martes, 10 de junio de 2014

Lorenzo Silva, Los Cuerpos extraños: Opinión y trucos para entretener.

No se desvela argumento

Ya sé que Tamarit y David Copperfield tienen truco y que realmente no hacen desaparecer jirafas del escenario ni se sacan una carta de la oreja, pero que queréis que os cuente, a mi me encantan sus espectáculos y no dejo de verlos con la boca abierta y la sonrisa en los labios. Pues igualico con Lorenzo Silva y su última novela Los cuerpos extraños.

Es cierto que Bevilacqua se está haciendo mayor, quizá un poco tabarras en las descripciones y en tanta lección de moralina barata que no le hemos pedido, por no hablar de sus soflamas laudatorias empalagosas a la Guardia Civil… pero al mismo tiempo nos tiene pillada la mano, y él lo sabe; sabe jugar con nosotros, nos enseña el dos de copas, el tres de oros y tiene en el bolsillo la carta del cuatro de bastos que nos saca de detrás de la oreja sin que nos demos cuenta cuando hemos estado todo el rato con la mirada fija en sus manos.los cuerpos extraños

Lorenzo Silva, por ejemplo, juega una y otra vez con el viejo truco de “tengo una historia de la leche pero se lo cuento después de la publicidad”. Bueno, él lo hace de otra manera más sutil pero el truco es el mismo: “Brigada ya hemos abierto los ficheros, le dice Salgado por teléfono, siéntese que se va a morir cuando los vea. Tranquila Salgado tengo que interrogar a un malo ya si eso me lo desvela en el capitulo que viene.” y ahí estamos sus fieles espectadores comiéndonos las páginas a dos carrillos hasta el capitulo siguiente para saber lo qué narices contienen esos ficheros.

¿Chamorro qué te pasa que estas cariacontecida y derrotada bordeando la muerte? le pregunta Vila compungido, ella se azora, rompe a llorar, le mira tierna bajo la luz tenue y nos hace pensar que le habían diagnosticado un cáncer mortal, que la había preñado un policía local o que por fin iba a meterse en su cama diciéndole hágame suya mi Brigada que no puedo vivir con esta desazón. Tranquila chiquilla, si eso, me lo cuentas al final de la novela que ahora tenemos misterios que descubrir. Y luego nos va premiando capitulo a capitulo con la evolución psicoemocional de la mona picoleta cuarentona, poniéndonos la miel en los labios, pero demorando la resolución y aguantando con temple la embestida hasta el final.

Y vosotros, mis queridos y amados lectores, (a quienes tan abandonados os tengo en estos meses), diréis: mira el de la Consuelo como está despellejando a Silva como hizo con La estrategia del agua, pues NO, negativo, os equivocáis de cabo a rabo, más bien todo lo contrario. El arte no está tanto en saber que es un truco, saber que se me está metiendo en el bolsillo con humor, que me dice que mire la pelotita de goma cuando en la otra mano tiene la paloma… el arte está en aun sabiendo que tiene truco, tenerme encandilado con una prosa rápida y sobre todo con unos diálogos e interrogatorios para quitarse el sombrero.

Y esto si me permitís es lo que más me gusta de esta novela: Lorenzo Silva ha llegado a encontrar su máxima brillantez en los interrogatorios y diálogos. Muchas veces se han destacado las duras conversaciones de Hammett en El halcón maltés; pero perdonad la iconoclastia a mi me parecían excesivas, lejanas, irreales como si solo las pudiera pronunciar Bogart en el papel de Spade, pero no mi adorado Samuel Esparta (Bordaberri para los amigos) en Getxo. En Silva son interrogatorios de aquí, creíbles, entretenidos, sueltos con un poquito de altivez sin llegar a lo presuntuoso, y con un humor acido pero respetuoso la mayoría de las veces. Y os lo voy a confesar siento una profunda admiración, no carente de envidia por ello, ya que las veces que he intentado infructuosamente escribir un cuento policiaco, siempre me he encasquillado en los diálogos.

Todos los lectores de policiacas sabemos que un buen argumento se puede caer por unos diálogos desgajados y lentos y si no leed El buen padre de Esteban Navarro como novela que se muere en las manos por falta de ritmo en las conversaciones. (Los fresones Rojos del mismo autor está infinitamente mejor).Si mi idolatrado González Ledesma tiene como virtud la acción y el folletín en su mejor sentido y García Pavón lo tiene en el dominio de un lenguaje propio de orfebrería, Silva, en mi opinión, se está haciendo el amo del interrogatorio y el dialogo.

No esperéis por lo demás grandes sorpresas en cuanto a la estructura y el planteamiento si ya habéis leído las novelas anteriores. Los Cuerpos extraños sigue el esquema que ya nos suena de anteriores aventuras de Vila y Chamorro y que Lorenzo Silva se nota que ya tiene muy trabajado: Breve introducción melancólica sobre la vida del poli, muerto sobre la mesa, los jefes que se pelean con los políticos, y los chicos que se van de viaje esta vez a Valencia en un caso donde sexo, corrupción y política se dan cita. La tensión Sexual no resuelta entre los protagonistas a lo Luz de luna y los comunes clásicos de Vila con jueces estrictos, compañera guripa local jamona (os dejo con la duda si pasa lo mismo que en La Niebla y la Doncella) y Vila enseñando a sus chicos (y a nosotros) la ética de la vida y del ser con un tono, la verdad, muy cercano a la monserga dominical. Luego presentamos a personajes de tal manera que todos pueden ser culpables y a partir de ahí a jugar y a interrogar mientras se mezclan escuchas, correos, nuevas tecnologías y cintas de video.

Vamos que si habéis leído las anteriores casi todo os sonará. Pero ¿si lo repetido es divertido y se hace bien, por qué no se va a seguir haciendo?, me pregunto, si a la gente nos gusta y lo compramos pues mucho rato ¿no? Por mi parte no os miento a mi me ha encantado la novela, nada nuevo bajo el sol pero me ha encantado. Las tres S que me gustan: Critica social, tensión sexual y suspense. Chamorro pierde papel y ya no es el “Don Lotario” de otras veces y sin embargo lo gana la cabo Salgado que tiene un papelón y cada vez está más cerca del Oscar al papel secundario. Venga Don Lorenzo si hasta Plinio cayó en el pecado, déjele a Vila una aventurilla con Salgado y que el zagal se desfogue un poco que lo veo un poco apagadete.

Entre las buenas de la serie. Imprescindible para los seguidores de Vila y para aquellos que quieran entretenerse con una policiaca.

Actualizo

Os dejo artículo en El Pais cuya critica coincide en destacar los diálogos de Silva como hice yo.

Pero mirad que majete el autor que reconoce en twitter que yo lo dije primero en este post. ego ego ego ego ego ego.

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