BIUTIFUL: 21 gramos de excelente película.

No desvelo nada del argumento

La tenue frontera que divide la vida y la muerte, los 21 gramos, una vida tan parecida a la muerte que hace que los muertos puedan dar el salto y aparecer entre los vivos. El realismo radical, abyecto, repulsivo; la moral en los limites de la supervivencia, la vida humana en el limite de no serlo, la belleza estética de la decadencia en primer plano, la foto fija de la degradación, que es mucho más que la pobreza, bastante más que la miseria. La ética en el filo de la navaja, las clases sociales de los desclasados, de los intocables, los dalits occidentales a los que no tocan ni los pobres como en el Ganges, hasta molesta ver una cocacola en una mesa. El trasunto, el limbo derogado y el no poder diferenciar durante la película si estamos a este o al otro lado.

La culpa que no sosiega, el dinero, el sobre que pasa de mano en mano tratando de apaciguar los demonios de la conciencia, del chino a Bardem, de Bardem a la negra, el padre que da dinero para saber la última frase del hijo antes de morir… nada rompe el final de la tragedia, la tragedia que viene del pasado nevado y va hacia el futuro con los mismo símbolos, con las mismas frases, con los mismos búhos escupiendo la misma bola de pelos.

La película es bonita, preciosa, estéticamente impecable y haciéndola lineal, no con el jugueteo que tanto me gustaba de las historias entrecruzadas de Babel, Amores perros o 21 gramos. Aquí nada entretiene. Si leéis otras críticas inciden demasiado en el realismo mágico, en las escapadas oníricas…no les hagáis caso. Todo es lo mismo, todo es real,realísimo, no se diferencian, todo es feroz imagen. Hay simbología evidente, otra que no se pilla, da igual porque la historia avanza , con argumento, con ritmo, no merece la pena bajarse en ningún andén, si hace falta la volvemos a ver para pillar lo que nos hemos perdido pero no hay que descabalgarse de la trama.

Bardem está grandioso (y lo digo yo que me parece toda esta familia y sus amigos unos payasetes con ínfulas de intelectuales) lo repito Bardem está impresionante… con la cámara a un palmo, mostrando en la mirada la dignidad que no se puede perder y al mismo tiempo la degradación, la impotencia, la tragedia con fecha de caducidad, la violencia contenida todo eso expresan sus ojos en este película de violencia (no de golpes, de violencia) Bardem no pega a nadie en toda la historia, ni a sus hijos, ni a los chinos, ni a su hermano, ni a su mujer a lo más les coge del cuello, como le gustaría coger del cuello a la vida a la que por otra parte no deja de aferrarse. ¿Le has pegado a mateo? le pregunta a su mujer con la firmeza de una sentencia de muerte. Macondo en Santa Coloma, macondo en lo infraurbano, perdón en lo infrahumano. La tenue frontera que divide la vida degradada de la muerte, esos 21 gramos resumidos en dos horas de película, grandiosa, preciosa, sencillamente extraordinaria la peli Biutiful de Gonzalez Iñarritu.