Empecé a escribir poemas para no escribir diarios. Un diario tiene el extraño atractivo de ser descubierto como quien se desnuda
con las ventanas abiertas en las noches de luna, pero también el peso de la
vergüenza de que te sepan en lo más íntimo. Los poemas, sin embargo, insinúan
tras los visillos, juegan con la doblez de las palabras hermosas y como en la
quiromancia solo unos pocos pueden interpretar tu vida mientras la mayoría solo
ve una mano.
La primera vez que tuve algo parecido a un diario
fue por el 83, tenía trece años, y como no quería que me lo pillaran hasta me
inventé un código de signos raros que sustituían a determinadas letras. Poco más
tarde, no sé cómo, pero me dí cuenta de que era más fácil cambiar el
significado que cambiar los signos; y así identificaba a las chicas que me
gustaban con cosas y los lugares por su representación. Al final, cada frase
era un mar de metonimias ilegibles para profanos que sin embargo entretenían mi
solaz de entonces . Empecé a escribir en columna, que no es lo mismo que
escribir en verso y más pendiente del asonante que de la métrica, pero bueno,
yo creía con osadía que aun se podían leer.
Como conservo esos diarios (yo guardo todo menos la
dignidad) de vez en cuando me da por releerlos en noches como la de hoy y reírme a dientes
llenos de la blandez pastosa de la pubertad. Pero la verdad, poco difieren aquellos
ripios de los post insomnes de ahora, quizá en que aportan los coetáneos un lenguaje
más feo y relamido que los versos inocentes de
antaño. Mucho sol, mucho mar, mucha lluvia; besos a tropel,
versos becquerianos plagiados malamente, adjetivos precedentes, rimas de nino
bravo, inseguridad adolescente y la sinceridad de los dieciséis.
Al principio solo sabía conjugar el verbo “yo mi me
conmigo” en todas sus declinaciones, pero eso no es un mal quinceañero; ¿en qué
otra cosa piensa todo escritor si no? Carecía del más mínimo recato y pegaba
mis letreos como cubrecarpeta empezando
ya a estar borracho de egocentrismo.
Luego vinieron los cuadernos y algún cuento que ya os he puesto por aquí; presté versos a mis amigos para encandilar a novias iletradas y de vez en
cuando los dejaba abandonados en una servilleta de bar para ver las caras del
siguiente en llegar.
Al saltar los dieciocho descubrí dos cosas: que un
poema queda mejor si está un poco húmedo y que si te das maña se podían cambiar
versos por besos sin demasiada dificultad. (Claro que eso a los dieciocho no
tiene mucho merito lo difícil sería intentarlo ahora). Y las rimas con
finalidad suplieron de manera indecente a las estrofas gratuitas iniciales, pero en fin,
eso será otro capitulo, por ahora me quedo en los dieciséis.
Ya sé escasos sobrevivientes (digo seguidores) que a
estas alturas estaréis deseando con vehemencia que cuelgue alguno de aquellos ripios de acné
para reíros de mi. Quizá haya empezado a escribir esto con la irreverente
tentación de hacerlo, en fin que ahora ya no puedo negarme. Sed indulgentes.
Devuelveme
mi alma
sangrante
ocaso
que
vuela con tus aves
de
vuelo raso.
Devuelveme
mis sueños
sombras
doradas
que
bailan con tus olas
de
luces malvas
Solamente
tu puedes
con
tu mirada
calafatear
vidas
tensar
jarcias
mostrar
curvas divinas
y
senos de hadas
unir
a tu belleza
belleza
humana.
¿Pueden
tus ardientes playas
con
olas borrar inviernos
con
tu luz unir miradas?
Castillos
de arena
entre
dos nadies
que
con el frio invierno
se
lleva el aire.
Y
cuando la tarde duerme
y
el sol se ahoga en tus aguas
estalla
el amor al tiempo
que
nace la luna blanca
pintando
el azul celeste
con
sombras de añil y plata
Saca
ya pueblo tus luces
saca
pescador tus cañas
canta
ya noche serena
fiesta
y vicio; fuego y playa.
Desde
unas velas prendidas
una
musica lejana
desde
unos besos sonoros
dos
amantes que se aman
amor
que brota en tus noches
ni
el frio ni el tiempo apaga
Acógeme
mis recuerdos
como
guardaste mis sueños
y
como guardas mi alma
Desnuda
tu cuerpo y deja solo en mi
tu
olor Mediterraneo.
Que sorpresa tenías letra de chica!.
ResponderEliminarNo te voy a decir nada del poema, pero da cosa releer lo que se escribe con esa edad... aunque no sea tuyo!.
Muy valiente me parece que te atrevas a colgarlo y releerlo.
jajaja no es la primera vez que me lo dicen eso de que tenía letra de chica.
ResponderEliminarPues esta poesía es de lo más normal de entonces las hay muchísimo peores. Es lo bueno y lo malo de tener el sindrome de diogenes que casi no tiro nada y puedo recordar viejos tiempos cuando me conviene.
¿has intentado volver a comentar en el otro blog? ¿te sigue sin funcionar aunque te identifiques así?
Bueno besos mil, feliz navidad.Y marcate algun post para saber que las cosas te van bien.
Con el perfil ya me deja comentar (la mayoría de las veces).
EliminarLas cosas me van bien, pero no tengo ganas de escribir. Todo llegará, porque últimamente tengo cada historia que ...
besos