Uno sabe que hubo un día en el que empezó a leer y otro día, quizá más importante, en el que supo que jamás podría dejar de hacerlo.
Quizá debiera dejar la entrada con esta frase que me ha quedado redonda, pero mira por donde hoy me apetece escribir. Escribir a quemarropa en uno de esos post en los que las palabras salen solas, sin orden, y se escapan de entre los dedos sin más corrección que algún gazapo ortográfico o alguna pulsación con el muñón de dos letras al alimón.
A Andrés Barba lo conocí sin querer en el prologo de un libro de boxeo. En el libro de Mailer “En la cima del mundo” que relata el primer combate de Ali contra Frazier y me encantó. Como he visto que por aquí no hay muchos amantes del bello arte de las 16 cuerdas, me puedo permitir el lujo de decir que me gusto infinitamente más el prologo de Barba que el libro, y que Mailer me parece un tipo sobrevalorado al menos en lo que yo he leído. Leeros el prologo de andres Barba que habla de la revolución por los derechos civiles de los negros en los 70, es una maravilla de actualidad.
¿de actualidad? si de actualidad…En estos tiempos de 15 emes y 68 reloaded, tiempos en los que los blogueros de mi lateral toman postura misionera y se enzarzan a discutir si son galgos o podencos, revolucionarios o perroflautas los parados movilizados en las plazas, no esta de más poner la cita de Sartre que rompe aguas al libro y que coincide un poco con lo que pienso:
A lo mejor nos encontrábamos muy cómodos con los mileuristas, esa generación de protestones más que de rebeldes, esa generación de reivindicadores sin compromiso a los que nos hemos permitido el lujo de insultarles y encima llamarles Tio Tom como hacia Ali cuando llamaba negro vendido a Frazier “os teneis que rebelar contra nosotros” les ordenábamos con la boca pequeña y sabiendo que no lo harían. Esa gente con derecho a todo y sacrificio por nada, esos engatusados con títulos universitarios devaluados, esa gente que ha sido incapaz de adaptarse al partido amañado que es la vida socioeconómica a partir de los 90, ellos nunca nos han partido la cara.
Quizá hemos pensado que todos y siempre serían así, protestones e inofensivos, hasta que de repente nuestro mayordomo nos ha dicho eso que cantaba Serrat de “discúlpeme el señor se nos llenos de pobres en el recibidor” y no le hemos hecho caso porque pesábamos que seguían siendo los dóciles mileuristas de siempre, cuando realmente eran los perroflautas que les tocan las narices frases como “Mire Vd. me trate con el mismo respeto que yo le trato a Vd.” y se han cagado en nuestro padre sin complejos y nos están metiendo petardos morales cual supositorio por vía rectal, por ahora, gracias a dios, sin llegar a mayores. Me parecería una gilipollez de niño pijo progreta apoyar estos movimientos desde mi posición (ni creo que ellos se dejaran apoyar por mi) pero a mi entender son inevitables amigo viveiro porque las válvulas institucionales que tu defiendes en tu blog no alivian la presión de la olla expres en la que vivimos. ¿Cuánto durara? ¿Cambiará algo? ¿Es el método? ya que estamos sesenteros The answer is blowin in the wind.
En fin que no toméis esto como un posicionamiento político, más que nada porque no sé si estoy posicionado en un lugar o en otro, sino más bien como la visión de un conflicto generacional de 4 modos de pensar: los yupis progres de la transición y la movida, la nota de paso que somos los del 70, los mileuristas que nacieron tras Franco y los indignados que van pidiendo la palabra, no sé si la paz que decía el poeta.
Y dicho esto y releido me pregunto que hago yo aquí. Yo quería escribir de libros, quiero decir de recuerdos de libros. De libros que nos traen recuerdos de una juventud y de unos días que como la niña mala de Vargas Llosa nos hacen travesuras saliendo a nuestro encuentro en el momento más inesperado y atizando la brasa muerta de nuestra cotidianeidad.
Lo que yo quería decir es que no es lo mismo libros juveniles que libros de jóvenes, o sea sobre jóvenes. Y que a veces a media juventud hay un momento en el que pasas de unos a otros sin saber muy bien las consecuencias de crecer.Yo empecé con los Hollister y los gemelos Bobbsey (no me preguntéis porque yo pronunciaba blosie). Los cinco no me gustaban y los tres investigadores tampoco. De Enid Blyton solo me leí “Seis primos en la granja” (este es uno de esos momentos en que supe que no pararía nunca de leer que decía al principio). Tampoco leí nunca el señor de los anillos, ni nada fantástico, incluso ahora no entiendo como a los jóvenes les gustan los crepúsculos y los del zagal de gafas redonditas con cara de “tevoyadarunacollejaytevoyatirarelbocatademortadelalcharcoporpavo”.
Y después, en esos saltos solo explicables con el tiempo, uno deja los libros juveniles y se adentra en los libros de jóvenes. Y sin darnos cuenta ya estamos al otro lado. Y en esas sigo leyendo y degustando estos libros de jóvenes hasta ahora que he acabado “Agosto,Octubre” de Andrés Barba de quien trae causa este alocado post. Quizá sea, porque uno sigue estando en la edad del pavo o quizá como hemos dicho porque estos libros salen al encuentro invitando a descongelar recuerdos de entonces.
Lo cierto es que con la perspectiva de la distancia estos libros se parecen bastante entre si, aunque entonces cada vez que cerrabas uno te parecía excepcional…venga ya de perdidos al rio y al modo del entomólogo me pongo a hacer clasificaciones.
Con la estructura “os voy a contar como era mi pandilla hasta que paso lo que pasó” hay varios libros os pongo unos cuantos de los que me han gustado y que os recomiendo si no los habéis leído ya: Los 80 son nuestros de Diosdado, Camino de los ingleses de Soler, El Jarama de Ferlosio, en este modelo también os recomiendo un libro que no sé porque no le han dado mucha voz (creo) y que a mi me encantó: El secreto de Donna Tartt y así que me venga a la cabeza La ciudad y los perros de Vargas Llosa y del mismo Los cachorros y los jefes, y también Ultimas tardes con Teresa de Marsé . El Agosto,Octubre de Barba estaría en este grupo.
Hay otros temas comunes como que dura es la guerra para los niños De estos me gustan dos: El otro árbol de Guernica y Saco de canicas.
De entre los libros blanditos pero que me han gustado están La Brujula Loca de Luca de Tena y bueno a título póstumo Camino de Delibes. Digo a titulo postumo porque un mediocre profesor nos lo hacia leer en voz alta todos los viernes y solo años después lo he conseguido valorar en su justa medida. Bueno y…Edad Prohibida de Luca de Tena por supuesto.
Si alguien ha llegado hasta aquí con dos eggs, buscando la reseña del libro Agosto,Octubre de A.Barba ,creo que es justo una breve valoración final antes de irme a dormir y apagar mi insomnio.
Primera es que Andrés Barba escribe muy bien y cuenta muy bien ese momento extraño del salto desde los libros juveniles a los libros de jóvenes del que hemos hablado, ese momento de sentirse raro e incomodo con el traje vital que llevabas vistiendo desde niño.
Verse crecer: Sexo, Muerte, Padres,Trasgresión,Culpa, Clase social un poco de dios, se antojan precipicios; aparece ese vértigo atractivo y repulsivo a un tiempo, de acercarnos al borde del abismo de lo desconocido, ese momento de estar sentado en el alfeizar de un octavo piso con las piernas colgando. Ese, justo ese momento, es el que dicta el argumento que Barba reproduce con un encanto agresivo,tajante y una voz propia que me ha hecho leerlo de un tirón, que nadie se espere blandeces (ni siquiera imágenes preciosas como en el de Marse) no las hay, va más por el camino de los libros de Vargas Llosa que hemos comentado. Es un gran libro. Se estructura en dos meses Agosto y Octubre pero lo que pasa en octubre no os cuento nada mejor lo leeis.
Oye, no me gusta nada el nombre de "libros blanditos". Edad prohibida puede pero Camino y La brújula loca no son blanditos.
ResponderEliminar¿quien era el que nos hacia leer Camino? a mi no me suena. Si recuerdo que nos hacian leer La Jangada.
Quería decir el Camino, de Delibes. No confundirse...
ResponderEliminarConsu's la frase te ha quedado redonda, sí, pero yo tuve esa sensación hace muuuchos años, la de saber que no dejarás de leer nunca, y sin embargo cada vez leo menos. Serán espejismos de la adolescencia.
ResponderEliminarY tampoco recuerdo ser consciente de pasar de unos libros a otros, de sentirme cómoda o incómoda (por decirlo de algún modo). Siempre leí de todo, cosas de chicos y cosas de adultos, sin ton ni son, al buen tun tun.
Y de Harry Potter me los he leído todos ya bien mayorcita. Son entretenidos.
Tampoco era muy de los cinco, sí de los Hollister y su sedán (¿qué demonios será un sedán me preguntaba yo siermpe?) ¿amarillo? Y sobre todo era de Torres de Mallory y Santa Clara, muy de chicas.
No sé, no sé. Siempre he visto una distancia enorme entre mi propia adolescencia y juventud y la que me contaban en los libros. Yo, que fui lector precoz, no me identificaba con casi nadie, salvo algún raruno como los que encontraba en los libros de Hesse o así.
ResponderEliminarPor otra parte, ahora que soy padre de un veinteañero dudo de todo más aún: mi Petardo es capaz de cambiar las rastas por un Lacoste sin que le tiemble el pulso. Y luego, irse a la mani del 15o sin mayor problema. No creo que la multitud de la canción de Serrat (con la que mi hijo alucinó cuando la escuchó por primera vez) se refiera a nuestros veinteañeros o mileuristas, esos que se coordinan con la Blackberry o el Facebook.
Como siempre en mi caso: no sé, no sé.
Yo, es que al final, y supongo que será cosas de la edad, no haría tanto esa distinción porque los temas son los mismos en la literatura de mayores o de jóvenes.
ResponderEliminarLa verdad es que nunca leí literatura para jóvenes. Ni los cinco, ni los hollister, ni guillermo el travieso, ni salgari, ni verne, ni nada. Mortadelo y filemón y Astérix. Eso fue todo hasta que me dió por leer y fue con el perfume y la casa de los espíritus, ya mayorcito.
Yo lei todo de cani y de adolescente...y sigo leyendo todo.
ResponderEliminarLa ciudad y los perros...que gran libro. Edc vamos a tener que mirarnos lo que está pasando..coincidimos en libros ultimamente. Sigo con La Broma..ya te contaré.
Annie,
ResponderEliminarEntre Torres de Mallory y Santa Clara, eran mejor los primeros, ¿no? A mi me gustaban de Enid Blyton los de la serie aventura : Aventura en el mar, Aventura en la Montaña, Aventura en el Circo... No eran muy conocidos pero eran geniales, mejores que los cinco.
Y por supuesto Puck. Yo era muy de Puck.
A mí los Cinco me gustaban, pero más los de la serie "El secreto...", otra panda similar, pero distinta. También devoré los de Santa Clara y a los de Puck llegué, afortunadamente, de pura carambola, porque mi abuela se equivocó de libro y me compró el primero.
ResponderEliminar¿Conoces "Historia de nadas" y "Arriba el cielo, abajo el suelo", de Andrés Barba? Mi hijo de 8 años ha ahorrado para comprárselos, después de leerlos en el colegio, porque los relee sin parar. Son deliciosos. Viédole leerlos, he recordado con toda nitidez el día que yo supe que nunca iba a dejar de leer.
ResponderEliminarEn realidad los licenciados con idiomas y mileuristas, que no hemos perdido el trabajo, estamos tan ocupados intentando llegar a final de mes sin que nuestros hijos mueran de inanición que no nos podemos permitir el lujo de ir a ninguna plaza a protestar.
ResponderEliminarPor partes primero libros luego en otro indignación:
ResponderEliminarViveiro el camino (de delibes) fue don angel, el otro muchos.
Ani, se me habia olvidado lo del sedán! Y lo de harry es algo personal, no pararía de darle collejas y romperle los lapices.
Diva, alguno de los que cuentas me suenan de la chica de la consuelo.
ND lo mejor no es lo que cuentan sino en mi opinión crear el habito de lectura...aunque comprendo que por esas fechas tu ya querrias leer Resistencias y catenarias en torres de mallory.
Pues si moli, yo hasta escucho rock (en su versión más cercana al country eso si) mientras me largo a correr por el parque ...cuando acabes la broma puedes seguir por el libro de la risa y el olvido y luego por el libro de los amores ridiculos. Si sigues el tratamiento conseguiremos entre todos desengancharte del nefasto matrimonio auster.
Teresa eso del secreto ni me suena...los de puck si.Y es curioso como se llega a autores desconocidos algún dia escribimos de eso ¿vale?
Anonimo...por alguien que comenta de andrés barba le contesto aparte.
ResponderEliminarMe apunto los que recomiendas aunque mi peque mayor tiene 7...ya me dirás si es pronto o ya está bien pa que lo lea.
Ya he contado como me encontré con este hombre entre las páginas de boxeo...que aunque no os guste este deporte os recomiendo que leais el prologo que enlazo en la entrada.Fui a la biblio a ver que habia de él y me pillé dos uno de ellos el que comento...
A este hombre lo tenia prejuzgado entre la generación de los kronen.Hay veces que hay que saltarse los prejuicios como me pasa con ray Loriga que lo tenia encasillado fatal (Igual es envidia por lo de cristina y Eugenia)y desde que escribe en el pais me estoy enganchando.
se agradece la recomendación de literatura infantil.
Esther y NeoGub no me refiero con mileuristas a quines cobran poco (o lamentablemente nada) sino que hablo de topicos generacionales sabiendo lo injusto de genralizar el etiquetaje.
ResponderEliminarMileuristas a esa geneación que describe muy bien espiro freire en su libro "mileuristas" y que coinciden en muchos casos con los que hoy están entre 30 y 35.
Los de los 70 y alrededores entre los que me encuentro los encasillo en esta Entrada vieja que podeis leeer.
Después están nuestros progre hermanitos de la transición y la movida.
Y en contra de todo este amasijo la gente que llega de veintitantos y que no es que no quieran jugar un partido amañado como hemos hecho nosotros, ni se dediquen a protestar del arbitro sin hacer nada más como los treinta y pocos; sino que vienen dispuestos a tirar la pelota al rio y decir que o jugamos todos o no juega ni dios. A estos es a los que dedico la frase de Sartre citada por Barba.
No es que les apoye porque lo que ellos reivindican desde posiciones totalitarias de izquierda no encaja (más bien se contradice) con lo que pienso. Pero tampoco seré yo el que les obligue a "canalizar sus iniciativas a través de los cauces consensuados de resolución amigable de controversias"
osea de nuestras reglas fracasadas...¿pero que esperabais cuando se les quitara la mordaza a esas bocas de jovenes? que iban a montar partidos tradicionales pidiendo 35000 avales para consurrir en el proceso y conseguir 1500 votos???
Perdón he enlazado a la etiqueta la entrada de la que hablo en el comentario anterior es esta Entrada vieja
ResponderEliminarPero es que yo soy de esta generación, y literalmente mileurista.
ResponderEliminarVamos que leo porque en mi ciudad hay una biblioteca estupenda que sino ya me dirás, que la cultura además de ocupar espacio cuesta un dineral.
Mi próximo libro El camino.
Gracias
Yo no doy abasto para leer todo lo que quiero.
ResponderEliminarDe Barba tendré que leer algo.
Verne fue el primero, luego todo lo de Enid Blyton, Puck, Luca de Tena("Edad prohibida" con 12 y a escondidas) y Agatha Christie.
"El hobbit" lo leí y me gustó, pero nunca más literatura fantástica, Potter ni se me ha ocurrido.
"El camino" lo tengo en la lista de este mes.
Nunca me han gustado las lecturas ni las pelis sobre/para adolescentes.
Las que nombras de Vargas Llosa son de mis preferidas, aunque no las he vuelto a releer de adulta.
Que socorridas son las entradas de libros, casi como las de boxeo, juas, juas, juas.