martes, 19 de septiembre de 2023

Diario de ausencia. La vida pasa mientras me miro el ombligo.

3 de julio

Me gustaría habituarme a escribir por las mañanas como si fuera rezar, como las abluciones en el Ganges de dalits inexistentes para los demás, sin historia, sin presencia en aquella India de olores y cenizas que pude ver en persona hace ya casi veinte años. 

A ver si consigo controlar esta cabeza mentirosa que me hace representar como infeliz lo cotidiano; no quiero pensar solo hacer; la  reivindicación de lo efímero, la casita de paja del cerdito gruñón que se derruye cada día cuando sopla y sopla el lobo gañán... Qué agotador el trabajo del guardián entre el centeno intentando parar a los niños que se encaminan al precipicio.

La añoranza de lo humano sentida en la acción intrascendente, sin mañana, sin mirar más allá del ahora intenso y egoísta de pensarse y repensarse en cada segundo; deseo un ahora vacío, porque el ahora también se me llena de pasados y futuros; de experiencias y expectativas y todo desagua en el presente con el que lidiar.

Y es el presente incontrolable el que nos bombardea como al chino Cudeiro en humor amarillo mientras intentamos pasar el puente vestidos de ropajes ridículos y corbatas. Entérate no son bombas solo pelotas de corchopán. A ver si consigo redirigir de nuevo esta cabeza recreadora que siempre ha sabido pintar de colores las contrariedades y voy escribiendo de nuevo este diario de versos y venturas de este verano bisiesto.

Vamos adelante, escribir, escribir jugar con las palabras. Qué curioso el doble oficio de crear significados y darles forma. Dice una amiga que se dedica a la maquetación que su trabajo consiste en hacer más fácil la voluntad de leer. Evitar el párrafo de letra junta que espanta, como éste.

Descubro que en esta crisis hueca que me atrapa, es escribir lo que más me disipa, escribir lo ocupa todo y las palabras emergen sin quererlo, sin saberlo invadiendo de colores las ciénagas de bucles de brea en las que últimamente se ha convertido mi divagar. Palabras, muchas palabras que incitan, muchas palabras con un secreto escondido que me ayudan a seguir.

3 de agosto

Ni siquiera lo bueno, me sabe a chocolatina.


6 de septiembre

La vida que se enrutina de nuevo como el coche que coge fuerza tras cambiar de marcha, las obligaciones en suspenso renacen, los cursos se reinician y como decía la canción de esclarecidos los papeles se amontonan en la mesa de mi despacho como cuchillas de afeitar. 

Los diarios se llenan de política efímera y en las portadas digitales conviven las investiduras con roba clics de anuncios de alongamientos de pene y fotos falsas de maduras en internet, que a fin de cuentas igual es lo mismo, alardes sin soporte.

Cada día, la tentación de huir hacia dentro se representa como la opción más plausible en una especie de estoicismo e indiferencia ante los cantos de sirena y la voluntad de ponerse a salvo de los bombardeos que atruenan.

18 de septiembre

Que mal, no haber podido saludar hoy en persona a Diva; una de las primeras visitantes y comentaristas de este blog. Qué pena hoy que he tenido la oportunidad, pero es que últimamente la vida se me escapa mientras estoy mirando a otra parte. Generalmente a mi ombligo.

 

6 comentarios:

  1. Qué rabia lo de Diva, se habría alegrado mucho.

    Y no huyas hacia dentro, si eso hacia adelante.

    besos

    di

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    1. Jo, pues sí. Una pena. Me apetecía saludarle.
      Me despisté y se me escapó.
      De todas maneras, que dé señales de vida por estos nuestros pleistocénicos blogs y le hacemos hueco pa echar unas jarras en la proxima quedadas junto al señor alto con el que convives.
      ;)
      Diva regreeeeesa!!

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  2. Todos divagamos a veces en "ciénagas de bucles de brea"... estoooo, creo jajaja. AUPA!
    Speedy

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  3. Es muy raro que un feliz entretenido escriba bien...quédate con eso.

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  4. Una crisis hueca, me has hecho pensar... a veces da por escribir y otras por no hacer nada. Yo estoy en la segunda. Ya sé que son temporadas, que la inspiración va y viene, pero quizá esta ya está durando demasiado... disfruta de tus letras porque yo disfruto leyéndote.
    Besos.

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