Mi amigo JM me dice que últimamente estoy sobreactuando en el blog, que se nota que escribo para que me lean. Que pierdo naturalidad.
No hace falta, me dice, que busques músicas necesariamente tan raras…
“….después empiezas a recomendar libros que sabes que casi nadie ha leído…
….el otro día me metí en tu blog para buscar qué leer y solo encontré rarezas…anda mándame un correo con un par de libros sencillitos de polis.” (Le he recomendado dos de Lorenzo Silva, para que luego diga nuestro pitralfeado autor …)
A JM le gustan las fotos, esas fotos de paisajes del Pirineo, de Venecia... “La verdad es que tienes gusto para las fotos, nunca lo hubiera dicho”… frase que no sé muy bien como tomarmela. Perdona chico es que yo soy vasco y soy muy bruto, aunque no muy vasco porque no me gusta la carne cruda ni levanto piedras. (atrocidad la de la carne chamuscada que le perdono solo porque es mi amigo) otra de sus frases brillantes es que tras vivir más de veinte años en mañilandia hay tres cosas que todavía no entiende: qué le encuentra la gente a las borrajas que no saben a nada, porqué se empeñan en ponerle ternasco en todas, absolutamente en todas, las bodas y cómo es posible que la gente siga leyendo el heraldo.
Esto me recuerda cuando Di se mete con las yayas de nuestro pueblo que se ponen abrigos de pieles para ir a echarse un cortado cada tarde en la cafetería del corte inglés.
Y así va pasando el tiempo en estos febreros en los que la ciudad se agazapa muerta de frio en el regazo de la desidia. Quizá corre demasiada melancolía entre las calles gusaneadas, habitadas por sombras que rellenan tardes rojizas; y ventoleras que revuelan conversaciones apoyadas en las barras de siempre.
Mientras escribo escucho Boots of spanish leather pero en la versión de Griffith que me suena más country y menos folk que la de Dylan. No se puede escuchar a Griffith sin abrirse una cerveza aunque sea medianoche de desahogo y desasosiego de un miércoles sin cenizas… (ahora vuelvo)…ya estoy aquí no sé si con una tristeza cansina o con un cansancio triste.
Me pesa la mirada, hay noches como esta en las que no pararías de escribir… no sé si así soy más natural o más de frutas, pero quiero seguir en interminable…. Todavía se ven luces en la casa de enfrente. No sé si os he contado que hace ya dos años desde el febrero que empecé a escribir aquí a la sombra de blogger, cinco desde el febrero que pasé en Nicaragua (ayer busque fotos para colgar alguna pero se me pegaron a la memoria en el breve espacio que dejan los sueños y me parecieron demasiado irreales, las chulas son las que salgo con personas de la calle que te invitaban a una cerveza Toña mientras cantabas con un músico de bar los techos de cartón tocada en directo).
Mi mujer se me ha dormido en los brazos mientras le contaba este día de niebla laboral, mientras le contaba como había ido la mañana con los peques, mientras me contaba el parte de sus amigas enfermas, mientras le contaba que no me apetecía nada ir a la fiesta de disfraces del viernes en el cole pero que me apetecía mucho ir a ver a mariadolores pradera que toca esa noche y escuchar en voz calma …déjame que te cuente limeña… (en Peru no he estado y eso que de tanto leer a Vargas Llosa tengo ganas…) Jo, que ganas de llorar entran cuando se escucha…del ensueño que evoca la memoria, ahora que aun perdura el recuerdo…
Mi amigo JM me dice que no entiende como somos capaces de desnudarnos en un blog, contar como nos sentimos…yo sin embargo no entiendo como puede vivir la gente sin escribir….
…y todo esto ha venido porque me he metido en el ordenata para escuchar algo mientras leía Moby dick y me he ido edulcorando poco a poco escuchando a Françoise Hardy cantar le soley….y una cosa ha llevado a la otra y aquí me encuentro…
contad si son catorce y está hecho.
Como prosa te ha quedado chulo, pero para ser soneto tienen que ser dos cuartetos y dos tercetos.
ResponderEliminarYo estoy con.JM...ese empecinamiento adjetivador "calles gusaneadas"...por lo demas, ánimo...se acaba uno acostumbrando a la pesadumbre laboral...y luego se supera.
ResponderEliminarMoli
Yo...tampoco comprendo como hay gente que puede vivir sin escribir, como hay otros que no comprenden que no corrarmos 15 km cada día...
ResponderEliminarPero bueno, lo mejor es tener amigos de los de "donde hay confianza, dá asco" que te dicen lo que piensan.
Eso es de celebrar.
Un post delicioso por otra parte.
Ya comentaré, ahora voy a releerlo … y van 3 :-)
ResponderEliminarLe dice de mi parte al chico vasco
ResponderEliminarque el día que más guste, él elige
labegue para ver si se desdice
le manda unas borrajas sin tabasco.
Con almejas si quiere o con jamón
en tupper del ikea o en un plato
que no hay plato más rico y más barato
si el género se planta en Aragón.
Y si suena patriota no me importa
y si es presuntuoso me da igual
que no me quedo ni un "poquico" corta.
Si no que le pregunten al chaval
cuando hay borrajas siempre se comporta
y no hace falta hacer ningún ritual.
PD.- Eso sí que son 14
Oh, las borrajas, qué ricas.. traje semillas para un amgo q tiene aquí un alotment (huerto). las plantó y las dejó florecer. Tmabién le dí de acelgas. Me encantan. Y el cardo. Aj. Aquí en Londinium lo más parecido al cardo se llama "Pak Choi", y es de chinos.
ResponderEliminarOh, bodas con ternasco. Dile a tu amigo q en UK me cuentan q dan pollo. Así q se queje. Yo en la q he estado (fuí por interés antropológico, no soy de bodas) me dieron curry y no eran indios.
Lo del Heraldo tampoco lo entiendo, es en lo único q puedo estar de acuerdo: y más desde q leí en Orwell o en otro cómo lo tiraban los franquistas desde los aviones.
Las senioronas vetústicas no me precupan por las pieles en la cafetería del Corte. Me preocupa más bien su maquillaje (mano pintura titanlux) y su mazacote-pelo-lacado a las 11 am en la pastelería del corteinglés. Hay gente q necesita algo q poner en su vida. Un blog?
Me enrollo, divago. Bye.
di, q no usa jerga
Y qué se va a comer en las bodas si no es ternasco? ;P Y cómo íbamos a mantenernos mínimamente cuerdos sin atar nuestras locuras al blog?
ResponderEliminarHay que tener amigos tocahuevos, si no la cosa no tiene gracia.
ResponderEliminarEstoy oyendo la versión de Dylan y para mí no hay color; la de tu chica me resulta una balada blandita.
¿Para que escribimos?
Para que los otros nos quieran más y nosotros nos queramos menos. Por eso la escritura es uno de los oficicios con mayor índice de suicidios (la poesía se lleva la medalla de oro, dentro del oficio).
Yo no puedo vivir sin leer....
ResponderEliminarDiva, las yayicas duermen con redecilla y rulos. Y a las 8 a.m. se rocían medio bote de Elnette y media caja de polvos Joya. Hacia las 10 ya pueden ir a comprar y a lucir por Sagasta, para finalizar en el Corte Inglés (antes en Gay) o en alguna chocolatería, que ya se sabe que no hay nada mejor para el frío. Eso sí, cerca de una ventana, que sinó, no hay nada que comentar.
Yo tampoco se como puede vivir la gente sin escribir... Un beso
ResponderEliminarJa, ja, ja...lo del ternasco, las borrajas y el visón para el café....es tal cual....
ResponderEliminar¿Y yo porqué no había leido ésta entrada?
Pseudo, me ha pasado lo mismo: no la había leido!!! Siempre es grato encontrarse perlas así :). Me da ganas de hablar de Imperia y sus tortitas con nata, o de por qué estoy un poco harto del ternasco por excelente que éste sea... O de tantas otras cosas de Zaragotham, esa ciudad formidable.
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