Los entretiempos aburren, la espera se rellena de ocupaciones yermas y se temen los espacios vacios como precipicios sin barandilla. Los libros de ajedrez se llenan de aperturas y cierres pero se atontan en el juego medio. Cuando jugaba me dicía mi profe, las partidas muchas veces se ganan no por las genialidades de uno, sino por las idioteces que hace el contrario cuando no sabe qué hacer. Y es posible que tuviera razón. Mi abuela siempre me echa en cara, que la gente de ahora, como no hemos tenido que esperar filas para comer, tenemos muy poca paciencia y no sabemos estar uno detrás del otro sin hacer nada. No sabemos estar esperando a que se resuelva lo cotidiano. No sabemos estar sin espectativa en el minutos siguiente, cuando la conexión a internet tarda veinte segundos, llamamos al servicio técnico.
- ¿A qué esperamos? pregunta mi hijo pequeño si me ve quieto.
- ¿Qué haremos esta tarde de domingo? dice el mayor.
- Aburrirnos les contesto. Aburrirse es sanísimo.
- anda ya ¿qué vamos a hacer?
Y es que el que aguanta gana. Tener cuajo y no estropear por querer mover es una virtud. A veces no hay mejor defensa que cruzar los brazos, que cantaba victor manuel, dejar que el enemigo se ahogue en su impaciencia. Ya, ya, ya lo sé, el tancredismo está mal visto hoy en dia, pero hay negocios que se estropena por querer asegurarlos, cuando uno vuelve para ver si está apagado el gas se deja la luz encendida y la revisión genera paralización. Todo por no esperar a que las cosas pasen en su momento. Ya has hecho lo que debías, ahora toca esperar!
El tonto de Ali, no mando a la lona a Foreman en Kinshasa por darle más golpes en el tramo intermedio del combate,sino al contrario porque Foreman se desfondó en ataques inutiles mientras él estaba "rope a dope" escondido, cobijado, esperando en las cuerdas el momento oportuno.
Pues eso, que valoro a la gente que domina los tiempos, que sabe esperar filas porque merece la pena, que sabe rellenar los aburrimientos irresolubles soñando en privado, que sabe que no siempre hay que ir al ataque ni revisar cien veces lo mismo. Valoro a los que aprovechan mientras esperan y a los que aprecian el valor de no hacer nada mientras tanto.Esperemos a que tras la lluvia escampe, esperemos también con los paraguas sin abrir no vaya a ser que no llueva
Mi admirado Sr NaN enriquece el post en sus comentarios con un enlace a un artículo sobre este mismo tema que me ha encantado así que lo enlazo aqui como nota a pie de página..
Pues yo depende del día, aunque lo llevo bien porque tengo un tope de 30 minutos, no espero más a nadie jejejeje
ResponderEliminarTe veo sabio, joven.
ResponderEliminarLa paciencia es una de las mayores virtudes. Sobre todo cuando no se pierde...
ResponderEliminarSaludos.
Yo de esperar creo que entiendo; ¡quizá de más!
ResponderEliminarA veces pienso que debería ser más impulsiva y agarrarme a lo primero que surja. Después me lo pienso otra vez, me lo vuelvo a pensar, y a pensar, y a pensar... hasta que el impulso pierde su nombre.
Señor dame paciencia... ¡Pero dámela ya!
ResponderEliminarMe ha encantado.
a:
ResponderEliminarInteresante versión cultureta
b: y como decía mi madre: "Quien se aburre, se aburra"
Es que el concepto de aburrirse ....es difícil.
ResponderEliminarEstar sin hacer nada visible...no tiene porque ser aburrido, si no ¿dónde cabe el observar y el pensar?.
Y hay momentos para todo, para paciencia y para impulsos.
Pero es verdad que lo que en nuestra niñez era un clásico, lo de no tener nada que hacer(aparentemente), ahora les cuesta más, pero es por falta de costumbre.
Sr NaN me ha encantado el artículo que me enlazas. El fomento de la creatividad a fuerza de inventarse estrategias para entretenerse. Y la cultura de la inmediatez que tanto atosiga anuestros churumbeles. Es como el horror vacui de los romanos que tenian que llenar los lugares de cosas o los aparadores de mi suegra llenos de catatos por todos los lados. Voy a pegar el enlace en algún rincón del post porque dice cosas muy interesantes.
ResponderEliminarpapa cangrejo pues tu irias bueno conmigo!! entre los dones que me adornan el de la puntualidad precisamente no está entre ellos.
ResponderEliminarElvis en mi caso alterno momentos de paciencia infnita a otros en lso que llevo los cables cruzados y salto a la primera.
Marta me ha costado leer el comentario cinco veces para pillarle la gracia, estoy yo fino!!!
Ther a mi a veces también me pasa que es la inaccion por revisión. Yo me considero eficaz pero no muy efectivo. gasto muchos recursos por mi mania de hacer una cosa y su plan B.
Es que pseudo el aburrimiento es una mezcla de no hacer nada pero al mismo tiempo querer hacer algo. Porque si uno no hace nada y no quiere hacer nada y está fenomenal sin hacer nada, eso no es aburrimiento eso es disfrutar de la inactividad. Eso me guta!!
Pero también lo que quería contar es la impaciencia de no saber esperar a que las cosas lleven su procedimiento. Ese tiempo de espera hasta saber los resultados. El jefe que te llama cincuenta veces hoy cuando te dijeron que la respuesta la darían mañana. En fin todo eso.
Abrazuchos amigos
Lo que quería decir es que me considero eficaz pero no muy eficiente.
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