Ya sé que muchos pensáis que el que esto escribe, es una persona sin sensibilidad alguna, que solo piensa en lubricidades varias y en pequeños vicios cotidianos. También sé que muchos aspirabais a la foto de Viveiro que prometí en entradas anteriores (todo llegará), e incluso que al hilo del título contara alguna historia con el Antonio del mismo nombre entonando el “sabor sabor” que por otra parte es una canción que me encanta…
Lamentablemente no va de eso…
No diré yo que no sea cierto todo lo anterior, pero nada es comparable con las consecuencias de aplacar mi aburrimiento y lo que me agobio en las casa rurales. Empecemos diciendo que la casa, donde he estado 3 días, es un sueño para urbanitas arrepentidos: pueblo deshabitado, 4 parejas de humanos con sus cachorros más un sujeto desparejado y otro recientemente reemparejado. La media es un par de herederos/as por pareja de adultos, los machos nos llevamos bien, ninguno desea especialmente a la esposa del vecino y entre ellas no se pelean en demasía ( y menos por nosotros). Cada uno asume su papel, uno cocina, al otro se le dan bien los niños, otro planifica excursiones y a mi… se me da bien… protestar.
Pero es que no entiendo eso de dormir en un lugar frio, con unas camas que el último que procreó en ellas pertenecía a los trastamara, los techos bajos con unas vigas traveseras en las que he dejado parte de mi cornamenta a lo largo del fin de semana, todo lleno de escaleras..
-“papa papa a tubir ota vez, atubir ota veeeez.”…
-hijo mio juanito ormazabal y pasaban han hecho menos escaldas que tu.
El tema de las chuletadas, la cervecita, el encogozarse tras la cena poniendo a parir a curas y políticos… hasta puedo soportarlo… pero el resto del día ando buscando un trozo de asfalto donde poder respirar. Y es por todo lo anterior, que me suelo dedicar a jugar con los niños (míos o ajeno) como unno más de ellos y lo que es peor… a buscar las excentricidades y aficiones más absurdas, que me lleven hasta la tarde del domingo sin proferir ex abruptos contra Laura ingels y todo lo que me recuerde la casa de la pradera.
Y tras este extenso exordio divagante, os muestro hasta donde mi extrema sensibilidad y buen gusto en el deseo de aplacar el tedio, me ha llevado este fin de semana… me he dedicado a fotografiar margaritas. Y por si no os lo creéis pongo aquí el ejemplo de mis bonitas fotos:
Si las queréis ver en presentación os pongo el enlace al album de Picasa.
Has fotografiado mucho más que margaritas... Te faltan unas cuantas salidas más a casas rurales para identificar todas esas flores.
ResponderEliminar¿quieres que se las pase al ingeniero y te ponga nombres?
ResponderEliminarA mi no me molan las flores...¿cómo me llamaste el otro día? ¿superagreste?
Pues yo he estado en Santander. me he hartado de espirituosos y cocido montañes entre otras delicias. Todo sobre asfalto. Of course.
ResponderEliminarEso no es nada, mimmarido es capaz de parar en mitad de una carretera para fotografiar un campo de girasoles porque está precioso. Eso sí, cuando lo hace yo no voy en el coche.
ResponderEliminarEn casa sólo hacemos campo en plan megalómano: el Perito Moreno, la selva amazónica y tal. El caso más avergonzante fue cuando, tras tener la guía de Nepal comprada, nos echamos atrás cuanod vimos las fotos de una amiga y constatamos que era todo trekking (la pobre, con ese mochilón y los crampones, toda sudada). O cuando decidimos no ir a las islas Galápagos tras ver las fotos de los vecinos (buf que pereza).
ResponderEliminarYO también soy de pararme a fotografiar girasoles, me encantan. O molinos de esos q hay entre las dos Vetustas. Si está de tormenta (Diva y MOli) las fotos son ya la pasada...
Moli,Diva Peque esto de las flores es para mi un territorio desconocido como las motos. Para mi las motos se dividen en: Mobiletes, vespas y grandes...
ResponderEliminary las flores se dividen en margaritas, rosas y otras de colores...
Así que si vuestro conyujos quieren aportar una excel con los nombres... yo encantado y abierto a nuevos conocimientos.
MOli lo de agreste (tercera acepción rae: rudo, tosco...) fue por decir que te bajabas del autobus cuando veias a los ex compañero de cole por no saludarles.
Viveiro tu eres de los mios buena comida y pocas margaritas,...
Muy bien Di poniendo los dientes largos al personal... ¿para qué ir a soria si puedes ir al nepal?
Pues yo siempre he querido hacer un plan de casa rural. Aunque me temo que luego me pasaría lo que a ti. Pero peor, los niños ajenos no son lo mío.
ResponderEliminarLas flores muy chulas.
Gonzalo, soy de Santander, ¿qué tal la tierruca?
No te veía yo tan urbanita, Chico, fíjate...
ResponderEliminarBuen regreso anijol & ND ya contareis vuestras vivencias londinenses...
ResponderEliminarPues si Teresa,soy urbano como el asfalto... la vida boy scout no está hecha para mi... y eso que he veraneado toda mi vida de camping pero algún dia ya contaré como íbamos nosotros de camping que eso da para varios post.
Bueno me apasionan los rascacielos y el mar y mezclando las dos cosas los rascacielos con bahias... la boat quay de singapore por la noche donde estuve de viaje de novios pufff o en el mismo viaje la circular quay de Sidney.
( no es que viaje mucho es que soy muy pesado y cuento lo mismo muchas veces)
Pues me too ser urbanita total, aunque de vez en cuando me pego un atracón de naturaleza- incluso andando y cargando mochilas, como este puente- y te lo recomiendo total (parte del Camino de Santiago, ya sabes...). ¡¡¡Vuelves a la urbe con unas ganas!!! En serio, una experiencia inolvidable- sobre todo porque me sigue doliendo todo....-
ResponderEliminarBesos
Tiene razón Diva Gando. De todas las flores, ni una margarita. La que más has fotografiado (la clavelina azúl) se llama aciano, hay alguna caléndula, algún lirio morado, alguna flor de geranio... pero ausencia total de margaritas. Me parece que tienes que desintoxicarte más a menudo del asfalto, y aprender a disfrutar en el medio rural. Anímate, hombre... Y si te pierdes por Asturias... seguro que te aficionas y todo.
ResponderEliminarMuchas garcias gayuba por tu ilustrativo comentario, si es que cuando el padre mundina salía por la tele yo ya debía estar en el bar con alguna cerveza.
ResponderEliminarAsturias me encanta (donde más he ido ultimamente es a gijon) lo que pasa es que la pradera no la piso mucho, frecuento mas por casa ataulfo y una zona que no recuerdo el nombre bajando una calle empinada cerca del puerto donde habia bastante gente joven tomando sidra en la calle y jureles(chicharros los llamais vosotros no?)
Ahora serás de oviedo y la hemos liado
Igual que se aceptan correcciones botánicas se aceptan mucho más recomendaciones gatronomicas de asturias.
bienvenid¿a/o?
Jajajajajajaja no, no soy de Oviedo. De hecho, ni siquiera soy asturiana. Pero sí soy una enamorada de esa región, Y si algún día me pierdo, seguro que apareceré por allí. Conozco poco de Oviedo, casi nada de Gijón y poco del oriente de Asturias. Y, sí, espero continuar dejándote algún comentario. Me gusta leerte, lo mismo que a tu amigo Viveiró. Y otra cosa que me entusiasmó en Asturias fué la cerveza "estrella Galicia". Ya ves, a la vejez... descubriendo aficiones.
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