lunes, 15 de septiembre de 2025

La viejunez o el vicio de la desidia.

 

Mucha silver economía y silver pollas, gestión emocional de la edad y redescubrimiento personal en la edad tardía enlatadas en libros de autoayuda… todo lo que queráis, pero envejecer, para mí, está siendo una putada. Parece que uno no pueda quejarse por verse viejo, pues yo me quejo, no es que tenga mil achaques, haya perdido mi atractivo porte, se me caiga el pelo o me tiemble la voz, es que la viejunez me está llevando a la desidia. Como lo oís, a la puta desidia.

No digo que en mi juventud haya tenido una vida llena de aventuras, pasiones sin control y un amor en cada puerto a los que ahora tenga que renunciar. No he sido, ni mucho menos, de esas personas de vitalidad desbordada y desbordante que atropellan a los días con sus mil fechorías, pero es que ahora me siento atrapado por una desidia que se me encharca. No sé como contarlo, es un periodo como de adaptación y sumisión a la renuncia que en ocasiones me asombra borracho de indiferencia por cosas que deberían importarme. “Preferiría no hacerlo” que decía Bartleby.

Habito en esa etapa cincuentera (y pico) donde se da la vuelta a la esquina de muchas cosas. Y cada vez me estoy acostumbrando más a renunciar a más sueños. No habló de pasear un otoño sin prisa por nueva york, emborracharme en un honkytonk de carretera en Tenesse o descubrir rincones perdidos camino del sur, porque a eso aun aspiro. Sino a una especie de resignación, sarcasmo e indiferencia por las cosas ordinarias que se ha asentado en mí de manera crónica muy propia de la viejunez que me atosiga. Una especie de sentimiento de que lo mejor que puede pasar es que no pase nada. Y un poco me jode. Ya lo he dicho.

 

Veo a mi mami haciendo funambulismo llena de fuerza en sus avanzados ochenta, los críos de saltimbanquis en este mundo juvenil sin red en el que les toca vivir y me veo a mí en una constante renuncia. El paqueismo como religión. Hace poco incluso he dejado pasar una oferta de mejora en el circo laboral por no complicarme la vida. Chico, ahora cambiar pa qué. Si alguien se ha comido mi queso que le aproveche y si gana mil euros más le deseo lo mejor y que se lo gaste en viagra o botox para triunfar en el mercado del outlet amoroso.

Y no es que no haga nada. He vuelto a la universidad treinta años después con la ilusión de aprender y la chorrada de intentar doctorarme; refresco idiomas y lucho todavía con cierta dignidad contra la rosubastatina el sildenafilo y el ocempic…pero sin embargo renuncio a toda pelea y desgaste infructuoso o dicho de manera menos sutil, me la pela la mayor parte de las cosas y las ambiciones.

“La felicidad es no ser feliz del todo pero que no te importe demasiado” que dice Miguel D´Ors uno de mis poetas favoritos.

Igual tiene que ver con que este lustro de mierda me ha tenido contra las cuerdas en varias ocasiones y quizá "la indefensión aprendida" me hace pensar que es mejor el redil que ir a probar afuera. Puede ser el síndrome Richard Chaning en Falcon Crest de estar sentado encima de una higuera esperando siempre a que se rompa. Puede ser. Pero coincido con el amiguico del Cúlebre en que “No hay mejor defensa que cruzar los brazos".

Veo a mi alrededor y no lo crítico (al contrario) a mucha gente que viejunea de un modo distinto intentado explotar sus últimos cohetes artificiales, afrontando retos, poniéndose tetas o follandose a un jovencito/a veinte años menor… en mi caso todo lo contrario valoro estarme quietecico, sin molestar y sin ser molestado, en una suerte de satisfactorio misionerismo mental.

Ya sé, no me lo digáis, que esta es la posición de un burgués pijo y que si tuviera problemas de verdad se me curaba tanta gilipollez a hostias. Pero es que me aburre la pelea (quizá  porque ya no tenga muchas posibilidades de ganar) y solo pido salud para mi y los míos, poder echar una mano a los que me puedan requerir, vivir entre mis libros y solazarme alguna vez con la parienta... por lo demás que me dejen en paz, solo eso… y bueno soñar con pasear un otoño sin prisa por Nueva York, emborracharme en un honkytonk de carretera en Tenesse o descubrir rincones perdidos camino del sur.

 

13 comentarios:

  1. Con setenta, salud y la merecida paga, se te pasan esas neuras.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Probablemente así sea. Demasiadas condiciones pones.
      Abrazos y gracias por comentar.

      Eliminar
    2. Lo de "he dejado pasar nosequé promoción laboral por no complicarme la vida"... me identifico plenamente, y mucha gente de nuestra edad estamos así. En mi caso, es la desilusión tras haber remado contracorriente durante muchos anios, y no ha servido de nada - o bueno, sí sirvió, para aquellos durante aquellos anios. Luego, está el mundo más allá de nuestras narices, y eso aún da más miedo y asco y desolación. Y aún así, estamos mejor q la mayoría. Yo qué sé.

      Eliminar
    3. Dicen la gente que habla de autoestimas que cuando crees que lo realizado no sirve o no te lo reconocen, es muy util poner número a las personas atendidas. Por ejemplo he atendido 204 personas este mes o año q están contentas con mi trabajo con independencia de que se me reconozca o no desde arriba.
      La queja cada vez sirve de menos
      Bssss

      Eliminar
    4. Quedémonos callados, entonces?

      Y la autoestima...no es nuestro problema. Recuerda: somos blogeros aka narcisos :)

      Eliminar
  2. Respuestas
    1. Foto difuminada, desenfocada, presbícica como la mayoría de cosas que pasan
      Abrazos

      Eliminar
  3. .......muchas referencias al sexo veo para tu avanzada edad

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay una edad en la que el sexo es lo que imaginas y otra en la que es lo que recuerdas.
      Sniffff

      Eliminar
  4. Amigo, me representas!!! jajaja te entiendo perfectamente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sé si agradecerte o comparecerte. En estos tiempos de postureo defenderemos nuestra isla con uñas y dientes.
      Abraaaaazos

      Eliminar
  5. Envejecer con salud y recursos es un privilegio.
    Saludos cordiales

    ResponderEliminar