No eres más alto porque los demás estén tumbados.

El mundo se sostiene por hilos en un equilibrio efímero e insustancial. El chino del circo manteniendo los platos girando sobre el palo sin que ninguno caiga. Las sombras que amenazan la calle húmeda en esta noche cerrada; el camarero con diez mesas que aprovecha el viaje de regreso para volver cargado.
Resulta muy caro ser autentico, resulta hiriente llevar la sonrisa puesta en las mañanas de niebla, resulta poco ético tener que atracar bancos a cara descubierta.

Aprieta el sobrealiento en la espera y ves como se agrietan los muros que te cobijaron un día mientras estallan las bombas fuera.Oigo ráfagas a mis espaldas y gente corriendo a los refugios, mientras los muertos ni a las lágrimas esperan.

Gana el que aguanta; vive el que sobrevive, respira el que alienta. Todo para quedar en el mismo sitio que antes de la guerra. No eres más alto porque los demás estén tumbados en la tierra.
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