martes, 15 de marzo de 2011

Mis hijos harán un post de mi en 2041

Scan10017 A veces hay que renunciar a escribir mejor por escribir un rato, porque te lo pide el cuerpo y porque sí; en definitiva porque has leído u oído algo que ha removido tus pensamientos y necesitas hacerlos palabras aunque no te salgan ordenadas. Aplazas bocetos de otros cuentos pendientes y empiezas a escribir mientras escuchas las teclas correr sin reflexión. No sé si es porque se acerca el día del padre pero hoy, a varios de mis blogueros favoritos(Mo y Ju) les ha dado por divagar de la paternidad y sus consecuencias y me he preguntado: ¿A ver majete qué puedes decir tú? Y esta necesidad epistolar se ha juntado con una idea que me lleva dando vueltas desde hace unos meses.
Cuando yo tenía seis años y medio falleció mi padre, mi hermana todavía era más pequeña y fíjate que casualidad, es justamente la edad que tienen ahora mis hijos. Quisiera poderos contar los recuerdos que aun tengo, pero cada día creo que no son recuerdos sino recreaciones, realmente no recuerdo nada o casi nada y las cosas que me vienen se resumen en anécdotas deslavazadas. La vida posterior y su día a día se ha comido mi paternidad ausente. ¿Es posible que mis hijos puedan olvidar todo lo que he vivido hasta ahora con ellos?
¿Ausencia del padre? Bueno si, como al que le falta un miembro de nacimiento…es algo tan cotidiano, que te acostumbras y que la mayoría del tiempo no representa algo en lo que pensar.Recuerdo que hubo un tiempo en el que ocultaba que era huérfano, no por una profunda pena que me atenazara, sino por la reticencia a dar explicaciones, me daba pereza y prefería eludir el tema o inventarme lo que fuera.
No era un punto ciego de los que explica Goleman en su libro, sino acostumbrarme a construir herramientas de superación ante lo traumático, ahora le llaman resiliencia, (en lugar de los refritos de inteligencia emocional, que son una pesadez, leeros “el punto ciego” que me parece sin duda un pedazo de libro de Daniel Goleman, ya me he acabado el de los patitos feos del que os hablé) .
Otras veces, en el catálogo de estrategias sociales que todos tenemos me di cuenta que en algunas situaciones exprimir el juego del “pobre huerfanito” no estaba mal. Alguno pensareis vaya cabrón de tío. Me explico, no es que conscientemente participara en el juego del pobre huerfanito, sino que en ocasiones descubrías que no estaba mal dejarse querer,el verdadero arte consistía en descubrir cuando podías jugarlo y cuando no colaba. (sobre juegos en los que participamos Eric Berne), así que estas son algunas de las cosas que recuerdo de mi guerfandad.
Ahora, cuando creo que cada cosa que hago va a quedar en la cabeza de mis hijos grabada de manera indeleble, me doy cuenta al verme a mi mismo que no es así. Que mi padre se murió teniendo yo la edad actual de mis hijos y que poquicas cosas suyas realmente me han influido. Digamos que me tragué el golpe sin rechistar y como dicen ahora los pijibroker enseguida desconté el acontecimiento negativo. Es más, si de algo presumo, y lo que estoy contando tiene mucho que ver, es de ser un buenísimo encajador. Hay gente con mandibula de cristal (que decía el recién fallecido Azpitarte) grandes pegadores que en cuanto les entra una mano besan la lona…yo al contrario… quizá esta facultad es de las pocas que le debo a aquellas circunstancias.
Alguno de los que me conocéis en 3D diréis: hombre no habrás tenido padre, pero la Consuelo ha hecho de madre, padre y espíritu santo a la vez...eso es verdad, también como dije el otro día en el blog de pseudo mi madre no ha tenido que consensuar la educación con nadie…a mi es una de las cosas que más me cuestan, probablemente no tenga yo razón, pero me cuesta muchísimo digerir un exceso de rigidez con la que no esté de acuerdo (¿Quizá porque he vivido otra cosa?…esto no significa que me haya canteado un pelo…que no me he canteado.)
Decía Juanjo y molinos la profunda extrañeza que sienten al verse padres…a mi lo que se me hace raro es pensar en qué cosas de las que les digo tienen entidad para moldear la cabecilla de mis polluelos. Qué recuerdos de lo que yo les digo les quedarían en su cabeza si mañana faltara… ¿escribirán dentro de treinta años un post diciendo que no se acuerdan de su padre, ni nada significativo de lo que les dijo? ¿Cómo he aprendido yo las estrategias que me ayudan a sobrevivir, quien me las ha enseñado, mis padres? No lo sé…En definitiva, estas divagaciones de metapaternidad no dejan de ser una petulancia contradictoria como si pudiéramos hacer a nuestros hijos a semejanza de nuestras frustraciones; y sin embargo, por otra parte, nos resistiéramos a creer que lo que vayan a ser sea fruto del azar.
Y son estas dudas y contradicciones las que me han obligado a escribir a borbotones esta madrugada, la leve frontera en tratar de hacerlos como somos al tiempo que evitamos que sean lo que nosotros hemos sido…no puedo dejar de poner la canción de Serrrat que me rezo cada noche como oración de cuna cuando se echan a dormir…
Cargan con nuestros dioses y nuestro idioma,
con nuestros rencores y nuestro porvenir.
Por eso nos parece que son de goma
y que les bastan nuestros cuentos
para dormir.
Nos empeñamos en dirigir sus vidas
sin saber el oficio y sin vocación.
Les vamos trasmitiendo nuestras frustraciones
con la leche templada
y en cada canción.
Nada ni nadie puede impedir que sufran,
que las agujas avancen en el reloj,
que decidan por ellos, que se equivoquen,
que crezcan y que un día
nos digan adiós.

La preciosidad de niño de la foto soy yo…y de mayor incluso he mejorado.

16 comentarios:

  1. Pues vaya ristra de paternidades... Yo creo que no se puede saber qué es lo que influye y qué no ni cuándo.

    Es una labor constante y quedarña tu huella, seguro. Para bien o para mal, nunca se sabe.

    A mí, por ejemplo, mi padre me insistió e insistió para que no fuera médico como él y yo me veo diciéndoles a mis hijos que no sean ingenieros. Me veo dando más consejos de no hagas esto que deberías hacer esto...

    ResponderEliminar
  2. A mí muchas veces me asusta lo poco que recuerdo de esos años. Solo trozos sueltos. O tal vez me he inventado lo que rodea a las fotos de la infancia y en realidad no lo recuerdo...

    ResponderEliminar
  3. Gran post. ¿Qué les quedará a tus hijos de ti? Te cito a la madre Teresa:

    Enseñarás a volar,
    pero no volarán tu vuel

    Enseñarás a soñar
    pero no soñarán tu sueño

    Enseñarás a vivir,
    pero no vivirán tu vida


    Pero en cada vuelo, en cada sueño, y en cada vida
    perdurará la huella del camino enseñado.

    No recuerdas apenas nada de tu padre, porque desgraciadamente no ha estado contigo todo este tiempo hasta ahora. Solo 6 años y medio....
    ¿Verdad que de tu madre si recuerdas y sabes decir su influencia? pues tus hijos igual

    Es cierto que aprendemos más por repetición y hábitos y rutinas y compañía...y no es lo mismo faltar cuando aún estás regando la semilla, como fue el caso de tu padre, como faltar cuando empiezas a disfrutar de los frutos, como fue el caso del mío que se me fue cuando yo tenía 25.

    Aquí empieza el duelo hacia delante como muy bien decía Molinos

    Abrazos

    ResponderEliminar
  4. Ayer leí que neurótico es cualquiera que sufra un conflicto interno y que democratizar las enfermedades mentales es una gigantesca operación de marketing para vender medicinas y/o libritos de ayuda.
    Creo que el problema es que hemos dejado de tener contacto con familias al completo desde niños y nos miramos demasiado el ombligo y así nos va.
    Muy guapete en la foto.
    Logrado poema.
    Gracias por mentarme.
    A mi los huérfanos siempre me atraian, así como los hijos de padres separados(cuando niña era una rareza) y ya ves.

    ResponderEliminar
  5. Al final lo mejor es relajarse y disfrutarlo...y ya está.

    No tiene más misterio.

    ResponderEliminar
  6. Sí se acordarían de ti... puede que no de cosas concretas, de anécdotas o de palabras...pero tú eres mucho más que eso. Y ellos lo sabrían cuando te recordaran.

    ResponderEliminar
  7. Si ND ese es el problema o lo emocionante que lo que mas nos influye es lo que menos pensamos que nos va a influir...igual tiene razón molinos de que no es bueno darle tantas vueltas.
    Qué buena frase la de la madre teresa Tita me la apunto.

    Pseudo tengo que escribir sobre libros de autoayuda... ahora que Di no nos escucha, hay muchos que son paginerío pero otros que hablan de cosas interesantes. ¿Carnegie es autoayuda o no por ejemplo?
    La poesía es de la cancion esos locos bajitos de serrat...
    tines razón epidi pero como decia anijol nunca sasbes si los recuerdos son recuerdos o recreaciones.

    ResponderEliminar
  8. Recuerdo que hace mucho tiempo, en un post que ya no recuerdo, ND y yo hablábamos de que no existe mayor nostalgia que la de aquello que no se ha tenido.

    Estoy seguro de que si ahora faltaras, y antes preferiría que desapareciese el Atleti :), tus hijos poco recordarían de ti, pero seguro que ya les has dejado impresas unas reglas básicas de educación que llevarán siempre.

    Además, ya has elegido (o al revés, no sé) a la que es su madre, eso no te lo puede quitar nadie.

    ResponderEliminar
  9. No conocía la canción, me mola. Estoy segura de que algo de tí quedaría en tus hijos seguro, en su personalidad, en alguna manía o en alguna habilidad... al fin y al cabo, los años en los que más se forma nuestra manera de ser son los primeros.

    ResponderEliminar
  10. La personalidad se forma hasta los 3 años. Lo que viene después son conocimientos sobre el entorno que te rodea, pero LO QUE ERES, y COMO ERES, se lo debes a tus padres, y no sólo genéticamente. Así que si desaparecieras hoy, tus hijos tendrían mucho tuyo aunque no lo supieran.
    Y también podrían leer el blog ;-)

    Seguro que eres un padrazo. Vívelo y no te comas la olla.

    ResponderEliminar
  11. Tu post mola casi tanto como los e Molinos. A La parienta también le ha gustado.
    Y a mi que te conozco en 3D, incluso hay cosas que me han llamado la atención...

    ResponderEliminar
  12. La huella se ha quedado indeleble,
    tal vez no lo recuerdes
    pero está en ti,
    en tus genes y tu sangres,
    él eres tú
    y tú eres él mas de lo que piensas.
    El que no recuerdes no significa
    que no lo tengas.
    Me gustó mucho tu entrada,
    un abrazo

    ResponderEliminar
  13. Por fin te he encontrado, qué creías? Espero esas entradas de autoayuda con la espada en alto...:)

    Hablando en serio, me ha emocionado mucho este escrito, creo q es el q más. Lo primero decirte que "la Consuelo", q ya por alguna cosa q has ocntado era medio icono, está tomando auras de mito. Luego decirte q la palabra "huérfano" spr me ha parecido como de Hans Christian ANdersen... toca alguna steclas en mí, pq la parendes en la infancia, y para mi son los ninios de San Ildefonso, q siempre asociaba con el mayor horror, huerfanitos, en un internado, y les hacen cantar eso... te digo q aun no puedo verlos sin un nudo en la garganta. Luego la vida real es otra, y esta tu madre teniendo y sacando adelnate dos hijos como vosotros. Pero a tenor de huérfano, no se si habras leído a nuestro compatriota Ignacio Martinez de Pisón... un amigo mío dice q es huérfano y spr sale y resale en todo lo q escribe.

    Dos cosas más: hay gente q dice "no tengo padre", queriendo decir q murió... se me hace muy raro: tienes padre, claro q sí,pero murio. Y otra, una amiga me decía hace un tiempo q cuando ella alcanzo la edad a la q murió su madre fue un trago muy duro (treintaypico)... debe ser curioso, extranio, q ella siga siempre joven y nosotros sigamos envejeciendo (algo asi como le pasa a Bardem en “Biutiful”). Y la última de verdad: tengo un amigo cuya madre se suicido cunado él era adolescente… a qué ha dedicado este hombre la vida profesional? A estudiar y tratar a los que se autolesionan o intentan suicidarse…


    Un abrazo

    di

    ResponderEliminar
  14. Ufff Di vaya comentario más tétrico!!!
    la consuelo es la lider espiritual de un colectivo de seguidores/as te sumaré a ti también.
    Libros de autoayuda...??? lo primero saber lo que consideras tu autoayuda...porque algunos de tu gremio si no ven cerebros laminados o cuadros estadisticos de cuatro carillas todo es autooayuda!!!

    ResponderEliminar
  15. No sabía esa historia. Es cierto que a los 6 años uno se acuerda de más bien poco, tiene ciertos flases y poco más.

    En cuanto a lo que cuentas, cada uno sobrevive lo mejor que puede y todo, todo es legítimo para ello, máximo si eres un niño.

    La foto de niño ya prometía...

    ResponderEliminar