Hay libros que uno lee y al acabar se te queda la cara de gilipollas. Te preguntas ¿lo habré entendido bien? ¿Hay algo que se me ha pasado?, ¿Levanté en la playa la mirada en demasiadas ocasiones del ebook para ver mamas jamonas y me salté algún detalle imprescindible de la historia? O simplemente soy lelo, como me dice mi mujer que me he vuelto desde que escribo y leo blogs.
A este autor, para mi desconocido, llegué de la sabia mano del Sr NaN, y como uno habita en una ciudad de provincias donde muchas bibliotecas (no todas) son más amigas de las sombras polvescas de grey o de autopromociones onanistas de babelia que de búsqueda de autores desconocidos, acudí a mi fondo pirata en busca de algo que echarme al magín de este autor.
Sería mentir si dijera que Justo Navarro no me ha gustado. Escribe bien, limpio, sin estridencias. El argumento y el mar de fondo se desarrollan con interés. La historia es la vuelta a Granada de un controlador aéreo para el entierro de su primo hermano. A raíz de esto, se nos cuenta la historia de los Alibrandi, el autor rescata de su memoria retazos de su juventud que pintan en esbozo la vida paralela de las dos sagas de los Alibrandi. Una: la del padre del narrador, periodista deportivo (Ford en la memoria recurrente) y la otra la saga triunfadora y empresarial que queda en la Granada de sus tíos y sus primos.
Son vidas paralelas, reflejadas, deformadas la una en la otra (o la una a través de la otra), yo diría que son como esos espejos de los parques de atracciones que de en un lado estamos nosotros y en el otro se ve la misma realidad pero deformada. Pero que a su vez ves el espejo trasero que deforma lo deformado en una caja rusa de reflejos que te impide discernir la realidad de la sombra, quizá porque sean lo mismo.
Ese juego de paralelismos y entrecruzados; cuernos y muertes entre ellos mentiras y verdades sazonadas con complejos mal llevados, es el núcleo de la trama. El Alibrandi narrador/controlador prefiere seguir puntos en la pantalla que aviones reales desde lo alto de la torre de control. Así pasa también en la novela.
Y como canción de fondo una muerte lejana y familiar que se va descubriendo sin saber qué parte es realidad y cual nace de la inventiva recreada del narrador/controlador.
Hasta aquí todo va bien, ciertamente pretencioso en el juego de reflejos, mentiras y verdades, pero bien, libro muy bien escrito y todo lo dicho … pero de repente asalta al lector el efecto “me han arrancado hojas” porque todo se precipita de una forma alocada y para seguir con el símil aéreo el libro cae en barrena y se estrella irremediablemente con la palabra fin. Te queda un sabor de boca como el de aquella temporada de Dallas cuando bobby ewing muere y dicen en la siguiente que toda la temporada anterior había sido un sueño de Pamela Ewing (¿me han tomado el pelo un año entero?). En fin con complejo de que algo me he dejado de leer, algo no he entendido o todo esto es una paja mental.
Lo importante es que ya ha vuelto usted, con toda una vida por delante para demostrar a su compañera que entre "lelo" y "abrigadamente introvertido en una vida interesante" son dos conceptos que como el agua y el aceite.
ResponderEliminar(Bueno, nunca se lo demostrará, pero eso es otra historia).
Todo lo que cuenta antes de "Hasta aquí todo va bien..." me parece fantástico: ese es mi Justo Navarro, dinamitando con pequeñas explosiones controladas la realidad. Imagínese cómo es la novela que, ya de título, se llama "El doble": el as de los juegos de espejos se convierte aquí en el sumum.
A mí, no me parece pretencioso, sino puntillista y magistral.
Como no he leído esta la novela de usted, la barrena con la que se desloma el argumento no la puedo juzgar. Ojalá sea la consecuencia de una frase de la página 23. A lo peor, ya había contado lo que quería contar y se dijo "me faltan 30 páginas". Puñetero que es.
Pos sí, debe ser una paja mental.
ResponderEliminarSimplemente a veces las cosas parecen buenas, y no lo son tanto, ni creo que se sea más tonto por decirlo.
El otro día probé un vino carísimo que me pareció una bazofia...pero dije que "no me gustaba" porque es lo correcto, claro. Y también he probado, otro vino sin alaracas que realmente me encantó.
Cosas del gusto.
alharaca, alharaca, alharaca!!!!
ResponderEliminarPues estaba en mi lista de Septiembre y ahora dudo.
ResponderEliminarRecomendad otro del autor que sí os haya gustado.
Y esperamos entradas sobre la familia en vacaciones.
ResponderEliminarMe encanta la lectura y por eso trato de leer recomendaciones que encuentro en internet y por eso me gusta navegar en la web para ello. Ademas disfruto de viajar y trato de combinar las 2 cosas, consiguiendo historias de viajes o en el avión poder leer algunos libros. Por eso estoy contenta con haber obtenido vuelos baratos a miami
ResponderEliminar