Tengo la nariz llena de mocos y la cabeza llena de inquietudes

Tengo la nariz llena de mocos y la cabeza llena de inquietudes, ya sabéis que a veces me arranco a capela, a teclear de manera obsesiva y feroz lo que me viene a la cabeza sin repensar, sin revisar, sin dar tiempo apenas  al tecleteo. Este año ha empezado rompiéndose con prisa, sin esas vacaciones iniciales que me suelo tomar en Enero para gastar días y para ganar ideas y sosiego. Así estoy.

Da igual con quien te entrevistes: político, técnico, empresario o sindicalista. Venden silencio, incertidumbre que es más barato que vender protesta. La gente se calla esconde palabras y no dicen nada para evitar luego ser nombrado e ir a peor. “Ojala que tu nombre se le olvide a esa voz”. No quiero que me metan en grupos a los que no me he afiliado, no quiero levantar la mano para responder a ninguna pregunta que no venga a cuento. 

Solo quiero trabajar en esto que me gusta…no estoy de acuerdo con un correo que me envió una comentarista propugnando hacer lo justo: “el trabajo es el trabajo y luego te vas a casa y punto, no merece la pena impplicarse”. No puedo. Igual estoy enganchado, lo sé, pero no dejo de pensar, no dejo de escribir, no sé perfilar fronteras, no dejo de aprender…yo aprendo en mi trabajo (soy un privilegiado).

He hecho un esfuerzo desde el verano para huir del contexto, para que no me encuentren en los pasillos, para ejercer de no alineado en las guerras de pandillas y ocupar con sueños el espacio que antes ocupaba el repensar frases hirientes, actitudes maleducadas o incompetencias sublimadas. Lo que no te enriquece te empobrece y cada día encuentro en el curro, un montón de cosas que me hacen más grande. Y ya solo, me preocupo de quien me enriquece y tirando a nada de quien solo me quiere incordiar

Me enriquece la sonrisa de mis niños cuando los despierto o el beso final de mi mujer cuando por la noche le quito el libro de la cara (bueno…a veces le quito más cosas pero no seáis cochinos), las gracias sinceras de algún cliente…bueno y no sé  porqué la gente se mete en los blogs solo sé que a mi me enriquece también. Suerte que he tenido en encontraros en el camino.

No sé si os pasa, pero hay personas que solo con verlas me dan ánimo y otras que se me comen. Me roba sonrisas la gente que no saluda cuando lo hago yo, la gente que se calla cuando entras, la gente que susurra cuando te vas, me gusta la gente que habla alto, si me gusta, los prefiero a los susurrantes por mucha vida interior que digan tener. Me molestan los neutros que siempre están haciendo quórum con el ganador sin haberse previamente pronunciado.

No queda tiempo para perder el tiempo. “queda poco tiempo y después de ese poco tiempo ya no habrá más tiempo” que decía un profe sabio de mi cole a la hora de recoger. Ya vale de chorradas, ya no es tiempo de folios sin sentido rellenos de palabras vacías y redundantes, ya no más estudios, basta de ocupar 8 horas en definir el nosotros y el vosotros, ya no más informes de corta pega, basta de observatorios sobre la nada, reuniones sin hora de inicio, ni final, ni orden del día.

Vamos a hacer algo, que esto se nos va de las manos. Trabajo el doble, me peleo la mitad y estoy mil veces más a gusto. Peleo por cosas, no peleo contra alguien. Me arrepiento de haber gastado mucho tiempo en escuchar a gente que nunca me ha dicho nada y me han enturbiado. Demasiada consideración inmerecida.

Y por las mañanas cuando paseo por el camino del cementerio, veo con pena a los muertos en las cunetas. Amigos viejos que creían cosas como en las que creo yo ahora, amigos más partidarios del consenso que de la goma 2 y que sin embargo se toparon con gentes más partidarias de la goma 2 que del consenso. No sé quien decía que puedo soportar la maldad de mis enemigos pero no la indiferencia de mis amigos.

Bueno, ya lo sabeis…no voy a gastar el tiempo en idioteces, estoy en lo mio, no me esperéis en zonas de cuchicheos y predicciones, no iré… si al final esto se acaba, pelearé a muerte por mis derechos contra quien sea y como sea, gastaré lágrimas, pero no me vais a robar los sueños.