tiempo amortajado por telarañas de niebla, quiero impedir que nadie se atreva a reformular con mentiras interesadas la guerra que perdí y mucho menos las torturas que me infringieron en las bodegas de sus cuarteles. No quiero una ley del olvido y del punto final, no quiero. 

Cuando crujieron al fin las vigas traveseras, las jácenas se vinieron abajo y los muros se agrietaron como hojas rasgadas de papel, ya hacía mucho tiempo que los causantes tenían firmadas sus últimas voluntades y asegurada su salida. Se habían cuidado muy mucho de no preterir a sus hijos ilegítimos, de repartir a su antojo legados generosos entre familiares y amigos y asegurar el futuro de sus queridas de metisaca con pisitos amueblados a la orilla del mar. Ahora que tengo la absurda encomienda de ser escribano de los nuevos tiempos, juglar viejo, notario titular, cronista de lo que pasa, la única dignidad que me queda es que no se olvide ya nada de lo que estoy viviendo, de lo que vivi. 

Y al final cuando también yo deje el pueblo, que será más pronto que tarde, que quede constancia por estas líneas de las hazañas miserables que proferimos y nos castigue con un presente vergonzoso hilvanado de futuros recuerdos.


sábado, 25 de julio de 2015

81 novelas de policias crímenes y misterio q recuerdo haber leido


AUTOR PROTAGONISTA LIBRO




8 Lorenzo Silva Bevilacqua  El lejano país de los estanques


El alquimista impaciente


La niebla y la doncella


Nadie vale más que otro


La reina sin espejo, de Lorenzo Silva. 


La estrategia del agua


La marca del meridiano


Los cuerpos extraños (2014,)




11 González Ledesma Ricardo Mendez 1. Expediente Barcelona (1983)


2. Las calles de nuestros padres


3. Crónica sentimental en rojo (1984)


4. La Dama de Cachemira (1986)


5. Historia de Dios en una esquina


6. El pecado o algo parecido (2002), 


7. Cinco mujeres y media (2005)


8. Méndez (2006 )


9. Una novela de barrio (2007)


10. No hay que morir dos veces


11. Peores maneras de morir (2013)




7 Eduardo Mendoza
El misterio de la cripta embrujada


El laberinto de las aceitunas


La aventura del tocador de sñras


Una comedia ligera


El asombroso viaje de P. Flato


La verdad sobre el caso Savolta


El enredo de la bolsa y la vida 




11 García Pavón Plinio,Don Lotario El reinado de Witiza (1967)


El rapto de las Sabinas (1968)


Las hermanas coloradas (1969)


Una semana de lluvia (1970)


Vendimiario de Plinio (1971)


Voces en Ruidera (1972-1973)


Otra vez domingo (1978)


El hospital de los dormidos (1981)


Historias de Plinio


Nuevas Historias de Plinio


El último sábado




2 Giménez Bartlett Petra Delicado Día de perros (1997)


Un barco cargado de arroz (2004)




3 Ramiro Pinilla Samuel espada Sólo un muerto más


El cementerio vacío 


Cadáveres en la playa .




3 Gutiérrez Maluenda Atila Mala hostia, 2011


Un buen lugar para reposar, 2012


Ruido de cañerías, 2012




2 Domingo Villar Leo Caldas La playa de los ahogados


Ojos de agua




2 Andrea Camilleri Montalbano 1994 - La forma del agua



2004 - La paciencia de la araña
2 David Serafin Luis Bernal Sábado de gloria



Madrid Underground
2 Gracia Mosteo Inspector Barraqueta El asesino de Zaragoza
El rock de la dulce Jane
1 Dona Leon Brunetti Muerte en la Fenice
1 Dashiell Hamett Sam Spade El halcón maltés
1 Petro Markaris Kostas Jaritos Con el agua al cuello, 2010 
1 Conan Doyle
Estudio en Escarlata
1 George Simenon Maigret La paciencia de Maigret y otros
1 Larrson Mikael Blomkvist El hombre que no amaba a las mujeres
1 Miguel Mena Mainar Foto Movida
1 Santiago Loren
La vieja del molino de aceite
2 Michel Suñén
Diabolo


Latex
1 Manuel de Pedrolo
Juego Sucio
1 Vazquez Montalban Pepe Carvalho Los mares del sur 1979.
1 J. Maria Guelbenzu de Marco Un asesinato piadoso (2008)
1 Juan Madrid Toni Romano Grupo de noche (2003)
1 Jorge M Reverte Galvez Galvez en la frontera
1 Andreu Martin Flanagan No pidas sardinas fuera de temporada
1 Toni Hill Hector Salgado El verano de los juguetes muertos
1 Muñoz Molina Lorencito Quesada Los misterios de Madrid
1 Andres Trapiello
Los amigos del crimen perfecto
2 Esteban Navarro Moises Guzman El buen padre (2012) 


Los fresones rojos (2012) 
1 Gabriel Ferrater
Un muerto o dos
1 Alfonso Rojo
Institnto Animal
1 Juan M de Prada
La tempestad
3 Ruiz Zafón
La sombra del viento


Marina


El juego del Angel
1 Leonardo Padura Mario Conde Pasado perfecto




81


jueves, 23 de julio de 2015

Un cuento: ¿Por qué cojones siempre tengo que meter la usb al revés?

¿Por qué cojones siempre tengo que meter la usb al revés? Decídmelo, sí decídmelo, de verdad, no me mintáis cabrones, joder, no me mintáis os he dicho ¿o también sois de ellos?. Si de ellos, los que me siguen, si me siguen y cuando meto la puta usb en la ranura, otra vez como siempre me la cambian, otra vez al revés, le dan la vuelta y no entra. En griego ταξις significa ordenamiento y νομος es norma, ¿cómo puede ser que taxis sea ordenamiento? taxis es desorden porque conducen por donde les sale de las pelotas. No me extraña que Vallejo se pegara todo su jodido libro de la Virgen de los sicarios pegándoles tiros a los jodidos taxistas, ellos son los que desordenan la ciudad, se cambian de un carril al otro sin consideración y luego no están cuando los necesitas, como esta tarde no estaban, ni uno. Ellos cambian la ranura de la usb, ellos desordenan los taxis, ellos me cambian de bolsillo la llave cuando estoy cargado. Esta misma tarde he bajado al garaje, con las tres cajas de papeles del informe Siete claves de la implementación logística en el desarrollo de la empresa nuclear optimizada. Y la puta llave estaba en el otro bolsillo, en el izquierdo, y se me han caído todos los papeles por el suelo, si todos; todos absolutamente todos, no me mires así hija de la grandísima puta, todos por el suelo. Me han cambiado la llave, me han dado la vuelta a la usb y ni un taxi, ni un jodido taxi para ir a la sede de la presentación. Todo taxónomo sabe que las clasificaciones son de 3, 5 o 7 elementos, todos los saben, leeros a Miller, él lo dijo. no imbecil, no es Henry Miller ese era el cabrón que se follaba a Anais Nin, este es George Miller The magical nunmer seven, lo entiendes gilipollas ¿o tampoco sabes eso?. Míralo en la Wikipedia y verás como no me lo invento. Anais Nin escribió delta de Venus, un libro de los que se leen con la mano izquierda porque la mano derecha está para hacerse pajas mientras lees y no para sacar las putas llaves del bolsillo y que se te caigan todos los jodidos papeles por el suelo. Un taxónomo hace clasificaciones de siete elementos y ¿por qué coño te crees que sé eso? ¿soy yo griego?, ¿soy yo kavafis? ¿lo soy? ¿te cuento yo mamonadas de itacas, de penelopes y de sus putas madres? No, no te lo cuento porque no soy griego porque lo de taxis y nomos viene del griego taxónomo ¿o es al reves? y lo he mirado en la wikipedia y Miller hablaba del siete, de las siete claves, ¿entiendes? de las siete jodidas claves de la empresa optimizada, lo he guardado en la usb por que en el informe al puto mierda de tu amigo se le pasó por los cojones que pusiera la etimología de taxónomo, y yo no soy griego, no lo soy, ni soy taxista, porque no sé si te he contado que no había ni un puto taxi. Antesdeayer dormí tres horas, ayer cinco y hoy las siete claves con sus setecientos setenta y siete putos folios por el suelo y no había taxis para llegar, ni taxónomos y llego nervioso, muy nervioso y justo entonces justo, la usb no entra porque me la habían cambiado como siempre, como siempre habían girado la entrada para que no acierte y es entonces cuando saco la puta pistola en medio de la presentación, la que llevo porque me persiguen, y les miro a la cara y me descojono y les reviento los sesos con tres, cinco, siete tiros y salgo a la calle y mato al puto taxista de la puerta como hacía Vallejo con los de Medellín, aunque yo no soy un bujarrón de mierda que solo sabe meterse con el papa en Desembarrancadero, ¿te lo has leído jodida puta comerabos? ¿te lo has leído? mira que tendrá que ver que el sea un jodido amargado con meterse con el papa de Roma. Y he tirado la usb al suelo y la he pisado tres, cinco, siete veces. Y me he sentado como Penélope tejiendo aburrida mi ruina hasta que habéis llegado con vuestras sirenas porque vosotros no veníais en taxi, no. y por eso he matado a esta gentuza ¿te ha quedado claro? ¿Te lo repito? ¿O te lo meto en una usb para que lo leas en tu casa?

viernes, 3 de julio de 2015

13 libros terminados en paralelo

Quizá sea porque tengo miedo al segundo que dista entre hoy y mañana, al entretiempo, al espacio en el que no hay nada, por lo que siempre dejo varios libros pendientes de leer sobre mi mesilla y por lo que hago cien cosas a la vez. Algunos piensan en lineal, una cosa detrás de la otra, y yo casi siempre en paralelo o en hipervínculo.
No digo yo que lo uno sea bueno y lo otro malo, sino simplemente que me gusta más hacerlo así. Me da miedo ese momento en el que acabas cosas y te queda tiempo para entretenerte en el vacio dilucidando sobre las siguientes .Me cuesta acabar sin empezar, bueno, lo que verdaderamente me da miedo es terminar, por eso llevar varias cosas a la vez me evita los intermedios.
Esto no siempre ha sido así, recuerdo mis veranos adolescentes y juveniles en los que  allá por sanjuan daba un salto al otro lado del espejo y aparecía un mundo nuevo en forma de paréntesis que me empapaba sin saberlo de verano para poder sobrevivir los febreros. Borrón y cuenta nueva cada año.
Es raro pero he ido terminando todos los libros que os decía que me estaba leyendo y en este momento estoy en ese momento de dibujar predicciones, risgos y mañanas sin argumento y con actores agazapados bajo la sabana que no sé si serán héroes o asesinos. (¿seguro que estás escribiendo un post de libros?). Tengo a Luis Landero y sus Juegos de la edad tardía, tengo a Mason y Dixon que me recomendó mi admirada Marta Fernández pufffffffff para empezar con Pynchon en un Tweet hace tiempo ; a Luis Garcia Montero del que Una forma de resistencia me ha maravillado, al punto de ponerle un cinco estrellas, ahora se me insinúa desde Mañana será lo que dios quiera, al hilo del anterior por vía conyugal, creo que fue saramaga quien me recomendó retomar a Almudena Grandes con la mirada limpia y Los aires difíciles. Siempre están mis polis esperando Gimenez Barlett, el recien premiado Padura,del que no he leido nada, y otros como David Serafin o Toni Hill de los que solo me he leido un libro. Bueno pues nada si os habéis leído alguno se aceptan recomendaciones.
Y como acabo de actualizar mi lista de 144 libros leídos  aprovecho y  pongo en este post los de este año con su valoración por si a alguno le viene bien:
Hay un libro de relatos cortos, una forma de resistencia, de mi adorado García Montero que me ha parecido una maravilla, hay escritores que tienen la habilidad de anticipar la frase justa que te gustaría leer, y para mi este es no de ellos. Es un libro sencillo y al mismo tiempo de una profundidad cotidiana apasionante (además, ahora don luis tiene el halo de político perdedor que me encanta, se ha convertido en un hernandez mancha de la izquierda).
Dos libros desustanciaos sobre los que no voy a insistir: el de la señorita Prim y el ya comentado de Lorenzo Silva de música para feos. El de Fernando Vallejo Desembarrancadero no llega a la virgen de los sicarios pero está bien siempre en su estilo peculiar. Invisibles no es tanto el libro como lo noqueado que me quedé con la obra de teatro, probablemente la mejor que haya visto nunca. El adversario es un libro impactante está narrado de forma documental sobre un hecho real de un hombre que se inventa una vida falsa con la que engaña a todo su entorno incluida su familia. La posición de ese periodista-narrador luchando entre tomar o no tomar partido ético me ha encantado. Lo del Langui y sus 16 escalones es una pasión personal por este tipo, me encanta.
Mención aparte para Plinio Apuleyo Mendoza cuando he leído criticas por internet sobre Aquellos tiempos con gabo o El olor de la Guayaba los críticos se olvidan de lo bien que escribe este hombre y se centran en el contenido de lo que cuenta sobre García Marquez, que si que es interesante pero leedlos como novela y veréis como disfrutáis de su prosa, a ver si me leo alguna novela suya.
Aquí os dejo la valoración de este año y la de los anteriores la tenéis en este enlace mi lista de 144 libros leídos
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2015    (13)
El olor de la Guayaba **** P. Apuleyo Mendoza
Una forma de Resistencia ***** Luis Garcia Montero
Invisibles**** Juan Diego Botto
El despertar de la señorita Prim ** Natalia Sanmartín
Desembarrancadero **** Fernando Vallejo
16 Ecalones *** El Langui
Historias marginales **** Luis Sepulveda
Aquellos tiempos con Gabo **** P. Apuleyo Mendoza
El adversario **** Emmanuelle Carrere
Talco y Bronce**** Montero Glez
Musica para feos ** Lorenzo Silva
Riña de gatos*** Eduardo Mendoza
El verano de los juguetes muertos*** Toni Hill

sábado, 27 de junio de 2015

La humildad de ver demasiado.



He dado la mano a un santo
he dado la mano a un dictador latinoamericano
me he carteado con un premio planeta
y he visto cortar dos rabos en plazas de primera
(entre ellas la Maestranza de Sevilla).
Vi meter el gol de Nayim en Paris
y estuve en las tres finales en las que levantamos tres copas del rey
y una en la que no.
He dado en un viaje la vuelta al mundo
y he dormido en cuatro continentes,
sólo me falta África.
Viajé a la Patagonia, a Bora bora
vi los muertos de Benarés
y el mármol blanco de Agra y Jaipur.
He volado en avioneta sobre el Monte Cook
y en submarino por la Barrera de coral
He subido dos veces al cristo del corcovado.
y anduve solo y tranquilo por Montevideo y Buenos Aires,
imaginándome cronopios y faunas
de la mano.
Estreché la mano fría que disparó el tiro de gracia a Escobar
y una vez dicen que
Luis Sepulveda y del Molino pusieron comentarios en mi blog.
Raftee en ríos colombianos, me bañé en los lençois,
me deslicé por las dunas en Nueva Zelanda
e hice windsurf por los mares del sur y la polinesía.
Chute un balón en el césped de la bombonera
y fui segurata de Michael Jackson.
He escuchado en directo a Serrat y a Caetano
a Milanés, a Drexler y a Silvio
a Toquinho y a Maria Dolores Pradera
también a Tina Turner aunque ese día andaba perjudicado
y a Hilario Camacho antes de que tocara su tejado
de cristal.
He entrado en el parlamento español y europeo
y he suspendido exámenes en las salas regias del Tribunal Supremo.
He rezado en catedrales e iglesias
de León, Burgos, Sidney, Bucaramanga o Santiago
y por supuesto en el Pilar de Zaragoza.
He comprado en Singapur, me han robado en París
y timado en el bazar de Estambul y Nueva Dehli, como a todos.
Tengo una mujer y dos hijos a los que adoro
y una carrera de la que apenas recuerdo
lo que no me han derogado
A día de hoy tengo curro, gracias a dios,
pero en el que quizás ya dure demasiado.
A veces miro al suelo
y veo los zapatos gastados
del chico de la consuelo y  me asombro
de que, siendo tan poco,
haya visto tanto.

domingo, 10 de mayo de 2015

Paris, Diez de mayo de 1995, Real Zaragoza, Final de la Recopa. Yo estuve allí, ¿Cómo lo recuerdo?

Paris es una ciudad gris y sobrevalorada, que siempre me ha dejado frío y mojado y alguna vez, incluso sin cartera. De Paris me gusta recordar la Sacre Coeur y Montmartre y los versos de Vallejo, recalentados por Labordeta, deseando morir en Paris un jueves bajo la lluvia, que ya son ganas.
Pero Paris, salvo que recuerdos futuros contribuyan a rehabilitarla en mi imaginario, estará para siempre pegada a aquel 10 de mayo de 1995 lejos de películas a medianoche y poetas achopados y cerca de la religión moderna futbolera que hace que remontemos nuestras devociones dominicales hacia procesiones más sinceras.
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Aquel diez de mayo, en el Parque de los príncipes, no cabía una sola esdrújula. Por la mañana habíamos tomado en una suerte de comunismo etílico los Campos de Marte en donde se compartían vinos y viandas en una hermandad generosa que para sí hubieran querido los del 68. Y quizá, porque los zaragozanos la arena de playa la buscamos en Salou y en Calafell y no bajo los adoquines, preferimos sentarnos a la vera de un abuelo zaragocista que compartió con nosotros su sabiduría, pero sobre todo, un jamón cortado en lonchas de a dedo que recompuso nuestro estomago maltratado por quince horas de viaje. En justo reporte, le facilitamos al septuagenario unas magras con tomate que no sé de donde habían salido y que forjó ya entre nosotros una amistad indeleble matinal.
Por si algún lector de los territorios peninsulares colindantes, todavía no sabe de qué estoy hablando, me refiero a la final de la recopa entre Zaragoza y Arsenal de hoy hace veinte años, disputada en la France en aquel mayo francés de fin de siglo. Si, si, la del gol de nayim… bueno, es verdad, no voy a hacer spoiler y empecemos por el principio.
Éramos por aquel entonces jóvenes recien licenciados, con un papel recien estrenado en el bolsillo que llenaba nuestro futuro de ilusiones más que de conocimientos . Y como en la vieja disyuntiva alcohol/sexo nosotros generalmente optábamos por la primera (salvo cocodrileos sin importancia) éramos libres como el sol cuando amanece que recitaba el cantor. Esta libertad nos hacia propensos a los viajes religiosos. Es decir, hacíamos  recorrido devoto por el santoral nacional: San Lorenzo, San Fermín, el angel… en busca de vinos que bendecir y vírgenes a las que adorar y junto a ello, seguidores de cualquier equipo patrio desde el baloncesto a la petanca que nos diera razón para viajar.
No quiere decir que el deporte no nos importara, ser abonado más de treinta años al Zaragoza, suponiendo que lo que allí se vea sea deporte, da fe de mi amor por los colores de mi equipo, pero digamos que no era lo más importante. Y así, tras una exitosa final de la copa del filopaquidermo en Madrid, exitosa tanto por el resultado como por haber regresado indemnes, que no siempre era normal, nos juramos a los pies del Calderon reencontrarnos en Paris en la irracional posibilidad de que el Zaragoza llegara a la final de la Recopa.
Pero los dioses, como siempre, se confabulan contra nosotros para llevarnos por el camino del mal y lejos de apartarnos de la tentación, hicieron realidad lo imposible consiguiendo de manera diabólica que el Zaragoza llegara a la final europea.
La organización resultó algo desordenada, ya que en un principio éramos seis y poco a poco fueron cayéndose miembros hasta acabar en dos. Esto, claro está, no hizo que rebajáramos nuestro avituallamiento sino que supuso un reto en forma de calimocho al tener que finiquitar para dos las cantidades de cinco. El segundo problema fue el del autobús, éramos “probes opositores e ignorantes picapleitos” y el avión era impensable, así que nos buscamos al azar un pueblo donde sobraran plazas de bus que comprar y pudiéramos mimetizarnos con los forofos del medio rural (nosotros somos mu roceros). A día de hoy, ninguno conseguimos recordar si eran de Lumpiaque, de Boquiñeni o de Pinseque. (a mi con estos pueblos me pasa como con las mariajoses y las mariajesus que siempre las equivoco ente si).
Hay que decir que de revisión de petate tuvimos a mi abuelo, que en paz descanse, que una vez más me aportó su conocimiento de la vida: Consuelo déjame a mi a ver que llevan estos jóvenes. “Con esa mierda de bocadillos no llegáis ni a la frontera” fue su primera crítica constructiva “Este calimocho esta muy flojo” fue su segunda y sabia aportación, así que como hizo Jesús en Canaán , procedió a acrecentar nuestros pauperrimos dos litros a fuerza de don simon, dando lugar a una cantidad que nunca fuimos capaces de precisar en un garrafón de plástico. A todo ello, sumó una tortilla de patata en una fiambrera de tamaño preconstitucional que empapo hasta el punto de saturación nuestra ingestión de líquidos.
Partimos a horas inconfesables de la madrugada, y enseguida, como era de esperar, confraternizamos con los titulares rurales de la expedición a fuerza de cantos, chascarrillos y otros entretenimientos; y una cosa llevo a la otra hasta el punto de generarse un vacío mnemotécnico en mi, creo que originado por espiritosos de origen agropecuario y legalidad indeterminada que en régimen de trueque habíamos conseguido de los munícipes precomarcales. Quizá por esto, el viaje de quince horas se me hizo nada y quizá por esto, llegamos con una tajada de general Palafox a la patria de Napoleón.
La mañana fue realmente de la que te hace diputado regional, todo bandericas cuatribarradas, jotas en cheso, cantos populares, amistad desaforada, y una suerte de confraternidad conspicua e interclasista llena de abrazos y besos con muchos de los que de habitual hubieras mandado a la mierda. En el culmen del paroxismo un tipo escaló al primer piso de la Torre Eiffel, que está alto de cojones, y colgó una bandera que hubiera movido el aragonesismo hasta de la Lola Flores. Unos cuantos gendarmes hicieron un par de carreras con algún desmandao, lo que daba a la performance un toque 68 muy mono y todos juntos como enfants de la patrie nos dirigimos, prietas las filas, sabiendo que “le jour de gloire est arrivé”.
image Y allí que nos fuimos Carlos y un servidor a la zona Jeune que nos habían asignado en lo más alto del Parque de los Príncipes, allí donde los jugadores se ven con una grandeza tan minúscula que parece humanos, allí donde se veían miles de cabezas de espectadores, tan vacías por unas horas, que dan razón al futbol; allí hasta donde, a falta de quince segundos para el final de la prorroga, llegó un balonazo de Nayim desde centro del campo que cayó a guebo sobre la portería inglesa y Seaman más deslumbrado por los focos, que un gobernante en el poder, se tragó el balón y nos regaló a todos los presentes el orgullo impagable de poder contar a nuestro nietos que habíamos estado allí, que habíamos visto el gol de Nayim en directo, que estuvimos en Paris en la final de la recopa.
Epílogo: Después llegó la ventolera, la hojarasca que todo lo arrastra, enterramos a nuestros abuelos, diluimos nuestras amistades, suspendimos las oposiciones, tuvimos nuestros hijos, superamos la desidia de nuestra ciudad gusanera con nuestras pequeñas alegrías provincianas y al final, dia tras dia, hemos venido construyendo con presentes,  futuros recuerdos, igual que hicimos aquella noche de mayo. Era miércoles y en Paris no llovía o al menos yo no lo recuerdo.